Quinto partido de la serie que enfrentaba a Golden State Warriors y Portland Trail Blazers. El equipo de Kerr dominaba la eliminatoria por 3-1. Jugaban en el Oracle Arena, y antes del partido su jugador estrella, Stephen Curry, recibía el premio al Mejor Jugador (MVP) de la pasada temporada. Todo hacía presagiar que iba a ser una noche de fiesta en la bahía de San Francisco. Pero Portland Trail Blazers, acostumbrados a que nadie diese nada por ellos esta temporada, estaban allí para luchar y mantenían vivas sus opciones de clasificarse. Se daban todos los elementos para que ocurriese lo que ocurrió: un partido vibrante.

Curry recibió su segundo MVP antes de empezar el encuentro | Foto: NBA.com
Curry recibió su segundo MVP antes de empezar el encuentro | Foto: NBA.com

Los guerreros de Stotts

Cualquier previsión más o menos optimista a principio de temporada de los Trail Blazers, se centraba en Damian Lillard como el único motor capaz de llevar al equipo a ser competitivo. Pero su entrenador, Terry Stotts, ha hecho milagros con una plantilla de teóricos jugadores secundarios. La gran postemporada de jugadores como Aminu, Crabbe, Harkless o el Jugador Más Mejorado de la pasada temporada regular, C.J. McCollum, han permitido que Portland compitiese de tú a tú ante Golden State hasta el último golpe.

Otra de las claves de la gran eliminatoria de los Trail Blazers ha sido el inicio de los partidos. Exceptuando el Game 1, los hombres de Stotts empezaron con mucha más energía cada partido de esta eliminatoria, llegando a ponerse incluso con más de diez puntos de diferencia en cada uno de ellos. Y anoche no fue una excepción. Damian Lillard anotó un total de 21 puntos en la primera mitad, que permitieron a su equipo llegar con ventaja al descanso (58-63), algo que ha ocurrido en cuatro de los cinco partidos de la serie.

Thompson abrió el camino

Por el lado local, Klay Thompson era el encargado de mantener a flote a su equipo. Ante la mala noche de Green, y un Curry al que aún le falta ritmo en los minutos iniciales, las entradas del escolta era la única fuente fiable de anotación en la primera mitad de Golden State, que además perdieron a Bogut por lesión.

Tras el descanso, Lillard empezó a perder frescura, mientras que Thompson explotó con 16 puntos en el tercer cuarto. Las apariciones de Al-Farouq Aminu y Allen Crabbe mantenían la igualdad en el marcador en este parcial, cerrado con un triple de Stephen Curry que hacía presagiar lo que iba a venir después.

Se acaba la temporada para Portland | Foto: NBA.com
Se acaba la temporada para Portland | Foto: NBA.com

El duelo Curry-McCollum

Tras la experiencia de la histórica prórroga del cuarto partido, estaba claro que Stephen Curry iba a ser el encargado de tomar el control del último cuarto para sentenciar a los Trail Blazers. Lo que no entraba en los pronósticos era la respuesta de Portland, y de forma más específica, de C.J. McCollum. El escolta anotó 16 de sus 27 puntos en el último cuarto, mostrándose imparable, y manteniendo la tensión hasta el final. Pero Curry no se quedó atrás, y con un par de triples puso en pie a todo el Oracle Arena, para posteriormente sentenciar el partido con frialdad desde la línea de tiros libres, y clasificar a su equipo por segundo año consecutivo para las Finales de Conferencia de la NBA.

Su rival saldrá del enfrentamiento entre Spurs y Thunder

Golden State está ya a mitad de camino de su único objetivo: revalidar el título de campeón de la NBA. Pero en las Finales de Conferencia tendrán un hueso duro de roer, ya que su rival saldrá del ganador de la eliminatoria que enfrenta a San Antonio Spurs y Oklahoma City Thunder, que actualmente marcha 3-2 a favor del equipo de Donovan. Por tanto, el equipo con el mejor récord de la historia y con el único MVP unánime no lo tendrá fácil para volver de nuevo al Olimpo de la NBA.