El camino de los Boston Celtics ya cuenta con  un proyecto consolidado para el presente y para el futuro. Desde que en el verano de 2013, el General Manager de los Celtics,Danny Ainge, traspasara a Pierce y Garnett a los Brooklyn Nets, los Celtics han ido remodelando su plantilla, y manteniendo su columna vertebral, la cual salió de los picks obtenidos en este traspaso.

El primero en llegar fue Marcus Smart, el base/escolta llegó en el draft de 2014 en el pick 6, y ya en 2018 firmó la extensión de su contrato con los verdes por 52 millones en 4 años. La segunda pieza fundamental llegaría dos años después, en 2016; Jaylen Brown llegaría en el pick 3, y rápidamente,se convertiría en un jugador importante y clave para los Celtics, por eso las oficinas de los de Boston fueron previsoras y decidieron darle la renovación justo antes de que comenzara la presente temporada, ya que sería la última con contrato rookie y a partir de la próxima temporada,la 20/21,entra su nuevo contrato máximo de 115 millones por 4 años. Y la tercera pieza en llegar a esta columna vertebral, sería Jayson Tatum, en el draft de 2016 en el pick 3.

Tatum se ha convertido en un líder estos tres años con los Celtics. Esta última temporada, ha conseguido elevar sus estadísticas a 23,6 puntos por partido respecto a los 14,8 puntos de la pasada campaña. Por eso Ainge, se prepara para hacer la misma operación que hizo el año anterior con Jaylen Brown, ofrecerle el máximo en su contrato justo antes de que empiece su cuarta y última temporada de contrato rookie. Como ya avanzó Brian Windhors para ESPN, lo más seguro es que Tatum obtenga el máximo, pero este año algunos factores podrían complicar esta renovación. Estos factores son: saber si va a haber una reducción del límite salarial para la próxima campaña, el cual  podría reducirse cerca de 30 millones y también podría afectar a los contratos máximos, y el segundo factor es saber que hacen Gordon Hayward y Enes Kanter con sus opciones de jugador.