Esta noche seguramente se vivirá uno de los partidos no aptos para cardíacos de la temporada regular. Hoy pelearán por el orgullo texano dos de los equipos con más rivalidad en la conferencia oeste, entre Houston y Dallas hay una gran rivalidad, son cuatro cuartos en los que se juegan la dignidad y el orgullo, no es una victoria o derrota más. Dirk Nowitzi o James Harden, uno de estos dos será el verdugo del otro equipo. Hoy más que nunca sus respectivas franquicias necesitan que tengan afiladas sus armas para seguir siendo respetados en Texas.
Houston empieza con el pie izquierdo
La franquicia quería empezar la temporada cómo un cohete dado los resultados conseguidos en una pretemporada de ensueño. Pero D'Angelo Russell dijo que él estaba ahí con sus Lakers y el equipo capitaneado por Harden se llevó el primer batacazo. El partido ofensivo no fue para nada malo y “The Beard” consiguió su primer doble-doble de la temporada con 34 puntos y 17 asistencias (récord en su carrera de asistencias). A la franquicia texana le volvió a pasar factura su actitud defensiva que hizo los 120 puntos de Lakers. En éste partido que jugarán en casa de Dallas, el American Airlines Center, querrán estrenar su pabellón con una victoria frente a su máximo rival, Dallas Mavericks.
Dallas quiere coger la senda de la victoria
A pesar de que Dallas no ha comenzado su temporada de la mejor forma posible. Empezaron perdiendo frente a Indiana Pacers en una no muy buena prórroga del conjunto texano. Intentarán ganar en casa para alejarse del camino la derrota y de paso conseguir el orgullo texano y que mejor forma que conquistando Houston para hacer feliz a todos sus fans. En el anterior partido la veterana estrella, Dirk Nowitzki, tiró del equipo junto a Deron Williams y Harrison Barnes pero no fue suficiente para ganar a unos Indiana que están lanzados. Necesitarán ayuda de todo el equipo de su francotirador, Seth Curry, y Andrew Bogut en la pintura ofensiva y defensivamente.
Los Rockets ganan en el global
En los cinco últimos partidos disputados entre los dos equipos del estado texano, tres encuentros se los ha llevado los Rockets y dos Mavericks lo que hace que para la cuenta personal Dallas quiera empatar su global y poner el orgullo texano al mismo nivel. Como bien hemos comentado antes es el derbi más esperado de la NBA y con más tensión de la NBA. No es sólo un partido. Es el partido texano por excelencia. Mientras Dallas intentará empatar el global, Houston lo único que querrá será agrandar su ventaja y demostrar a los jinetes que el orgullo texano seguirá salvaguardado en su cohete.
Las estrellas querrán lucir
Tanto Dirk como “The Beard” tienen como objetivo demostrar quien lleva la batuta en sus respectivas franquicias y a su vez seguir agrandando sus hitos.
Dirk Nowitzki lleva un total de 17 temporadas en los Mavs, es decir una carrera dedicada a la franquicia texana. En los 1.265 partidos que ha disputado ha tenido una media de 22 puntos por temporada en cada partido, 3 asistencias y 8 rebotes. El internacional alemán ha sido de los máximos anotadores de su equipo y un jugador que ha dejado todo en cada jugado por Dallas, un veterano en derbis texanos frente a Houston.
James Harden lleva liderando Houston desde que llegara a la franquicia texana procedente de Oklahoma en la temporada 2012-2013. Sus tres temporadas en Texas han sido de ensueño, varias de ellas en la pelea por el MVP y entrando en playoffs. Rondando los 30 puntos por partido en cada temporada acompañado de 7 asistencias y 6 rebotes hace que ofensivamente sea bastante efectivo. Lo único a mejorar de ésta superestrella es la defensa en la que flojea de cierta manera cómo Houston en general.
En conclusión, éste partido será un encuentro en el que veremos muchas canastas, en el que sus estrellas serán fundamentales pero lo más fundamental será la defensa de cada uno de estos dos equipos. Las dos franquicias han perdido sus primeros encuentros en ésta temporada y en éste derbi saben lo que se que juegan. Encontrar la senda de la victoria y seguir el camino de los caídos. No es sólo un partido, no es una victoria o una derrota. Es conseguir el orgullo texano y decir quién de los dos manda en Texas.