Como si le hubieran robado los poderes al más puro estilo Space Jam, Ante Tomic vio reducido su poderío interior, su creación desde el poste alto y estatus como mejor pívot del viejo continente durante los meses de enero y febrero. Como consecuencia del bajón de su jugador franquicia, el FC Barcelona Lassa vio mermado su rendimiento con una estrepitosa eliminación en la Copa del Rey como punto más bajo, hasta el momento, de la temporada.

En las primeras semanas de competición del año 2016 se observó a un Ante Tomic desconectado, sin incidencia en el juego y perdido dentro del parqué. Esta situación quedó reflejada en el apartado estadístico, donde el croata pasó de aportar el 31% de los puntos de su equipo a tan solo el 20% para, además, caer del tercer puesto de valoración en la fase regular de la Euroliga (19.9 de media por partido) hasta el 64º en el top16, con apenas 8 unidades de media por partido. Por suerte para el futuro más próximo de la entidad azulgrana, la versión óptima de Ante Tomic parece haber regresado justo en el momento más importante de la temporada.

Si bien el partido disputado ante CSKA en tierra rusas fue el inicio de la caída en picado del rendimiento del croata, la revancha en el Palau del pasado viernes supuso un funto de inflexión y el resurgir del mejor center de los ultimos años en Euroliga. 

A pesar de que los números (los 21 puntos y el 24 de valoración) evocan los guarismos del Tomic de 2015, lo más reseñable son, sin duda, las sensaciones que transmitió a lo largo del choque. Empezando desde el banquillo, Tomic tomó el testigo de un desconectado Joey Dorsey para, con paciencia y sabiendo leer en todo momento la mejor opción para el equipo, imponer su ley en la pintura. Reflejo del lento pero efectivo regreso a la madurez competitiva del croata es el magnífico 9/10 en tiros libres que firmó el pívot de Dubrovnik para ayudar en la milagrosa victoria de su equipo sobre el CSKA.

Para confirmar estas buenas sensaciones aterrizó el derbi catalán en el Olímpic de Badalona. Una vez más iniciando desde el banquillo, Tomic demostró seguir en la línea vista en el partido de Euroliga: decisión en busca del aro, aprovechando las ventajas en poste bajo.

Tras este repunte en el rendimiento del croata, entra en escena un partido decisivo para las aspiraciones europeas del FC Barcelona Lassa: el Clásico ante el Real Madrid en el Palau Blaugrana. En dicho partido, Tomic se verá las caras con Gustavo Ayón, el jugador más en forma del conjunto blanco y uno de los pívots de mayor nivel del continente europeo. Por el buen hacer del gigante de Dubrovnik en este duelo particular pasan muchas de las aspiraciones azulgranas y a buen seguro que el aficionado del Palau Blaugrana es mucho más optimista tras ver cómo el jugador franquicia del proyecto de Xavi Pascual está de vuelta y con ganas de recuperar el trono.