Comienzo del encuentro con Dontaye Draper dando la sorpresa como titular por los blancos. Rápidamente los otomanos tomaban el mando anotador con dos triples consecutivos del cañonero Koksal. Los dos conjuntos volcaban mucho juego en los tiros exteriores, intentando jugar dobles bloqueos para que los tiradores que corrían por el carretón salieran liberados de marca. Los capitalinos fueron asentando mejor las marcas y daban vuelta al resultado, una vez más guiados por un Llull asesino desde el perímetro.
Ataman pedía el primer tiempo muerto, intentando a toda costa que los madridistas no cogieran ritmo de crucero. Los pupilos de Laso iban profundizando en la pintura rival jugando un buen pick&roll, mientras que los turcos subsistían a base triples, como el de Micov. Los locales demostraban que son un equipo muy físico, y castigaban la menor perdida del Madrid, gracias a ello impusieron un cruento parcial de 9-0. Rompía la horrible racha Ayón con un plástico mate, pero la sangría blanca desde fuera era enorme, quinto triple de Galatasaray. Salía Doncic, y lo hacía para aportar puntos y asistencias. Final del primer cuarto (25-20).
Batalla anotadora
El segundo parcial amanecía con un ritmo frenético en las dos zonas. Ayón metía un mate tremendo en la cara de Tibor Pleiss posterizándolo, pero respondía Sinan Guler con otro triple. Los otomanos estaban ganando una ingente cantidad de rebotes ofensivos, por lo que seguían sumando en segundas oportunidades. Un vez más el genio adolescente Doncic se echaba el equipo a las espaldas, dando una exhibición de como absorber juego y doblar precisas asistencias. Laso seguía rotando y metía una nueva unidad a pista comandada por Carroll y el rocoso Othello Hunter.
Tras un magnífico rebote ofensivo de Doncic, Carroll inoculaba su veneno desde el 6.75 y el Madrid se colocaba de nuevo por delante. Nuevo tiempo muerto de un enojado Atamán. Los turcos también tienen fondo de banquillo y salía a pista el gladiador Alex Tyus, que a la primera que tuvo la metió para abajo. Los dos conjuntos firmaban grandes porcentajes de tiros, friéndose en la media y larga distancia, por lo que el marcador era abultado. Final de la primera mitad (49-46) con una importante orgía anotadora.
Aplastante Galatasaray
Comienzo de la segunda parte con Jeffery Taylor como novedad madridista, buscando más músculo en los uno contra uno defensivos. Pese a ello los blancos seguían cometiendo los mismos errores, una clara desconcentración en la lucha por el rebote y llegando tarde a la ayudas frente a los tiros exteriores de los otomanos. Ello, sumado a una preocupante sequía anotadora, volvía a ampliar la ventaja de los locales, que superaban la barrera psicológica de los diez puntos. Tras el 2+1 de Tibor Pleiss, Laso pedía tiempo muerto intentando buscar soluciones de emergencia.
La ventaja de los otomanos seguía aumentando hasta un preocupante +15. Además los merengues ya estaban en el bonus de personales, mientras que Galatasaray apenas sumaba dos. Luka Doncic entraba de nuevo a pista para intentar obrar el milagro. Pero no les salía nada a los madridistas, que apurados por remontar cometían errores en los pases, propiciando pérdidas y contras mortales. El especialista Diebler enchufaba otro triple, poniendo más clavos en el ataud blanco. Justo sobre la bocina Doncic se vestía de Llull y conectaba un misil imposible desde diez metros. Final del aciago tercer cuarto (73-60), y mucho que remar.
Tremenda remontada, cruel derrota
El Madrid tenía que ponerse la capa de héroe para tener opciones en el partido, y se puso manos a la obra. Comenzó a defender con mayor intensidad, y sus estrellas se activaron en ataque. Randolph forzaba faltas de tiro y cargaba con personales clave a hombres como Austin Daye. Doncic y Rudy sacaban la mira telescópica y conectaban varios triples consecutivos. Los turcos se defendían como podían, con algún punto de Diebler, pero de repente la ventaja se había reducido a cuatro puntos. Y menos aún tras el magnífico alley-hoop entre Doncic y Hunter.
La remontada se materializaba definitivamente tras la canasta de Randolph, los blancos habían eliminado una desventaja de 18 puntos y metido 23 en menos de cinco minutos. Espectacular reacción de los merengues. Minutos de la verdad y todo en un pañuelo, al triple de Carroll respondía con otro Diebler, dos metralletas humanas. A Hunter le pitaban una dudosa falta en ataque y en la siguiente posesión mate de Tyus. Tras ello un terrible carrusel de tiros libres. Doncic tuvo un triple para forzar la prórroga, pero de manera agónica vencieron los turcos (87-84). Pese a ello el Madrid sigue en lo más alto de la tabla.