A rey muerto, rey puesto. Un dicho muy utilizado pero no por ello menos cierto. Y es que apenas unas horas después de poner punto final a una era de seis años con Ricky Rubio al mando del equipo, los Minnesota Timberwolves han encontrado su sustituto en Jeff Teague.

El veterano jugador estampará durante los próximos dias su firma a un contrato que le vinculará a la franquicia del Target Center por tres años a razón de un total de 57 millones de dólares, una cifra muy acorde al mercado teniendo en cuenta las cantidades que van a recibir otros bases como Patty Mills o Jrue Holiday.

Parece obvio que los Wolves lograron el compromiso de Teague a la vez que enviaban a Rubio con destino Utah a cambio de una primera ronda del Draft 2018, logrando así el suficiente espacio salarial para firmar a su nuevo base e incluso pensar en algún veterano más para reforzar la plantilla.

Jeff Teague aterriza en Minneapolis después de firmar una excelente primera y única campaña con los Indiana Pacers, logrando un promedio de 15.3 puntos, 7.8 asistencias -récord en su carrera- y 4.1 rebotes por encuentro. 

Nuevo director de juego para Thibodeau

El artífice de todo este movimiento es el propio entrenador Tom Thibodeau, quién parece no acababa de ver a su equipo dirigido por Rubio después de la adquisición de Jimmy Butler. Con el ex de los Bulls, Wiggins y Towns, en Minnesota se juntan tres amasadores de balón y el puesto en la dirección se ajusta más a un jugador que pueda aportar fuera del esférico y además anote los tiros liberados que estos jugadores le generen. En ese aspecto es dónde le ve el encaje 'Thibs' y por eso se ha decidido a realizar este cambio.

El base deberá aportar velocidad, defensa y solidez en el tiro exterior.

Teague acredita un 35% de acierto en el tiro de tres durante toda su carrera y en las dos últimas campañas ha estado incluso por encima, llegando al 40%. Además, es un hombre con una gran velocidad y seguro elevará el ritmo de juego de los suyos, generando las transiciones en las que tan cómodo se encuentra Wiggins. También es un base habituado a jugar con grandes estrellas a su lado y al que no le supone un problema esperar su tiro abierto desde las esquinas. 

Tras un primer año con más sombras que luces, Thibodeau ya tiene a su floor general para intentar devolver a los Wolves a la postemporada 14 años después.