La salida de Sergio Rodríguez a la NBA dejaba un vacío imposible de subsanar en la plantilla del Real Madrid. Un mago del balón, un talento inigualable, un jugador MVP. La directiva dedició apostar y contra todo pronóstico se confirmó la vuelta de Dontaye Draper.

Campazzo no, Doncic y Draper si

Cuando se confirmó la marcha del Chacho a los Philadelphia 76ers todo el mundo señaló un nombre: Facundo Campazzo. El argentino, jugando en calidad de cedido en Murcia, era la estrella del UCAM y había desplegado su vistoso y eficaz juego durante la temporada.

El mismo jugador declaró que cuando se enteró de la marcha del base de San Cristóbal de la Laguna creía que volvería al Real Madrid. Al igual que Facu, prácticamente todo el mundo pensaba lo mismo.

Pero entonces la directiva del conjunto blanco decidió apostar el futuro en el presente, decidía que Luka Doncic pasaba a ser el segundo base de la plantilla por detrás de Sergio Llull. Aumento de galones para el esloveno, que con 17 años tiene la tarea de "suplir" al Chacho.

Sin embargo dejar un solo base por detrás de Llull es peligroso, más aún cuando este tiene 17 años, aunque sea Doncic. Por eso la directiva cerró la vuelta a casa de un viejo conocido, Dontaye Draper.

Draper dejó huella en el vestuario y en la afición

El americano con pasaporte croata se marchó hace dos temporadas de la capital española. La primera de ellas la jugó en el Anadolu Efes, mientras la última la pasó en Krasnodar, donde junto a Anthony Randolph, Georgios Bartzokas y Víctor Claver alcanzaron la Final Four de la Euroliga.

Un jugador infravalorado durante toda su carrera que abandonó Madrid tras su primera etapa en busca de más minutos en un equipo que también pudiese competir por el título de Euroliga. Ahora regresa a Madrid con el objetivo de añadir títulos a su palmarés y, por supuesto, contar con un rol más importante que entre 2012 y 2014.

Importancia dentro y sobre todo fuera

Un jugador muy completo y sumamente infravalorado

Con Doncic de segundo teórico base la versatilidad de la segunda unidad del Real Madrid aumenta todavía más. Si ya había jugadores como Maciulis o Nocioni que pueden jugar en distintas posiciones, el joven esloveno puede desempeñar las funciones tanto de base, escolta y alero.

Draper en la primera etapa en Madrid tenía un rol muy determinado de dar descanso a Sergio Llull y Sergio Rodríguez. El de Maryland imprimía gran intensidad, tanto en ataque como en defensa, siendo un auténtico perro de presa para los rivales, un peligroso tiro de tres puntos y fuerza para penetrar al aro. Un jugador completo e infravalorado.

Esta temporada gozará de más minutos y relevancia, especialmente para frenar a bases rivales de gran calidad, como el flamante fichaje del Barcelona Tyrece Rice. También, como revulsivo, ya que juega con una intensidad muy alta y en los partidos atascados puede servir para refrescar la ofensiva.

Pero ante todo la importancia de Dontaye llega fuera de las pistas. Cuando se anunció su marcha al Efes, varios compañeros mostraron sentimientos de pena por la salida del americano. Un buen jugador pero todavía mejor compañero. Precisamente Draper fue clave en la decisión de Anthony Randolph, compañero suyo la pasada temporada en el Lokomotiv, de fichar por el club blanco.

Sin duda aportará dentro de la pista, pero también ayudará al joven Doncic a mejorar en otros aspectos, y mejorará la gran química de este equipo para que los títulos de la era Laso sigan llegando.

Fotos del artículo: ACB y Euroliga