El Estudiantes está repleto de leyendas, una lista con nombres bordados en oro que se encuentra en la memoria de todo hincha estudiantil. Entre ellos se encuentra el de Mariana González, capitana del conjunto colegial.

Su trayectoria comenzaba en la categoría junior y allá por el 2007 haría su debut con el primer equipo, el resto es historia. Disputó 16 temporadas de manera interrumpida, convirtiéndose en un ejemplo para cientos de niñas.

Además de ser la jugadora con más partidos disputados en la historia del club (295), encabeza la lista de anotación (2468 puntos). Asimismo, sus 1493 rebotes son tope en la entidad.

En su memoria quedarán grabados 3 ascensos a la máxima categoría del baloncesto femenino: 2008, 2017, 2020. Entre ellos se encuentra un título de LF2. Tras una temporada de ensueño para el Estudiantes, logrando el récord de victorias (22) y así certificando el ascenso, Mariana reflejaba números de primer nivel: 9,6 puntos y 4,9 rebotes en 19 minutos. No obstante, ‘Maru’ ha decidido cerrar su etapa al “no poder compaginar tanto jugar en Liga Femenina 1 como dedicarme a mi profesión (fisioterapia).

Mediante un comunicado oficial, el club confirmó que albergarán un más que justificado homenaje. Además, recorre los pasillos del Ramiro la unánime petición de retirar su camiseta, aquel número 10 que debe presidir el techo bajo el que brilló.

Respecto al futuro de la jugadora madrileña, el ‘Magata’ seguirá siendo su casa, ya que ejerce de fisioterapeuta en el Centro Médico. No obstante, no cerró la puerta a un hipotético regreso al parquet: “He dejado la puerta abierta a seguir jugando, porque no quiero dejarlo del todo.  Nunca en la vida jugaría contra el Estu.”

La salida de Mariana está precedida por 5 de sus compañeras: Paula Palomares, Aitana Cuevas, Laura Marcos, Andrea Malanda e Irene San Román. Consecuentemente los huecos empiezan a sellarse con incorporaciones de prestigio: Carmen Grande o Jana Raman.

Además, se pudo conocer la renovación de Alberto Ortega a la cabeza del staff técnico, y de piezas de renombre como Leslie Knight y María Espín. Con la vacante en el brazalete de capitán, el Estu deberá reformarse de cara a la próxima campaña, tanto deportiva como emocionalmente.

Los valores demostrados por el ‘Estu’ son ya una seña de identidad, algo que se trasmite generación tras generación. Hoy, contemplamos ese mismo suceso.