Desde el comienzo del último día de traspasos, Ricky mostraba resignación a través de un tweet en su cuenta personal. En una jornada en la que se dijo hasta el último momento (incluso se llegó a asegurar) que el español saldría de Minnesota con destino a Nueva York, a cambio de un Derrick Rose por debajo del nivel esperado y con contrato expiring, Rubio declaró lo siguiente:
Never stress over what you can't control.
— Ricky Rubio (@rickyrubio9) 22 de febrero de 2017
Una vez acabada la posibilidad del intercambio, la relación entre Tom Thibodeau (entrenador y presidente de operaciones) y Ricky, parece estar en un momento delicado. Poco se entiende además el intento de traspaso para traer a Derrick Rose con una necesaria renovación (está en su último año de contrato), cuando Thibs dijo que Kriss Dunn sería su base del futuro.
Además, el record y las sensaciones de Timberwolves con Ricky en pista son mejores para un quinteto en el que el peso anotador lo llevan Karl Anthony-Towns y Andrew Wiggins (razón por la cual Ricky está en sus mínimos de tiros intentados y anotación). La comparación de las estadísticas del equipo con y sin Ricky en pista son demoledoras. Cuando el base participa en el juego, Minnesota anota 30 puntos más, suma más de 10.6 rebotes que cuando Rubio descansa, y reparte el doble de asistencias.
Se entiende, por tanto, la frustración del número cinco del draft de 2011: “Como profesionales, sabemos que esto es lo que hay, pero esta vez ha sido diferente. Son todo rumores y no te lo crees hasta que no se acaba […] Somos profesionales, pero también somos humanos y tenemos sentimientos. Pero sé que son negocios y tiene que ocurrir así”.
En respuesta, su entrenador ha dicho que lo que se espera de un jugador de NBA es que sea profesional, además añadió: “Todo el mundo tiene un trabajo que hacer. Ven y haz tu trabajo. No te puedes distraer con otras cosas. Eso es lo esperado […] Si algo hubiera tenido sentido, habríamos hecho un traspaso. Pero tenía que tener sentido y hacernos mejores. Si no ocurrió, entonces hay que ser pacientes y continuar trabajando”.
Afrontando el último cuarto de la liga, Ricky ha declarado que el equipo todavía tiene oportunidades de entrar en playoffs: “hemos estado trabajando muy duro todo el año. No empezamos la temporada como queríamos, pero hemos estado empujando últimamente y solo tenemos que seguir corriendo”.
Con ocho semanas por delante, y seis equipos con posibilidades de playoffs, se antoja dura la lucha por el último puesto con plaza de eliminatorias en la conferencia oeste.