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Chicago deja al triángulo ofensivo en cuadro

Paliza de los Bulls a unos descontrolados Knicks que solo aguantaron en el primer cuarto. La pasividad defensiva y el poco movimiento de balón fueron las claves de la derrota. Por su parte, los Bulls dejaron claro que este año son claros favoritos al anillo. (Fotos: ESPN)

Chicago deja al triángulo ofensivo en cuadro
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Por Alvaro González

La temporada regular se abría para dos de los equipos más famosos de la historia de este deporte, con numerosas cosas que demostrar: los Knicks, olvidar la horrorosa campaña pasada donde el equipo no consiguió plaza en PlayOffs; y los Bulls enseñar a toda la competición su potencial y demostrar que son de los favoritos para obtener el anillo. El partido no podría empezar peor para el equipo de la gran manzana: su base titular, José Manuel Calderón, sufría un pinchazo en el muslo que le apartaba del debut del equipo, algo que parece más una muestra de de precaución que una lesión seria.

El inicio esperanzador de los Knicks quedó en nada

El partido comenzaría con respeto entre ambos equipos por establecer su estilo de juego sobre el parquet, lo que haría que hasta pasado dos minutos y medio el marcador no se moviese a favor de los Bulls. Pero sería Nueva York quién empezaría a correr a través de robos de balón de Carmelo que empezaba el partido entonado en defensa. En ataque, la situación no era la misma, un gran Dunleavy impedía a Anthony anotar, siendo sus compañeros los que abrirían el marcador de los locales. En estos primeros compases de partido, y aún manteniendo el nivel tanto arriba como abajo, la figura de Amare Stoudamire volvía a sonar de forma positiva en la cancha. El ala-pívot dejaba 'pinceladas' que le hacía parecer a aquel jugador que triunfó en Phoenix, corriendo el contraataque y finalizandolos con mates y duro en la pintura.

Derek Fisher sonreía por momentos, sabedor de que el juego de su equipo es como una moneda en el aire, puede salir cara o cruz, y en el primer cuarto la suerte le sonreía. El Madison aplaudía a los suyos, pero poco duró la alegría. La ventaja de ocho puntos cosechada en los primeros diez minutos de juego acabó apagandose y con las rotaciones se desintegró. Chicago aprovechaba su poderío interior, donde Pau Gasol hacía lo que quería sacando a baliar a su defensor en cada jugada que lo intentaba. Los cambios dieron un plus a los visitantes y un bajón a los locales, y aquí apareció una muy grata sorpresa para los Bulls con la buena actuación del base Aaron Brooks, que tras su paso por China parecía haber desaparecido por completo, y que acabó siendo el líder de la segunda unidad en la primera mitad junto con el regular Taj Gibson que realizaba un magistral clinic de tiro desde 5 metros. El primer cuarto llegaba con igualdad en el parquet, y con la relevante noticia del debut de Nicola Mirotic que dejó su sello con un triple lejano.

El segundo cuarto llegaba y con él, la decaída local. La buena defensa de Dunleavy continuaba, frenando en seco a Carmelo y con ello las alas de los Knicks. Derrick Rose iba enchufandose poco a poco en el partido y dos buenas pentraciones a canasta dejaban claro que con el paso de los partidos mejorará su imagen. El base parecía rápido, y su equipo lo aprovechó. Una estupenda circulación de balón entre el base y sus pívots permitía escaparse a los Bulls y aumentar las estadísticas de Pau Gasol. La ventaja crecía y rapidamente se puso en diez puntos de diferencia para los visitantes, que otra vez aplastaban con su segunda unidad, donde el rookie Doug McDermott empezaba a dejar claro su facilidad de enchufarlas. La primera mitad acabaría con una canasta sobre la bocina de Gasol que dejaba el marcador en 53-43 para los Bulls.

La segunda mitad, un paseo

El partido seguía a lo suyo y no era otra cosa que aumentar ventaja de los visitantes. En apenas 5 minutos de cuarto los Bulls impusieron una ventaja de 20 puntos que llegó a rozar en ocasiones la barrera de los 30 puntos. Thibodeau aprovechaba para dar descanso a los suyos, sobre todo a Rose, siendo Dunleavy y Gasol los más utilizados del quinteto titular. Y es que muy fácil lo ponía Nueva York con un juego individualista del "la cojo y me la juego" de la mayoría de sus jugadores y a eso nadie le gana a JR Smith que no dejaba de tirar pedradas sin sentido al aro. Únicamente Quincy Acy y Jason Smith parecía dar un poco de luz al Madison, pero de poco servía. El tercer cuarto llegaba a su fín y con ello el final del partido mentalmente.

Los Knicks tiraban el partido con doce minutos por delante, cosa que no sentó nada bien a sus aficionados que centraban los pitos en Derek Fisher, que ni dejó huellas de triángulo ofensivo ni nada de nada. Muy oscuro el panorama en la gran manzana con unos jugadores sin confianzas ni ganas, y un estilo de juego no muy acorde con esta plantilla. Pero aún así, los minutos pasaban y la rotación se volvía aún más ancha, llegando a tener minutos hasta los "agita-toallas". Con todo ello, las figuras de Mirotic, McDermott y sobre todo Snell aumentaban sus cifras. Destacada sería la jugada del escolta de raza negra que posterizaba a Acy. El final del partido llegaba, aunque apenas quedaba público en las gradas.

La primera jornada para ambos equipos dejó claro los objetivos de cada uno de ellos y su potencial. Los Bulls están dispuestos a pelear por todo, y los Knicks con pelear cada noche tienen suficiente. El próximo duelo de ambos será contra los poderosos Cleveland Cavaliers, siendo el duelo de Chicago vital para su lucha por dominar la conferencia Este esta campaña. Los líderes de cada conjunto fueron: Pau Gasol y Taj Gibson por parte de los visitantes, con 21 pts y 11 rbts para el español mientras el americano lograba 22 pts y 8 rbts. En los Knicks, Carmelo con 14pts 4rtbs y 3ass junto con Stoudamire con 12pts y 8rbts fueron de los pocos que se salvaron de la quema.