Sin ninguna duda el año de Houston Rockets se divide en dos distinguidas partes. La primera fue el final de la anterior temporada 2015/2016 con sus Playoffs incluidos. La segunda parte es la actual temporada. Distintos factores han influido en el cambio de la primera parte a la segunda como el traspaso del pívot Dwight Howard a Atlanta o la llegada de D´Antoni.

La temporada pasada no fue la mejor temporada para los aficionados ni jugadores de la temporada texana. Se podría decir que tuvieron el balance más equitativo con un porcentaje de 50% de victorias, por lo cual su global fue 41 victorias y 41 derrotas quedando así octavos, entrando por los pelos en Playoffs que se enfrentarían contra los que batieron el récord, Golden State Warriors. Durante la temporada regular no dejaron buenas sensaciones en la mayoría de sus partidos sobre todo en el aspecto defensivo y ofensivamente Houston solo jugaba si Harden estaba en el parqué organizando, Houston dependía de un hilo, más bien de un solo hombre. En los Playoffs, con la imagen dada en la temporada regular, pocos eran los que tenían esperanzas en pasar de ronda y menos contra el mejor equipo de la conferencia oeste, los Warriors. Houston Rockets cayó en primera ronda con un 4-1 a favor de Golden y con una afición desquiciada con su defensa. En la anterior temporada hubo un jugador que destacó e intentó llevar al equipo lo máximo posible en volandas ofensivamente fue James Harden en una temporada con su dúo con Howard no funcionó tan bien cómo temporadas anteriores, la doble “H” se oxidó y dejó de funcionar. “The beard” disputó los 82 partidos promediando 29 puntos, siete asistencias y seis rebotes en 38 minutos.

Para ésta temporada la franquicia texana necesitaba renovarse y hacer un estudio a fondo de la plantilla. Tuvo bajas importantes pero las altas le han beneficiado y de qué manera. Las bajas han sido, Dwight Howard a Atlanta Hawks, Jason Terry y Michael Beasley a Milwaukee Bucks, Terrence Jones a New Orleans Pelicans y J.B.Bickerstaff como asistente a Memphis. Tras las pérdidas de gente importante, las han cubierto bien con jugadores que han dado la talla como Nené procedente de Washington o la pareja Gordon-Anderson que viene desde Pelicans.  A parte de estas piezas fundamentales también se han unido de jugadores Tyler Ennis de Bucks y en la elección 37 a Chinanu Onaku. Y una de las altas más importantes ha sido la del ex asistente en 76ers, Mike D´Antoni. Gracias a éste último Houston se ha marcado un gran inicio de temporada con su estrella en la pelea por el MVP y terceros en su conferencia con un global de 22 victorias y 9 derrotas. En el inicio la franquicia ha notado una mejoría en defensa tanto individual como colectivamente, a parte en el aspecto ofensivo, al jugar Harden de base, la organización en el juego ha mejorado, Houston mueve más el balón y lo más importante, han aprendido a jugar sin él en el parqué.

Para concluir, el principal objetivo de la franquicia texana es entrar en Playoffs, que si siguen así seguramente entren sin preocupaciones y en una buena posición. Como segundo objetivo seguramente sea pasar de la primera ronda y al menos llegar a finales de conferencia. Houston tiene equipo para ello, es muy peligroso y la defensa le ayuda a sacar ventaja, se hace más fuerte en partidos importantes y eso es un punto a favor para los texanos. Harden, Anderson, Gordon, Beverly, Ariza, son las principales amenazas desde el perímetro con poco rango de error y desde la zona con Nené y Capela lo tienen servido. Houston ha sorprendido, y como siga a este nivel va a sorprender aún más.