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Una alegría que se convirtió en pesadilla

Los texanos remontaron en el último cuarto y se impusieron a Warriors gracias a los errores de los vigentes campeones y la lesión de Draymond Green.

Una alegría que se convirtió en pesadilla
Vía: NBA.com/Rockets
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Por Pablo Municio

Golden State Warriors parecía que iba a tener su día perfecto que se acabó transformando en una pesadilla. La entrega del anillo y la felicidad de los jugadores al recibirlo, especialmente la de Kevin Durant, hacían presagiar que los Warriors iban a dar el máximo para llevarse la victoria. Finalmente, los errores cometidos en el último cuarto y la lesión de Green, transformaron ese camino de rosas en espinas.

El partido empezó a un ritmo bastante frenético y en el que los locales quisieron tomar la batuta. Entre todos salió un protagonista: Klay Thompson. El escolta, muy criticado por el nivel que dio en los playoffs, buscó resarcirse y anotó 11 de sus 16 puntos en los primeros cinco minutos. Con la alta eficacia de los de Oakland, el choque parecía tener un rumbo claro a favor de los locales. Rockets, con el cambio de jugadores y la entrada de Gordon tuvieron un nuevo aire en el partido.

Los texanos tuvieron que ponerse el mono de trabajo para reducir diferencias y parar a Nick Young, que empezó con la muñeca caliente. Entre el escolta de Rockets, Harden y PJ Tucker, que sería decisivo en el encuentro, reducirían la renta a tan sólo un punto al final del primer cuarto.

Tucker y Harden mantienen a Rockets en el partido

El equipo dirigido por Steve Kerr buscó rápidamente mantener el ritmo del primer cuarto y volver a poner tierra de por medio. El ex de los Lakers, Nick Young seguía estando muy acertado y dio un gran salto de calidad a la segunda unidad de Warriors antes de que los titulares volviesen a saltar a la cancha del Oracle Arena con una renta que empezó a superar los diez puntos.

Con el 66-49, hacía pensar que Warriors ya había desmoralizado a los texanos, sin embargo, estos empezaron a mejorar sus prestaciones como en el primer cuarto para recortar diferencias. Harden y PJ Tucker volvieron a aparecer en estos compases para que el marcador se quedase a 'sólo' nueve puntos cuando ambos conjuntos se marcharon a los vestuarios.

La lesión de Green cambia el choque

Uno de los protagonistas fue Draymond Green. El completo jugador de los Warriors iba camino al primer triple doble de la competición tras quedarse LeBron a una asistencia de lograrlo. Su equipo seguía muy por delante a la vuelta a la pista, y con en sobre el parqué la defensa aumentaba de intensidad. Además, cerró muy bien la pintura y consiguió con facilidad varios rebotes que le dejaron a un sólo punto de conseguir este triple doble. Sin embargo, un posible esguince de rodilla, a falta de confirmación oficial, obligó al jugador de los Warriors a abandonar la cancha con el marcador aún por resolverse.

En el último cuarto, los 13 puntos que tenía de diferencia Warriors pasaron a tan sólo cuatro en menos de cuatro minutos. Los de Texas apretaron en ataque y supieron aprovechar las carencias defensivas de la segunda unidad de Warriors para meterse de lleno en el partido cuando aún faltaban bastantes minutos del periodo decisivo.

Los campeones supieron mantener la calma y pusieron tesón y ganas en mantener una cómoda renta para afrontar el tramo final del encuentro, pero se toparon con un 0-9 en el momento decisivo para dejar de nuevo el partido en una situación delicada. Tres puntos en más de tres minutos y medio condenaron a Warriors. Además, un triple que al final acabaron señalando de dos porque McCaw pisó la línea al lanzar y el tiro que no entró en tiempo de Durant, fueron otros de los pequeños resultados que beneficiaron a Houston para dar la primera sorpresa de la temporada.

En la Conferencia Oeste se vienen muchas curvas, y parece que este año los Warriors no lo tendrán tan fácil para alzarse con el reinado tanto en la conferencia, como en la NBA.