El éxito en la NBA no es individual. El colectivo es lo más importante para llegar a la cima -o al menos intentarlo- y permanecer en ella. A lo largo de la historia de la liga, muchos nombres han salido por encima del resto. Jordan logró ganar seis anillos con los Bulls, Kobe Bryant intentó igualarlo y ya lleva cinco con los Lakers, mientras que LeBron James domina con mano de hierro la NBA y se ha enfundado los dos últimos anillos. Estos jugadores no hubieran conseguido ganar sin su equipo. Sin otros jugadores con el rol de escuderos. Jordan no habría triunfado sin Pippen, Kobe tampoco lo habría hecho sin Shaquille O’Neal -primero- ni Pau Gasol -después-. Tampoco lo habría logrado LeBron James sin Wade y Chris Bosh.
La temporada 2013-14 ha empezado con un nivel competitivo muy alto que hace que haya una gran igualdad entre los equipos. La mayoría de los equipos ganadores se sustentan en un trío de jugadores que pueden hacer llevar a la franquicia a lo más alto o perderse por el camino hacia el éxito.
James - Wade - Bosh
Son el eje sobre el que gira Miami. El éxito de los Heat en las dos últimas campañas es gracias a la gran cohesión de estos tres hombres. Todos conocen a la perfección su rol. LeBron James es el líder absoluto del equipo -y de la NBA-. El ‘23’ ha ganado cuatro veces el trofeo como mejor jugador -los dos últimos consecutivos-, pero el hambre de triunfo le hace mejorar año tras año. James sigue siendo el jugador más destacado Miami. Promedia 27 puntos, 5.6 rebotes y 6.9 asistencias por noche. Unos grandes números que se convierten en gigantes cuando se añade el 60% de acierto en lanzamientos en un jugador que busca el aro más de 16 veces por encuentro.
El éxito de LeBron James no solo depende de él, sino de lo que aportan Wade y Chris Bosh. El escolta supo dar un paso al lado y dejar a su compañero liderar el proyecto. En su nuevo rol, Wade se encontró muy cómodo. El tres veces ganador de la NBA sigue teniendo unos grandes números a pesar de no ser el comandante del equipo. 18.3 tantos, 5 rechaces y 5.5 asistencias muy importantes para los triunfos de los Heat. El tercer jugador que funciona como motor del equipo es Bosh. El pívot se va a los 17 puntos y 6.1 rebotes por encuentro. Además, mete la mitad de sus tiros de dos y el 47% desde más allá del arco.
George - Hibbert - West
Invictos. Es la palabra que define a estos Indiana Pacers. Equipo completísimo, muy bien equilibrado tanto en ataque como en defesa, que todavía no conoce la derrota en lo que va de temporada. Los de Indianápolis se han sustentado en un gran Paul George, comprando papeletas en la carrera hacia el MVP. El alero está liderando al equipo con 24.6 tantos y 7.1 rechaces, además acierta en el 48.7% de sus tiros. La aportación de la estrella del equipo no queda ahí. George es un hueso en defensa y siempre se encarga de defender al mejor jugador exterior del equipo rival.
El gran trabajo defensivo de George lo completa Hibbert dentro de la pintura. El pívot es el complemento perfecto para el alero. El center es el mejor jugador defensivo hasta la fecha con 4.78 tapones por encuentro, buscando batir el récord absoluto Mark Eaton con 5.56 a mitad de los años 80. Además, Hibbert añade 11.4 puntos y 8.9 rebotes. La tercera punta del triángulo es para David West. El ala-pívot no ha empezado de manera excepcional, pero sigue siendo una pieza clave en el equipo de Vogel. West aporta 11.3 tantos y 6.8 rechaces.
Curry - Thompson - Lee
Cada partido en el Oracle Arena es una fiesta para la afición de Oakland. Los Warriors ganan seguidores cada día gracias a unos jugadores que hacen vibrar a los aficionados con un juego eléctrico, con el acierto desde lejos como base. Curry es el auténtico líder del equipo. El menudo base ya demostró la temporada pasada que es el mejor franco tirador de la NBA con 272 triples -récord en la historia de la liga-. Esta campaña sigue manteniendo el ritmo y tras un buen comienzo del equipo, el base promedia 20.3 puntos y 8.5 asistencias, con más de un 45% de acierto en los tiros de tres.
El gran escudero de Curry es David Lee. El ala-pívot es una roca en la pintura y tiene una mano exquisita desde cuatro - cinco metros. Lee roza el doble-doble por noche con 18.2 tantos y 8.8 rebotes, metiendo más de la mitad de los tiros que intenta. En el éxito de los Warriors también hay que incluir a Klay Thompson. Un jugador que sigue progresando a pasos agigantados. Este año se ha convertido en uno de los pilares básicos del equipo de Mark Jackson. El escolta anota 20.4 puntos con un 54.3% en tiros de dos y 50% en triple. Un killer con el balón en las manos.
