Este domingo, a las ocho de la tarde, tendrá lugar un verdadero partidazo de nuestro deporte, el de la canasta y la pelota. Las expectativas son muy altas, tanto por baloncesto -ya que juega uno de los clubs históricos de Europa y uno de los más punteros actualmente- como por lo visceral -pues este encuentro significa la vuelta de Obradovic como entrenador a la que fue su casa durante ese mágico año 1994-.
El club verdiengro organizará una fiesta de bienvenida con diversas actividades sorpresa y la presentación de los jugadores. El Olímpic abrirá sus puertas a las 18:00h. Todo el espectáculo, sumado al partido, será el momento ideal para conocer ya definitivamente a los nuevos fichajes del Divina Seguros Joventut y a todos los jugadores de la plantilla para esta temporada 2016-2017.
La propuesta de jugar este partido viene de lejos, a final de la pasada campaña, Zeljko, en un intento por ayudar económicamente a la Penya, planteó la posibilidad de disputar un amistoso frente a su Fenerbahçe. Así se formuló y así acabará resultando.
El mismo entrenador visitante declaró hace escasos días que espera (y pide de manera explícita) que los aficionados llenen el estadio este domingo, ya que la ocasión lo merece.
Motivos sentimentales aparte, aunque no sea fácil, este partido servirá para poder ver de primera mano a uno de los mejores equipos de la Euroliga (vigente subcampeón, eliminando en semis de la Final 4 al Baskonia y cayendo en la finalísima frente al CSKA). También en lo deportivo, este encuentro tendrá la utilidad de presentar el nuevo equipo local, con nuevas incorporaciones y caras nuevas tanto en el 'roster' como en el banquillo.
Veremos de qué son capaces de hacer tanto Vasiliauskas, como Stutz, como el mismo Sergi Vidal, ante un equipazo con mayúsculas como es el conjunto turco.