Partido de vida o muerte para el FC Barcelona Lassa, que se jugaba su continuidad en los playoffs de la ACB. Tras perder los dos primeros partidos en Vitoria, el Barça volvía a casa obligado a ganar para continuar luchando. De aquí en adelante, lo único que pueden permitirse los de Pesic son victorias.

Y eso es lo que hicieron. El equipo, aupado por un gran Palau Blaugrana, logró mostrar una competitividad que se les había escapado en la cancha de los vascos. Lograron defender como no habían podido hasta entonces y evitar que Baskonia se marchase en el marcador, llegando a los instantes finales con todo por decidir.

Fue entonces cuando el Barça dio un paso adelante, con jugadores secundarios tomando el timón y demostrando su valor. La decisión en esos últimos segundos fue lo que separó a locales de visitantes, dándole a los de Pesic la oportunidad de poder seguir luchando el próximo domingo en una nueva batalla contra el fracaso.

A las trincheras

Esta vez sí. Era una noche grande. El Palau Blaugrana presentaba el aspecto de las grandes citas. Lleno hasta la bandera, el templo baloncestístico de la ciudad condal se preparaba para una noche vital para su equipo. Y el Barcelona lo necesitaría. Necesitaría todo el apoyo de una afición que parecía lista para llevarlos en volandas hasta la victoria.

Como si quisiera mandar una señal, Ante Tomic comenzó el partido más que motivado. Con intensidad y grandes jugadas, el pívot del FC Barcelona estaba empezaba a cocinar, a fuego lento, lo que iba a ser un gran partido. El conjunto vasco, como era de esperar, respondió, algo que no cambiaría en todo el partido.

Barça y Baskonia se preparaban para una batalla épica que ninguno de los dos equipos quería perderse. Cuando alguno de los dos equipos parecía listo para realizar un pequeño parcial y crear una mínima ventaja en el marcador, aparecía alguna de las estrellas rivales para impedirlo.

Ya fuese con un triple de Shengelia o un mate de Hanga, ambos equipos parecían tener respuestas infinitas, algo que quedó claro en todo momento. La diferencia, en esta ocasión, estaba siendo la gran intensidad aportada por Rakim Sanders y Reynolds desde el banquillo. Ambos jugadores fueron claves para frenar a Baskonia al término del primer cuarto.

El segundo periodo comenzó con un buen Baskonia, que encadenó un parcial de 7-0 entre el final del primer cuarto e inicio del segundo. El Barça, eso sí, respondió gracias a la capacidad de dirección de Heurtel y un Navarro como el de las grandes noches.

Navarro y Huertas volvieron a verse las caras. | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)
Navarro y Huertas volvieron a verse las caras. | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)

Tomic, por su parte, continuaba a un nivel brutal, haciendo pagar a Baskonia desde la pintura de manera constante. Hay que decir, eso sí, que ninguno de los dos equipos disfrutaba de un gran ritmo en ataque. Como dijo Pedro Martínez al término del encuentro, los dos conjuntos tuvieron “poca claridad” en sus acciones.

Así, sin nadie capaz de dominar el partido llegaba el descanso. Pese al luminoso, que daba la ventaja a Baskonia, la imagen que dejaba la primera mitad daba esperanzas a los locales, que habían sido capaces de imponer su ritmo cuando más necesitados estaban.

Saquen la artillería pesada

Tras ser incapaces de dominar ni crear ventajas en el marcador en toda la primera mitad, Barça y Baskonia volvían al parqué con la esperanza de encontrar algo que les hiciera más cómodo el partido. Eso se notó, sobre todo, en la actitud de un Baskonia que parecía mucho más decidido a atacar la pintura azulgrana.

Una idea que no tardaron en adoptar los blaugranas, que intentaron exprimir la zona visitante con un Tomic imperial, así como la aportación vital de Moerman. El Palau enloquecía, poco a poco, y alcanzaba niveles de euforia que no se vivían desde hacía tiempo. Era un hervidero.

Ambos conjuntos continuaban fallando mucho, con muchos problemas por anotar, con lo que el Barça decidió entregarse, definitivamente, a la defensa. Victor Claver realizó un magnífico trabajo atrás, convirtiéndose en un verdadero muro que actuó como ancla del equipo. A través de su defensa, los blaugranas fueron capaces de imponer su ritmo en ataque y respirar cuando más deberían haber sufrido.

La aportación de Claver fue vital para la victoria local | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)
La aportación de Claver fue vital para la victoria local | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)

La aportación de algunos de los secundarios fue vital a lo largo de todo el partido, sobre todo debido al bajo nivel mostrado por Heurtel. El base francés, utilizado como revulsivo desde el banquillo, no parecía ser capaz de encontrar su ritmo en un partido esencial.

Tras un tercer cuarto más que disputado, el Barcelona logró recuperar el liderato, lo que obligó a Baskonia a poner toda la carne en el asador al inicio del último periodo. Con un buen parcial, volvieron a apretar las cosas, haciendo necesaria, ahora, la reacción de los locales.

La intensidad de Reynolds y su grandísima defensa, le dio al Barça el empujón que necesitaba para recuperar el control del partido y poner a los visitantes contra las cuerdas. Aunque, como no podía ser de otra manera, su reacción no se hizo esperar demasiado. La batalla no cesaba.

El reloj corría, los segundos pasaban… Y nada cambiaba. El intercambio de golpes llevaba al límite a ambos púgiles, que luchaban por mantenerse en pie tras cada golpe recibido. La defensa continuaba siendo la protagonista de un partido que iba a decidirse en los instantes finales.

A dos minutos y medio del final, Shengelia machacaba el aro culé en lo que podía suponer un cambio radical en la inercia del partido. El Palau callaba… Pero no duraría demasiado. En la siguiente jugada, Moerman hacía lo propio con el aro vasco y despertaba de nuevo a un Palau Blaugrana que sería vital en los últimos minutos.

Tomic dominó el partido en ambos lados de la cancha | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)
Tomic dominó el partido en ambos lados de la cancha | Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)

Llegaba, entonces, un triple de Baskonia que empataba el partido a dos minutos del final. Las manos estaban sudorosas, los nervios a flor de piel, y el partido al filo del fin. Los errores llegaban, por parte de los dos equipos, pero la intensidad no cesaba ni un segundo.

A un minuto del final, un triple de Rodrigue Beaubois  ponía a Baskonia un punto por encima. El Barça debía responder, y vaya si lo hizo. Tomic recuperó el liderato para los locales, que luchaban por seguir con vida. Pero el Baskonia tendría la última. Una última jugada que hacía temblar al Palau Blaugrana.

El baloncesto tiene algo de poético. Los visitantes atacaban y el Barça defendía su vida. Balón a Shengelia. La estrella de Baskonia había liderado al equipo desde el banquillo, y necesitaba la última. La merecía. Pero no podría. Era el momento de otra estrella. Otra que había salido desde el banquillo.

Thomas Heurtel se plantó ante Shengelia y le arrebató el balón, obligando a los vascos a cometer falta y, prácticamente, poner fin al partido. Tras anotar el primer tiro libre, Heurtel lanzó el segundo a fallar para evitar el tiempo muerto de los visitantes, sentenciando el partido.

De esta forma, el Barça lograba evitar la eliminación y alargar las semifinales un partido más. Tras la victoria local, ambos conjuntos blaugranas volverán a enfrentarse el domingo con objetivos parecidos pero distintos. Los vascos seguirán buscando la victoria para pasar a la final, mientras los de Pesic querrán alargar su andadura y forzar el quinto partido.