Todo fichaje del domingo se ve opacado por la llegada de LeBron James a los Lakers, en un movimiento que reconfigura completamente la NBA y le da aún más competitividad a la conferencia Oeste. Sin embargo, al otro lado de los Estados Unidos, otra franquicia tradicional cerraba un fichaje más que interesante de acuerdo a su situación actual.
Los New York Knicks serán el nuevo destino de Mario Hezonja, quien viene de un par de campañas más que decepcionantes en Orlando. El croata llega con la misión de reforzar un núcleo joven que se está formando, con Kristaps Porzingis como líder y con Frank Ntilikina y Kevin Knox como escuderos.
Hezonja, que fue seleccionado en la quinta posición del draft del 2015, nunca tuvo en los Magic la regularidad, los minutos y la confianza necesaria para demostrar porque era considerado uno de los talentos más determinantes de esa camada, que contó con Karl-Anthony Towns y el propio Porzingis, que fue elegido justo antes que el escolta.
Ahora, Hezonja llega a los Knicks en un contrato que supone un bajo riesgo para la franquicia y una gran oportunidad para él. Si en Nueva York logra demostrar la regularidad, madurez y saca a relucir su capacidad anotadora, todas cosas que le faltaron durante su periplo por Orlando, el próximo año podrá negociar una renovación mucho más importante desde el punto de vista económico y logrará afianzarse en la NBA.
Para los neoyorkinos, por su parte, se trata de una apuesta que no representa mucho dinero y con un vínculo de un año, por lo que mantienen intacto su espacio salarial para 2019. Si la apuesta sale bien, tendrán en el croata un anotador interesante en una edad ideal para hacerle un contrato largo y ser un escudero de lujo para Porzingis. La era Fizdale está aún gestándose, pero ya tiene a su primer refuerzo en la agencia libre.