El culebrón de Kawhi Leonard y los Spurs no terminó, Al menos, no por el momento. Tras jugar nueve de los 82 juegos a causa de una misteriosa lesión en los cuádriceps, idas y venidas a Nueva York, fuertes declaraciones de Popovich, Parker y Ginóbili y el secreto a voces que las relaciones con la gerencia están rotas, ahora toca ver cuál será el destino del alero.
En cuanto a lo contractual, Leonard tiene un año más de contrato por 20 millones de dólares, un salario accesible para una estrella de su talla. Sin embargo, también es elegible para firmar una extensión por 5 años y más de 200 millones, lo que aseguraría definitivamente su lugar en la élite. Sn embargo, los Spurs no parecen convencidos de ofrecerle esa suma y Kawhi no es feliz en San Antonio, por lo que un traspaso viene sonando hace varios meses.
Ante este panorama, los Spurs solo lo traspasarían (a riesgo de perderlo gratis en un año) si la oferta que llegara fuera “Grand Slam”, según informa The Ringer. La franquicia texana viene compitiendo sin faltar a playoffs hace ya más de dos décadas y su objetivo primordial es seguir por ese camino, por lo que si alguien quiere a Leonard va a tener que soltar varios activos a cambio.
Los dos equipos que suenan más fuerte para conseguir a Leonard son los Philadelphia 76ers y Los Angeles Lakers. Ambos tienen los activos necesarios para tentar a los texanos para realizar el movimiento, poseen espacio salarial de cara a la próxima temporada y la llegada de Kawhi puede funcionar como puntapié inicial para atraer otra estrella a su proyecto, como LeBron James, Paul George o DeMarcus Cousins.
Si los Sixers hicieran una oferta, Dario Saric, Robert Covington, el pick 10 de este draft y hasta Markelle Fultz serían los traspasados. Especialmente el ala-pívot croata podría tener un gran impacto en los Spurs, donde sus características encajarían perfectamente con el juego que viene pregonando Gregg Popovich hace un lustro.
Ahora, si los Lakers quisieran a Leonard, nativo de California, algunos de los assets a soltar serán Kyle Kuzma, Brandon Ingram, Josh Hart o Julius Randle, este último siempre que sea vía sign and trade. Con Lonzo Ball como la cara de la franquicia y Dejounte Murray tomando cada vez más responsabilidades, la salida del hijo de LaVar parece algo impensada.
Los Spurs se tomarán todo con calma y si hay novedades, seguramente serán en la noche del draft o cuando se abra la agencia libre, el 1° de julio. Pueden aparecer otros equipos interesados, como los Nuggets o Clippers, pero lo que parece seguro es que ofertas no faltarán. Quedará en Buford y compañía resolver el culebrón.