Comienza el segundo año de reconstrucción en Chicago, y el Draft 2018 es el punto de partida para afianzar de cara al futuro un núcleo joven, pero sobradamente preparado. De hecho, este verano se presume clave para definir el rumbo de la franquicia. Gar Forman tendrá que tomar decisiones importantes junto a Fred Hoiberg sobre la renovación de jugadores importantes y sobre el rol que ocuparán otros.

La renovación de LaVine marca el camino

Una vez recuperado de una lesión en el ligamento cruzado, Zach LaVine ha jugado 24 partidos con Chicago Bulls esta temporada. LaVine promedió 16.7 puntos y 3.9 rebotes por partido, con un 38.3% de acierto en tiros de campo. Dadas las circunstancias, en Chicago se preguntan si merece un contrato por el máximo.

Zach LaVine en el banquillo de los Bulls. | Foto: NBA.com
Zach LaVine en el banquillo de los Bulls. | Foto: NBA.com

Por un lado, confían en la progresión de Zach LaVine y hay razones para ofrecerle el máximo. Hay que recordar que LaVine tiene tan solo 22 años, y que ha demostrado tener mucho talento en Minnesota Timberwolves. Además, su comunión con la entidad y la afición está fuera de toda duda, por lo que nada haría pensar en un estancamiento en su juego. 

Por otro lado, existe una corriente de pensamiento que defiende la idea de dejarlo marchar. Chicago Bulls tiene una elección alta en el próximo Draft 2018 que podría destinarse a un escolta de calidad. Con el dinero destinado a la renovación de LaVine, los Bulls podrían acometer el fichaje de una estrella como Paul George o DeMarcus Cousins. La llegada de uno de estos dos jugadores aportaría un salto cualitativo en las aspiraciones de Chicago Bulls en la Conferencia Este. 

De momento, Chicago guarda bajo la manga la Qualifyng Offer en el cuarto año del jugador. Esta oferta supone la prolongación de un año de su contrato por el 125% del salario anterior (4.33M$) y si el jugador finalmente acepta la oferta, en 2019 se convertirá en Agente libre Sin Restricciones.

Otras decisiones importantes

Además de la renovación (o no) de Zach Lavine, Chicago debe tomar decisiones importantes que condicionan de una manera u otra su elección en el Draft 2018.  

En primer lugar, la franquicia confía plenamente en Khris Dunn y Cameron Payne como los bases del futuro. Ambos han dejado buenas sensaciones a lo largo de la temporada y parecen claras apuestas para el puesto de "point-guard"

Asimismo, la incertidumbre sobrevuela los puestos de escolta y alero. A la negociación con Zach LaVine, se le suma la situación contractual de David Nwaba, quién ha cambiado recientemente de agente y tiene una "QO" por 1.6M$ de Chicago Bulls encima de la mesa. Por su parte, Denzel Valentine y Justin Holiday, ambos con contrato en vigor, buscan su sitio en la rotación de Fred Hoiberg. 

En el puesto de "cuatro", la gran apuesta es Lauri Markkanen. El ala-pívot finlandés ha demostrado su talento natural y su rápida adaptación a la liga. Junto a él, Noah Vonleh ha sorprendido a propios y extraños con minutos de calidad desde el banquillo

Por último, el puesto que ofrece más dudas es el de pívot. Hoiberg ha probado a Robin Lopez, Portis y Felicio a lo largo de la temporada. De ellos, tan sólo Bobby Portis parece contar de cara a un futuro.

La prioridad es un alero

Uno de los grandes talentos por los que suspiran muchas franquicias del top-10 es Mikal Bridges. El alero de los Villanova Wildcats tiene un amplio abanico de recursos en ataque. Además de su versatilidad en la pista, destaca el 43% en T3 que ha registrado este mismo año y la posibilidad de anotar tras "catch&shoot". En el plano defensivo, ha demostrado su capacidad para defender cerca del aro pese a su corta estatura (2,01M) y su físico aún por desarrollar.  

El segundo nombre que se ajusta al perfil que buscan en Chicago es Michael Porter Jr. Considerado un jugador fuera de serie, Porter Jr. estaba predestinado a ser el número uno del Draft 2018, pero una inoportuna lesión le dejó lejos de las pistas durante casi toda la temporada. El alero de Missouri Tigers reúne velocidad, explosividad y habilidad para poner el balón en el suelo. Es un anotador capaz de crearse sus propios tiros y un gran jugador a campo abierto. Sin embargo, su breve paso por la NCAA y la grave lesión que sufrió este mismo año pueden hacerle bajar muchos puestos. 

El último en aparecer en el catálogo ha sido Kevin Knox. El alero de dieciocho años y de 2,06 metros de altura  ha disputado un único curso en NCAA. En un principio, los analistas estadounidenses le situaban fuera de la lotería. Sin embargo, sus "workouts" han sorprendido tanto a los expertos y a los directivos, que se apuesta por una subida hasta los puestos de lotería.  

Knox ha promediado 15.6 puntos (44% en TC), 5.4 rebotes y 1.4 asistencias en los 37 partidos que disputó con la Universidad de Kentucky. 

Atentos a las oportunidades

Wendell Carter Jr. en la práctica con Chicago Bulls. | Foto: Sam Smth para NBA.com
Wendell Carter Jr. en la práctica con Chicago Bulls. | Foto: Sam Smth para NBA.com

Pese a tener muy claro el perfil de jugador a elegir, siempre hay que estar atento a cualquier oportunidad de mercado y  escoger al mejor talento. Si Doncic, Trae Young o Mo Bamba cayeran al puesto número siete, la prioridades de Chicago Bulls podrían cambiar.

De hecho, las predicciones de los expertos apuntan a Wendell Carter Jr., ala-pívot formado en Duke, como la principal elección de Chicago Bulls en el séptimo puesto del Draft 2018. Aunque no se ajusta en demasía al perfil que buscan los Bulls, Carter Jr. presenta unas características que pueden complementar a Markkanen en el small-ball que predomina en la liga. Sus principales credenciales son la versatilidad e inteligencia dentro de la cancha, así como su capacidad para dominar en el rebote ofensivo y un 41% en triples.