El dúo formado por Gordon Hayward y Rudy Gobert se enfrenta a los todopoderosos Golden State Warriors de Kevin Durant y Stephen Curry. La pasada temporada los de Steve Kerr lograron imponerse en los cuatro duelos disputados entre ambos equipos. Los Splash Brothers fueron protagonistas, pero Utah Jazz ya dio síntomas de competitividad que espera volver a dar esta próxima madrugada.
Utah: tierra de los sueños
La temporada 2015-2016 terminó de una manera no tan positiva como se esperaba para el equipo del Oeste. Los Jazz terminaron con 40 victorias y 42 derrotas y sufrieron la ira de La Mamba en su despedida de 60 puntos. A pesar de quedarse fuera de las eliminatorias por el título, la plantilla no perdió la confianza y gracias a los refuerzos se ha convertido en uno de los combinados más competitivos de toda la NBA.
Este año con 14 victorias y nueve derrotas, el equipo dirigido por Quin Snyder se encuentra séptimo en la Conferencia Oeste y metido de lleno en la lucha por los Playoffs. Tras romper una racha de cuatro derrotas consecutivas, los Jazz se han subido al tren de la regularidad y son a día de hoy, una de las escuadras más fiables de la competición.
Con siete triunfos en los últimos ocho partidos, Utah ha empezado a creer en la posibilidad no solo de luchar por quedar entre los ocho primeros en el Oeste, sino que también en la oportunidad de acabar en los puestos de arriba para tener el factor cancha a favor en Playoffs.
Gordon Hayward se perdió seis partidos, pero desde que volvió de su lesión se ha agrandado partido tras partido. 23,4 puntos, 6,4 rebotes y 3,9 asistencias de media argumentan el liderazgo de un baloncestista clave en los triunfos de su equipo. Gobert con doble-doble de promedio (11,3 tantos y 11,3 rebotes por noche) y George Hill (20 puntos, 3,5 rebotes y 4,2 asistencias por choque) han contribuido al buen hacer de los de Snyder.
Los Warriors no quieren parar
Steve Kerr ya avisó al mundo de que su equipo no buscaría batir el 73-9 del año pasado. El objetivo de Golden State para esta campaña es claro y conciso: el Anillo. 22 partidos después los californianos son líderes del Oeste y de la liga con 19 victorias por tres derrotas. A estas alturas la pasada temporada, los campeones del 2015 no conocían la derrota. Sin embargo, muchas cosas ha cambiado y mejorado un equipo creado para el éxito. La proyección ofensiva está siendo simplemente espectacular. Kevin Durant (26,5 puntos), Stephen Curry (25,9 tantos) y Klay Thompson (22,6 puntos) lideran las estadísticas ofensivas por noche de una plantilla competitiva y ambiciosa como ninguna.
La perfección no existe
Por mucho que se quiera buscar con ahínco, la perfección no es algo real. De ahí que los 'invencibles' Warriors hayan perdido tres partidos (ante Spurs, Lakers y Rockets) y que el infalible Stephen Curry se haya quedado en dos encuentros sin anotar un triple. Pero, al fin de cuentas las estadísticas no son más que números, y lo que de verdad importa son los hechos. Golden State ha ganado 14 de sus últimos 15 duelos, y con 120 puntos de media por partido, son el equipo más destructivo de toda la NBA.
Sin ir más lejos, el Staples Center y Los Angeles Clippers fueron testigos de lujo del dominio de la escuadra de La Bahía (98-115). El día que Curry (19 puntos, cero triples, cuatro rebotes y seis asistencias) y Durant (16 puntos, ocho rebotes y siete asistencias) no brillaron tanto, Draymond Green con 22 puntos y Klay Thompson con 24 tantos tomaron el relevo.
Pase lo que pase esta noche, nada quedará visto para sentencia. Sin embargo, los Utah Jazz tienen una oportunidad inmejorable para demostrar al resto de equipos lo competitivos que pueden llegar a ser ante un 'grande' como Golden State.