Los líderes de la División Atlántico, Toronto Raptors, visitaban una cancha difícil como es la de Indiana Pacers. El equipo de Vogel, con un récord de 13-9 y 6-4 en sus últimos 10 encuentros volvía a encomendarse al talento de George y Ellis para competir en un encuentro muy duro de principio a fin. Ambas franquicias habían jugado ya un encuentro el pasado 28 de octubre en el que Toronto se impuso por 106-100.
De cara al espectador, los primeros seis minutos de Toronto Raptors en el encuentro fueron uno de los mejores arranques de un equipo en lo que va de temporada. Acierto de cara al aro, defensa, rebote ofensivo y defensivo, robos… en definitiva, todo lo que un equipo tiene que hacer para ganar un encuentro. El resultado tras este inicio espectacular no dejaba lugar a dudas: 15-3 en tres minutos y medio, con tres triples de Lowry y DeRozan. Vogel paró el encuentro y no le sirvió para mucho. Sus jugadores seguían desorientados y sorprendidos por los canadienses y la defensa no hizo otra cosa que aumentar. 20-5 con 10 de 12 en tiros de campo para los visitantes y 2 de 10 para los locales fue el resultado de unos minutos de ensueño. Pero esto es la NBA y cualquier minuto de relajación se paga muy caro y así se lo hicieron saber los Pacers a sus rivales.
El despertar de Indiana
Después de una estadística casi perfecta en el tiro, los de Dwane Casey estuvieron los siguientes seis minutos del cuarto sin encestar e Indiana comenzó a entrar en el encuentro. El Bankers Life Fieldhouse vivió una remontada que seguramente tardarán mucho tiempo en volver a ver gracias al parcial de 22-0 que su equipo endosó sin piedad ninguna a los Raptors. Así un cuarto en el que parecía irse el encuentro se convirtió en el renacer de un equipo que en los siguientes 12 minutos sacó la mejor versión tanto en defensa como en ataque y desde ese 20-5 inicial, consiguió un 45-17 que les hizo irse con una cómoda ventaja al descanso.
Ellis recuperó su mejor versión con 13 puntos al descanso y pese a que George no estaba hasta entonces en el encuentro (dos de siete en tiros), otros jugadores como Jordan Hill salían desde el banquillo para revolucionar el encuentro con nueve puntos y seis rebotes en 11 minutos de juego. Por su parte, los de Toronto, no estaban haciendo un mal encuentro en anotación (75% de acierto para DeRozan y 100% para Lowry) pero las pérdidas, 11 hasta el descanso, lastraron a un equipo que tenía todo para vivir de la renta casi hasta el final del partido viendo su inicio.
Siguió por la misma senda un encuentro que se le seguía poniendo de cara a los Pacers con un inicio de 15-2 que parecía romper el partido. El banquillo de los Raptors no estaba a la altura del partido y hombres como Joseph no conseguían ver el aro (0 de 6 en tiros). Sin embargo, Lowry y DeRozan seguían sosteniendo a los suyos que incluso se llegaron a poner a nueve puntos con un cuarto por jugar y después del desastre del segundo periodo.
Se esperaba una reacción de los Raptors en busca de intentar equilibrar el encuentro pero de nuevo se vieron ahogados por la buena defensa de unos Pacers que en el cómputo global dejaron unas buenas sensaciones en el encuentro. Desde el banquillo, Jordan Hill siguió masacrando en la pintura para reivindicar más minutos con un gran doble doble (20 puntos y 13 rebotes). Además, la buena visión de juego de los locales, otorgó buenas situaciones de tiro a hombres como Miles o Stuckey que no fallaron y elevaron la diferencia hasta los 25 puntos con un parcial de 24-12 que resulto definitivo para que los Pacers sumaran una victoria que se merecieron por insistencia, buen juego y una gran defensa.