Oklahoma solo anotó seis de los últimos 20 tiros del partido. La última jugada dispuso de hasta tres lanzamientos a canasta de la que no anotó ninguno. Con esa imagen de los últimos minutos del partido Vavel NBA ha decidido quedarse cómo momento de la jornada. Define a la perfección la actitud del equipo en aquellos partidos en los que no es capaz de cerrarlo, un equipo nublado en ideas y apagados en actitud colectiva.
El actual MVP de la liga, Russel Westbrook, consiguió su sexto triple doble. El jugador californiano anotó 27 puntos, 11 asistencias y 11 rebotes, en 39 minutos en pista. De nada le sirvieron a unos Thunder que dos días atrás habían conseguido dar un golpe encima de la mesa tras “patear el culo” (definición de Kevin Durant) a los Golden State Warriors. El propio Westbrook tuvo la última posibilidad para darle la victoria a su equipo, pero el triple que lanzó en la jugada final no sonó a red de victoria.
En lugar del ensordecedor recibimiento por parte de los aficionados, los jugadores se marcharon a los vestuarios cabizbajos y con un silencio sepulcral. El equipo tienen que mejorar en ese aspecto, es la octava vez que dejan escapar una ventaja de dobles dígitos y acaban perdiendo el partido. En una liga tan competitiva como la NBA, cosas como estas pueden pasar, pero que del as 10 derrotas que llevan los Thunder, ocho hayan estado dominando todo el partido es preocupante. Donovan tienen que cambiar el ánimo del equipo que cuando le vine la tormenta no abre el paraguas, sino que se sitúa bajo un tejado y todo el agua le cae.
Los Thunder tendrán la oportunidad de cambiar esta dinámica esta misma noche contra los Mavericks en Dallas.