Pasan los años y parece que las frases como "los tiros libres son importantísimos" o "los tiros libres deciden partidos" no han pasado de moda. Siempre, allá donde uno vaya, hay entrenadores con la frase mítica sobre la importancia de los tiros libres. Para muchos jugadores, una visita a la línea del "4,60" (distancia a la que se encuentra de la canasta) es como meter una canasta debajo el aro, una forma muy cómoda de anotar. Para otros en cambio, es una auténtica tortura, siendo para ellos más bien la línea del castigo.
DeAndre Jordan, el pívot de Los Ángeles Clippers, siempre se ha caracterizado por sus pésimos números en los lanzamientos de tiros libres. De hecho, en los últimos años se han visto varios partidos en los que el "hack a DeAndre" era algo constante, hasta el punto de volver los partidos un auténtico aburrimiento. Si no, que le pregunten al bueno de "Pops", que en las últimas temporadas ha convertido cualquier duelo ante los Clippers en un recital de faltas intencionadas a DeAndre Jordan para que tirase tiros libres.
Muchos piensan que es irremediable, que el que es malo es malo y no podrá mejorar sus porcentajes por mucho que practique. Sin embargo, Jordan tiene un ejemplo muy pero que muy cercano que demuestra que no es imposible mejorar en este aspecto. Su compañero desde hace ya muchas temporadas, Blake Griffin, era realmente desastroso en el lanzamiento de libres. Acabó la temporada 2011-2012 con un 52'1%; por encima del 50% pero muy lejos de un porcentaje aceptable para un jugador NBA. La siguiente campaña, se fué hasta el 66%, la siguiente al 71'5% y en la 2014-2015 alcanzó su mejor porcentaje con un 72'8%. Es decir, en cuatro años mejoró un 22'7%, algo realmente admirable. Hoy en día, ya le vemos tirar con mucha efectividad desde media distancia e incluso animarse con algún triple.
DeAndre Jordan: "Jamás tiraré los tiros libres a cuchara"
Por lo tanto, DeAndre Jordan no tiene excusa, acabó la pasada campaña con un 43%, algo que le lastra como jugador. Recientemente, visto su problema con este tema, fue preguntado por si se estaba planteando cambiar algo, y en concreto le dijeron que si se le había pasado por la cabeza tirarlos "a chuchara". DeAndre Jordan fue claro y directo, "Jamás tiraré los tiros libres a cuchara". Sin duda, debe seguir trabajando en este aspecto; estamos ante un jugador que promedió ni más ni menos que un doble-doble en temporada regular, algo que muy pocos pueden decir. Sus números fueron de 12'7 puntos y 13'8 rebotes, algo realmente espectácular. Está en su mano, tiene ejemplos de que puede hacerse, pero ¿mejorará? Es toda una incógnita, aunque las esperanzas no son muy grandes. Actualmente está en un 45'8%, que no está mal para lo que se le ha visto hacer. No obstante, los Clippers confían en que pueda aportar más desde la línea de personal, elevando en cuatro o cinco puntos la media del equipo y haciendo que el resto de equipos pierdan un poco la baza del "hack a DeAndre".