Inoperancia estudiantil para dejar tocados a los fieles

Movistar Estudiantes cierra la primera vuelta con otra dura derrota en casa, esta vez ante un copero Herbalife Gran Canaria. A remolque desde el principio, el Estu no pudo en ningún momento con su rival.

Inoperancia estudiantil para dejar tocados a los fieles
Fuente: ACB / E. Candel
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Por Miguel Maestre Fernández

Herbalife Gran Canaria venció a domicilio en el BarclayCard Center a Movistar Estudiantes por 70-87. Alen Omic fue el más destacado del partido, finalizando con un doble-doble (15 puntos y 11 rebotes).

Lastre desde el principio

En la previa, pocos instantes antes de que se diera inicio a la acción en cancha, se proyectaba en los videomarcadores del pabellón un mensaje de Kyle Kuric, ex de Estudiantes y ahora en Gran Canaria. Kuric no puede jugar aún tras superar un meningioma, pero se quiso acordar de la que fue su primera afición en España con un mensaje que levantó los aplausos en el Palacio.

De nuevo Vicedo era titular, esta vez en una alineación bajo el mando de Alberto Lorenzo. Empezó vivo el partido, pero cayendo ya del lado canario desde un primer momento. Y con una defensa que era blanda y escasa, teniendo que poner tierra de por medio los entrenadores eventuales del Estu porque se les iba. Hernangómez era uno de los que trataba de aguantar, pero Omic hacía mucho daño en una zona que los locales no lograban controlar.

Se sumaba el problema con las faltas. Bircevic salió para sustituir a Rey y cometió dos faltas en poco tiempo. Era turno para Fran Guerra, por tanto, uno de los menos habituales de los que conforman la plantilla profesional. También era utilizado Brandon Thomas, cuya situación en el equipo sigue en suspense.

El Estu cedió el primer cuarto, pero lo hizo recibiendo 27 puntos (19-27). Todo iba cuesta arriba de cara al resto del encuentro en un partido, de nuevo, a remolque.

Mejora la defensa, pero no hay ataque

Se animaba un poco el equipo madrileño porque lograban defender un poco mejor, aunque no era suficiente. Además de seguir con enormes problemas en el rebote defensivo, Estudiantes enlazaba buenas jugadas en ataque que llegaban a tiros que no metía. Nadar para morir en la orilla.

También se atrancaba el equipo de Aíto García Reneses, pero poco importaba ya que lideraban por diferencias que rondaban los diez puntos. Controlaban el partido desde la distancia, con tranquilidad.

Le trataban de poner algo de showtime los jugadores locales, pero ni así. Volvía Rabaseda al Palacio tras marcharse a las islas en verano, aunque no tuvo casi influencia en el juego. Al descanso, 31-42.

Fuente: ACB
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Una sentencia tempranera

Tras salir de vestuarios llegó el empujón canario, el que dejaría todo sentenciado. Un inicio muy vivo, un auténtico correcalles. Y, contra todo pronóstico, el equipo que ya llegaba ventaja fue el claro beneficiado de ello.

Desde el triple y aprovechando las excesivas pérdidas y errores del rival fue como Herbalife Gran Canaria sentenció el partido. Seeley, Paulí, Aguilar y Newley daban la estocada definitiva con más de diez minutos aún por disputarse. Al final del tercero, sin embargo, 49-66.

Nada más que mostrar

El silencio, el ambiente y la no animación en el BarclayCard Center era difícil de explicar. Calma tensa, muy tensa, a la espera de fogonazos espontáneos que dieran opción a no deprimirse. El partido no tenía alma, el Granca tampoco quería hacer más sangre y Nico Laprovíttola era el único estudiantil que anotaba con cierta diligencia.

Los jugadores estaban cabizbajos, zombies, sin nada más que ofrecer. Los de Estudiantes. En el caso de Gran Canaria, tiempo para Rabaseda o Pasecniks para jugar un poco más de lo habitual. Al sonar la bocina de final de encuentro el marcador reflejó un 70-87.

Fuente: ACB
Fuente: ACB

Estu, hundido en descenso; Granca, a la Copa

Otra derrota más para el Estu. 3-14 en la primera vuelta, con sólo una victoria -ante Baloncesto Sevilla- en casa. En la temporada del descenso, la 2011/12, Estudiantes llevaba el doble de victorias en este punto de la campaña. Da que pensar.

Todo lo contrario para Gran Canaria, que acaba quinto con 10-7. Tras el carrusel previo ya estaba matemáticamente clasificado para disputar la próxima Copa del Rey, a la que llega con buen sabor de boca.