Memphis flirteó la mayor parte del encuentro con una cómoda ventaja de dobles dígitos, tan solo comprometiéndose con ella en el último cuarto. Curiosamente, fue entonces cuando se cortó el grifo de los Grizzlies y Oklahoma logró una remontada magnífica para forzar la prórroga. No fue suficiente ya que Memphis superó la indigestión y se comió en el tiempo extra al rival. Memphis ganó 98-95 y puso el 2-1 a su favor en la serie.
17 puntos no son renta suficiente
Todo podría haber resultado más sencillo. Un gancho de Kosta Koufos a ocho minutos de la conclusión dio la máxima ventaja a los del Misisipí, un +17 (64-81) que parecía un seguro de vida. Sin embargó los siguientes 7 minutos fueron una desierto ofensivo de Memphis y un acto de compromiso magnífico de los visitantes, entregados al genio de Kevin Durant y Russell Westbrook, forzados pero a la par imprescindibles. 0-8 en tiros de campo, 17-0 favorable a los Thunder y empate a 81.
Un bloqueo ofensivo en el último cuarto podría haber costado el triunfo a Memphis
Hasta que no empató el rival, no reaccionó el conjunto local. Lo hizo de la mano de su jugador (de perímetro) más defensivo, Tony Allen, que combinó un par de robos de balón con dos bandejas que a 30 segundos del final volvieron a parecer definitivas. A Westbrook, aficionado al desmadre absoluto, no le pareció adecuado. Se levantó y forzó un 3+1 exitoso ante el mismo Allen, bipolar en los momentos claves –capaz de lo mejor y lo peor–. Empate, error de Mike Conley en el tiro ganador y triple a la desesperada de Kevin Durant que tocó tabla pero no aro. Prórroga que surgió de la nada.
Renacer Grizzly en la prórroga
Estrenó el casillero del tiempo extra Marc Gasol, auténtica balanza emocional de los osos. Apareció la versión más comandante de Mike Conley, que capitaneó a los locales hacia el triunfo con maestría. La noche en Tennessee tuvo sabor local cuando el tic-tac del reloj todavía era pausado. La montaña rusa llegó en los minutos decisivos y la balanza podría haber caído de cualquier lado.
La pareja de astros fue lo único que funcionó para Oklahoma
El dúo de Oklahoma brilló con reservas, 30 puntos tanto para Durant como Westbrook. KD dio el susto cuando se torció el tobillo sin mayores consecuencias. Nadie más les siguió, un hecho que condenó a los de Scott Brooks ante el mayor despliegue de recursos Grizzly. Ni Serge Ibaka –12 puntos y 5 rebotes– pudo encontrar ese toque complementario vital.
Más plantilla para Memphis
El equilibrio lo tuvieron los Grizzlies. Mike Conley terminó con 20 puntos y fue el mejor junto al omnipresente Tony Allen, autor de 16 puntos completados con 9 rebotes y una defensa de fuera de serie. Zach Randolph –16 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias– y Marc Gasol –14 puntos y 8 rebotes– pudieron focalizar su juego en los momentos clave, con mención especial al inspiradísimo Beno Udrih (14 puntos en 4-5 tiros de campo).
Conley combinó su talento ofensivo con un Tony Allen omnipresente
Memphis aguantó el liderato desde el primer instante. Tras desfallecer y entregar el partido en bandeja a unos Thunder inconformistas, consiguieron la difícil tarea de reactivar su juego con todas sus virtudes para eliminar la amenaza sobre la bocina de Durant, Westbrook y compañía. El 2-1 que tienen los Grizzlies es una seria amenaza para la carrera hacia el anillo de Oklahoma. El mejor síntoma para el equipo de Gasol es que el balance actual no es tampoco una sorpresa inexplicable. Los argumentos de Memphis son sólidos.
Fotos: Canal + NBA / Getty