Tras firmar un récord de 20-62 y ser el peor equipo de toda la NBA la temporada pasada, los Nets buscan en esta nueva campaña revitalizar un equipo que parecía hundido. La difícil tarea no ha hecho más que comenzar pero Sean Marks, General Manager de la franquicia, ya ha realizado los primeros movimientos pensando en un futuro lejos de los últimos puestos de la tabla.
Catastrófico final de temporada
La temporada 2016-2017 terminó de la peor forma posible para los Brooklyn Nets. Teniendo el peor balance de toda la liga y con su ronda de Draft traspasada a los Boston Celtics, se quedaron con una de las plantillas menos ilusionantes y pocas opciones de futuro. Kenny Atkinson fracasaría en un estreno difícil de olvidar por el hecho de haber perdido más de 60 partidos en la temporada regular.
Rachas de un partido ganado de 26 posibles justo antes del All Star marcaron la temporada de los neoyorkinos. Ganarle dos partidos en una semana a sus vecinos, los Knicks, en el mes de Marzo fue lo más destacable de la temporada para los aficionados de los Nets. Ni siquiera pudieron superar a los Sixers en su batalla particular en el final de la clasificación.
Siempre nos quedará la incertidumbre de cuál habría sido el balance final si Jeremy Lin, que estaba destinado a ser uno de los jugadores que tirasen del equipo, hubiese disputado más de los 36 partidos en los que se quedó debido al calvario de lesiones del base. Brook López tuvo que cargar con todo el peso del equipo e hizo todo lo que estaba en sus manos para cuajar una gran temporada a nivel individual, convirtiéndose en el máximo anotador histórico de la franquicia.
Draft y verano 2017
Los Nets pagaron en el Draft los errores de traspasos realizados en el pasado. Su primera ronda pertenecía a los Boston Celtics que se harían con el codiciado número 1 del Draft. En Brooklyn tuvieron que conformarse con un puesto número 22 conseguido vía Wizards. La selección fue Jarrett Allen, un pívot de tan solo 19 años y 2,11 de estatura que se convertiría en una de las nuevas esperanzas de los Nets. Además en el puesto número 57 eligieron a Aleksander Vezenkov, jugador del FC Barcelona, aunque a día de hoy aún no lo han firmado.
No obstante, el principal movimiento de la franquicia ocurrió justo antes del Draft e involucraría a su mejor jugador, Brook López. El pivot californiano recalaría en los Lakers junto con la selección número 27 del Draft a cambio de un jugador de mucho futuro como D'Angelo Russell y otro con un contrato tóxico, Timofei Mozgov. La salida de Brook no sería fácil de digerir para los aficionados de los Nets que veían como se marchaba uno de los jugadores más importantes de la historia de la franquicia.
Otra vez las lesiones
En lo que llevamos de temporada los Brooklyn Nets han sufrido especialmente contra su peor rival, las lesiones. En la primera semana de competición uno de sus líderes, Jeremy Lin se rompía el tendón rotuliano y decía adiós a la temporada en un partido contra los Pacers. Golpe demasiado duro para los Nets que si ya no tenían equipo para llegar a puestos de playoffs, con la baja de uno de sus mejores jugadores lo tendrán aún más complicado.
La lesión de Lin amenazaba con dar todavía más minutos a D'Angelo Russell, el jugador con previsiblemente más futuro de la plantilla. Pero tampoco llegaría su momento puesto que una nueva lesión de rodilla frenaría su buen momento de juego. Las mejores previsiones apuntan a que podría volver en el mes de enero del nuevo año 2018 pero los Nets ya han jugado muchos partidos sin su líder.
Sorprendentemente en los partidos sin dos de sus mejores jugadores los de Brooklyn tiraron más de orgullo que de juego para competir más partidos de los que se podría esperar y salir de la parte más baja de la tabla, aunque lejos de zonas de playoffs. Inmersos en tierra de nadie los Nets anunciarían un fichaje que aporta todavía más futuro a la franquicia: La llegada de Jahlil Okafor. Su traspaso supondría la salida de Booker pero la incorporación de un top-3 del Draft de 2015.
Con los puestos más altos demasiado lejos y con pocas opciones de “tanking” a los Nets no les queda otra que intentan terminar la temporada regular fijando unos automatismos que puedan sentar las bases de la próxima campaña. Además los jugadores más jóvenes podrán consolidarse y ganar experiencia en la liga sin estar sometidos a una presión que podría lastrarlos.
Esperanza para el futuro
El rumbo que está cogiendo el actual proyecto de los Nets permite ilusionarse. Con jugadores jóvenes y con suficiente calidad como para poder ser potencialmente un equipo de playoffs. Jugadores como D'Angelo Russell, Dinwiddie, Okafor, LeVert, Hollis Jefferson o el recién seleccionado Jarret Allen no superan los 25 años y tienen un margen de mejora todavía amplio.
En la otra cara de la moneda están los contratos realmente tóxicos como el de Timofey Mozgov y las pocas opciones que tienen de hacerse con una selección alta en Draft debido a errores del pasado. No obstante, de cara al verano que viene podrían tratar de hacer hueco salarial para incorporar a alguno de los muchos jugadores interesantes que serán agentes libres y tratar de confeccionar una plantilla competitiva pensando en el futuro.