Tony Parker ya no es el que era hace unos años. Ha crecido como jugador, se ha hecho mayor y ha perdido cualidades físicas que le impiden ser el mismo. Contribuye en otras facetas en las que él se siente, por el momento, a gusto. Ya no es un anotador puro, pues el equipo tiene a otros jugadores que pueden hacer este papel que antes hacia, junto a Ginobilli y a Duncan, en sus tiempos 'mozos'.
Con la llegada de Pau Gasol, la de LaMarcus la pasada temporada y el descubrimiento de Kawhi Leonard en las Finales del 2014, Gregg Popovich ha dejado de lado la importancia que tenía Tony al anotar los máximos puntos posibles para el equipo. Ahora su faceta, con la que dice mostrarse encantado, es la de pasador, es decir, dar el máximo juego posible desde el inicio a estos jugadores que serán los más importantes en la faceta anotadora.
En el pasado, Tony obtuvo el reconocimiento como uno de los mejores anotadores de la mejor liga de baloncesto del mundo. En las últimas tres temporadas, el promedio de anotación de Parker ha caído en picado; está muy lejos de la campaña que hizo en la 2012-13, cuando el francés promedió 20,3 puntos por partido. El francés terminó el año pasado con 11,9 puntos por encuentro, su anotación más baja desde la 2001-02, su primera temporada en la NBA.
Su compañero de filas, el argentino 'Manudona', que también ha sufrido este cambio en los últimos años, dijo que "es una transición que todo el mundo pasa a través de los años y de la experiencia". Ginobilli también comentó que "Tony lo ha entendido y lo ha hecho muy bien". Además, como a Manu le ocurriera, cree que "Tony tendrá algunos altibajos y a veces incluso un poco de frustración".
Lo más importante de todo es que el francés se siente a gusto con su nuevo rol en los San Antonio Spurs, y eso es esencial para tenerle en el equipo los máximos años posibles, hasta que sea su cuerpo el que diga basta y no su cabeza.