Se acaba el año y toca hacer balance de un equipo para el que se acaban los adjetivos. Bueno, quizá no. Longevo, ése sería uno de los más apropiados. Los eternos San Antonio Spurs han vuelto a demostrar en este 2013 que no están, ni mucho menos, muertos. Y lo han hecho casi con la misma fuerza que hace seis años, o sea, que en 2007, cuando se alzaron con su último título de campeones hasta la fecha.

Pero empecemos por el principio. Hasta el 31 de diciembre de 2012 los Spurs ostentaban un balance de 25 victorias y tan sólo ocho derrotas, con una racha abierta de seis partidos consecutivos ganados. Ésta se alargaría hasta los siete con la primera victoria del año, el día 2 de enero ante Milwaukee Bucks.

No podía empezar mejor el año, ya que dicha secuencia de victorias dejaba a los de Gregg Popovich como líderes de su división y de su conferencia, además de ser el mejor equipo de toda la liga en cuanto al récord se refiere.

Pero lo cierto es que las primeras dos semanas de 2013 no fueron nada fáciles. Cayeron ante Knicks, Hornets (actuales Pelicans) y Grizzlies, encadenando victorias y derrotas casi a partes iguales.

Tras caer en Memphis, los Spurs recibieron en el AT&T Center a Minnesota Timberwolves consiguiendo la que sería la primera victoria en una racha de once consecutivas, desde el 13 de enero hasta el 6 de febrero, donde volvieron a vencer al equipo de Kevin Love y Ricky Rubio.

La racha sirvió para que Tony Parker fuera designado como jugador de la semana del 21 al 27 de enero. El base francés promedió 24.5 puntos y 9.5 asistencias, además de un 60.6% en tiros de campo.

El partido frente a los Timberwolves fue el primero de los nueve que los Spurs se vieron obligados a jugar de forma seguida lejos de casa. Debido a la celebración del tradicional “Rodeo Road Trip” en el AT&T Center, cada temporada el equipo tejano marcha en una gira de casi tres semanas fuera de San Antonio. En esta ocasión no les fue del todo mal: siete victorias (cinco seguidas) y dos derrotas. Y en medio, el All Star Weekend, donde participaron Kawhi Leonard (en el partido entre rookies y sophomores), Tony Parker y Tim Duncan.

En total, el balance en enero y febrero fue de 20 victorias y 6 derrotas, para un récord de 45-14 que les valía para seguir al frente de la conferencia Oeste, justo por delante de Oklahoma City Thunder (42-15).

El último mes y medio de competición no tuvo rachas tan claras, pero bastaron para mantenerse en la parte alta de la clasificación. Si bien, un último apretón de los Thunder y el hecho de que Popovich pensara ya en los playoffs (dando más descanso del habitual a sus estrellas), les hizo perder el liderato de la conferencia en pos del equipo de Kevin Durant.

Una segunda juventud para el ‘Big Three’

Que a Tony Parker aún le quedaban años de baloncesto a un alto nivel, nadie lo dudaba. Que también a Manu Ginobili y, sobre todo, a Tim Duncan, no estaba tan claro.

El año 2013 ha sido el de la segunda juventud para el que para muchos es el mejor ala-pívot de la historia. A la edad de 37 años, Duncan volvió a superar los 30 minutos de juego por partido desde la temporada 2009-2010.

Así, se fue hasta casi los 18 puntos por noche, aumentando en casi dos sus registros del curso anterior. Igualmente en rebotes con 9.9 por 9 y, sobre todo, en tapones, donde pasó de 1.5 a 2.6, quedando tercero en el podio de máximos taponadores de la temporada por detrás de Serge Ibaka y Larry Sanders.

Al contrario ocurrió con Manu Ginobili, quien, si bien cuajó una buena temporada (hasta su bajón en playoffs), firmó sus peores registros en anotación desde su año rookie. El escolta argentino de 36 años se quedó en 11.8 puntos, no llegando a los 12, cifra que siempre había superado salvo en su primera campaña.

