A sus 31 años, Aaron Brooks sigue siendo un jugador con el que cuentan grandes equipos de la NBA. El último en hacerse con sus servicios fueron los Indiana Pacers que decidieron este verano, firmar un contrato de 1 año a cambio de 2,5 millones netos. A pesar de que el puesto de base lo tienen bien cubierto con jugadores como Monta Ellis o Jeff Teague, el equipo de Indianápolis tomó la decisión de contar con otro base que contase con experiencia y pudiera ayudar a otros jugadores como por ejemplo Joe Young. La intención de los Indiana Pacers parece ser que Aaron Brooks instruya en un año al joven Joe Young y así este poder aumentar su nivel de juego y contar con otro papel en el equipo.
A parte de por este motivo, que parece ser el menos relevante para esta temporada, el equipo dirigido por Nate McMillan ha contratado al jugador estadounidense para que aporte a su equipo profundidad y anotación saliendo desde la segunda unidad. Su juego se basa principalmente en la creación y anotación. Su porcentaje de tiros de tres se ha mantenido casi siempre en un 40% de acierto. Además, en sus últimas temporadas en los Chicago Bulls, ha llegado a promediar 14,1 puntos por partido, y 4,4 asistencias en una media de 20 encuentros por temporada. Destaca sobre todo su capacidad de liderazgo ya que en cada equipo que ha estado en sus ocho temporadas en la NBA, ha sabido adaptarse perfectamente al rol que se le ha pedido y ha sido capaz de hacer lo que fuese en cada momento por ayudar a su equipo.
El base de 1.83m no cuenta con todas sus características a su favor, ya que también cabe destacar algunos de sus puntos débiles. Entre ellos se encuentra su dificultad a la hora de defender porque es un jugador de baja estatura que, a pesar de intentar dar todo lo que puede, no consigue defender del todo bien a su hombre; pero en este ámbito mejora si juega un compañero detrás que le libere un poco. También hay que señalar su baja consistencia, debido a que hay partidos en los que destaca y en otros en los que apenas participa.
A pesar de todo esto, los Indiana Pacers han formado una plantilla en la que todos y cada uno de los puestos están muy bien cubiertos ya que cuenta con jugadores de distintas características, que pueden complementarse y ayudarse de tal forma que los partidos puedan resolverse a su favor o incluso variar las distintas formas de su juego.
Analizando la plantilla del equipo de Indianápolis, la llegada de Aaron Brooks supone una adición solida que no solo ayudará con su experiencia a jóvenes jugadores de los que se espera un sólido progreso, sino que también permitirá la formación de una plantilla que permitirá hacer soñar a su afición con la llegada a los playoffs, y quién sabe si por estar en las finales luchando por el campeonato.