Paul - Griffin - Crawford
Los Clippers han dejado de ser el hermano pobre para convertirse en el mejor equipo de Los Ángeles. Quieren ir más allá. Buscan ganar el anillo por primera vez en su historia. Para ello tienen a tres jugadores que decidirán el futuro de la franquicia. Chris Paul es el líder absoluto. El pequeño base tiene en la velocidad y agilidad sus mejores armas, aunque no se queda atrás en visión de juego. Paul suma 20.4 puntos y 12.6 asistencias -líder de la NBA- por jornada. Además, es el que más aporta al juego de su equipo. Tiene el balón en sus manos durante 7.5 minutos por noche y sus asistencias suponen más de 28 puntos.
Muchas de las asistencias de Paul van a parar a Blake Griffin. Un portento físico sobrenatural, capaz de saltar un coche el concurso de mates, es el mejor aliado de Paul. El ala-pívot destroza el aro partido tras partido para acabar con unos grandes números: 22 puntos y casi 11 rebotes con el 60% de acierto. La otra punta de lanza del equipo de Doc Rivers es Jamal Crawford. El escolta sale siempre desde el banco, pero no le importa para irse a los 17 puntos por noche, metiendo más del 46% de los triples que intenta.
Love - Ricky - Martin
Los Timberwolves son el equipo de moda en la NBA. Sus partidos se convierten en auténticos correcalles, de una canasta a otra, sin descanso. La fórmula de momento funciona. Tras un buen inicio de campaña se sitúan en posiciones de Playoffs, cuando no estaban en los pronósticos de los expertos antes de empezar el año. El gran responsable es Kevin Love. El ala-pívot, tras perderse casi toda la temporada pasada, ha vuelto a un nivel de MVP. La estrella de los Wolves tiene unos números estratosféricos: 27.2 tantos y 13.8 rechaces, segundo en ambas categorías. También acierta el 48.8% de tiros y mete 2.3 triples por partido.
Love es la estrella del equipo, pero quien pone el juego es el español Ricky Rubio. El base del Masnou está acabando de explotar. Ricky lleva el mando del equipo, decide cada jugada y su nivel ha enamorado a los aficionados de Minnesota. El catalán tiene unos promedios que rozan el doble-doble por jornada: 8.8 puntos y 9.9 asistencias -el segundo en la liga. Ricky también aporta en defensa con 3.4 robos por noche, liderando la NBA en este apartado, y llegó a lograr un triple-doble, el segundo en su carrera. El único lunar del base es su mal porcentaje en el tiro, con un malo 33.3%. El tercero en discordia es Kevin Martin. Tras un mal año los Thunder, el escolta se ha adaptado a la perfección a su nuevo equipo. Martin suma 24.9 puntos por noche con un gran 45.9% en tiros y un superlativo 52% en triples.
Durant - Westbrook - Ibaka
Hablar de Oklahoma City Thunder es hablar de estos tres jugadores. Los éxitos y las debacles de la franquicia en los últimos años han estado ligado a estos nombres. Kevin Durant sigue jugando a un nivel espectacular, esperando su momento para destronar a LeBron James. Durantula es el líder indiscutible del equipo partido tras partido, sumando victorias para un equipo que ha dado un paso hacia atrás desde hace dos años, cuando llegaron a las Finales de la NBA. Durant ha iniciado la campaña de manera impecable. Es el líder de la liga en anotación con 29.7 puntos, a los que añade 7.1 rebotes y 5.5 asistencias. El único pero al juego de la estrella de Oklahoma es su 33% en triples.
Durant no lo es todo. Sin Westbrook, queda desbordado. Así quedó demostrado los pasados Playoffs cuando el base se lesionó y los primeros partidos de la temporada antes de su reaparición. Westbrook tiene un poderío físico que muy pocos jugadores poseen que le permite correr de una canasta a otra en pocos segundos. El playmaker ha empezado bien la campaña con 21 tantos y 5 asistencias de media, metiendo el 40% de los lanzamientos. Durant y Westbrook ponen el juego en ataque, pero la defensa también es importante. Ahí aparece Ibaka. El ala-pívot aporta energía defensiva, intimidando a todo jugador que se acerca a la zona. El español ha cuajado un gran inicio de temporada con 14.9 tantos y 9.8 rebotes. Sin embargo, la seña de identidad de Ibaka son los tapones, apartado que ha dominado los dos últimos años con más de tres. Hasta la fecha, promedia tan solo 1.75, lejos de su nivel.
Comparación de los Big Three
Es difícil quedarse con uno de ellos. Unos prefieren a los anotadores y otros a los que mejor visión de juego tienen. También están los que su mayor virtud es la defensa y otros los que meten gran parte de los tiros que lanzan. Todo es cuestión de gustos.
Fotos: bleacherreport.com, basket4us.com y nbcsports.com