Pero sin duda el líder del conjunto tejano fue el francés Tony Parker, quien con 31 años fue el máximo anotador del equipo con 20.3 puntos por noche. No superaba los 20 de media desde la 2008-2009, donde firmó los mejores registros de su carrera con 22 puntos por partido.

Diferentes estados y roles de un ‘Big Three’ que sí tiene algo en común: ninguno llegó a los 70 partidos en la temporada, lo que no hace sino confirmar la capacidad del general Popovich de reservar a sus estrellas en momentos concretos de la temporada regular para que lleguen lo más frescos posibles a los playoffs.

Nombres clave: Kawhi Leonard y Danny Green

Si la continuidad en el proyecto es la mayor fuente de éxito de los Spurs, acertar con las piezas que encajen en el conjunto es la clave. Y en el año 2013 dos han sido los nombres que han sobresalido por encima de los demás: Kawhi Leonard y Danny Green.

En cuanto al primero, éste ha sido el año de su confirmación. Con un físico prodigioso (mide 2 metros) y un alto nivel de ‘Basketball IQ’, el alero procedente de la Universidad de San Diego State se ha convertido rápidamente en indispensable para Popovich y en la esperanza de futuro para la franquicia.

Su gran capacidad reboteadora y su intensidad defensiva (capaz de frenar en muchos momentos al mismísimo Lebron James) son sus puntos fuertes. Si bien es cierto, que en esta temporada 2013-2014 se le está pidiendo que incremente sus números en anotación para restar importancia paulatinamente a los puntos del ‘Big Three’. De momento, en dos temporadas y media promedia 10.3 tantos por partido.

La otra pieza del ‘backcourt’ es Danny Green. Un jugador elegido en la posición 46 del draft de 2009 por los Cleveland Cavaliers de Lebron James. Apenas contó con oportunidades y llegó a los Spurs por la puerta de atrás. Primo del especialista en mates Gerald Green, éste se caracteriza por todo lo contrario: su tiro desde la larga distancia.

Fijo en el quinteto titular de Popovich durante 2013, llegó a batir dos récords de triples en las Finales de la NBA frente a los Heat: cinco triples sin fallo en un partido y 25 anotados en toda la serie final, la cifra más alta de toda la historia. Y no sólo eso, sino que lo hizo estando por encima del 60% de acierto durante casi los siete partidos.

Las Finales: ¿punto de inflexión?

Tras llegar a las finales de la NBA habiendo cedido tan sólo dos partidos (4-0 a Lakers; 4-2 a Warriors y 4-0 a Memphis), casi rozaron con la yema de los dedos el que hubiera sido su quinto anillo. Pero un triple de Ray Allen a falta de cinco segundos para la conclusión del sexto partido forzó la prórroga y la posterior derrota del equipo tejano.

El mazazo fue tal que en el séptimo no hubo color y Miami se alzó campeón. Hubiera sido la guinda del pastel e, incluso, se llegó a rumorear que, de haberlo conseguido, Duncan y Ginobili podrían haber optado por la retirada.

En pretemporada, Gregg Popovich declaró que aún soñaba con el fatídico triple de Allen. Pero lo cierto es que la nueva temporada ya ha dado comienzo y su equipo sigue en la parte alta de una conferencia cada vez más complicada.

Las nuevas incorporaciones se han adaptado rápidamente al equipo, destacando la aportación del italiano Marco Belinelli. Y, de momento, parece que el trío formado por Parker, Ginobili y Duncan mantiene el nivel. ¿Volverán a tener otra oportunidad o realmente la derrota en las Finales supuso un punto de inflexión? Visto lo visto, se puede esperar el máximo. Sea como sea… lo sabremos en 2014.

Foto1: Express-news

Foto 2: Soobum Im-USA TODAY Sports