La Champions League no para de crecer. Año tras año la máxima competición europea a nivel de clubes sube su exigencia y esta edición está siendo memorable. Así lo han demostrado los ocho equipos que se disputan su presencia en la 'Final Four' de Colonia, dejando claro que todos son aspirantes a conquistar el trono europeo. El Veszprém y el PSG son los únicos equipos que acarician la fase final tras vencer a domicilio a Vardar y Zagreb respectivamente, pero a Flensburg, Kielce, Kiel y Barça aún les resta una 'final' a todo o nada.

       HC Vardar      26 29 MVM Veszprém
Foto: EHF.

El equipo de Xavi Sabaté tiene pie y medio en la Final4 de Colonia tras dejar en silencio el Jane Sandanski Arena. Los húngaros están rindiendo a un nivel excelente en el tramo final de la temporada y lo demostraron en Macedonia. Tras un inicio muy parejo en el que las defensas se impusieron (5-5, min.15), Alilovic comenzó a aparecer y disparó a los suyos, que cobraron una renta de dos goles provocando el tiempo muerto de Raúl González. Lejos de surtir efecto, tras el parón el Veszprém olió sangre y puso tierra de por medio (7-12, min.26), obligando al técnico español a pedir su segundo tiempo muerto apenas tres minutos después. Tras una exclusión de Abutovic en los últimos instantes del primer tiempo, Karacic soltó un misil desde los diez metros que perforó la portería visitante y colocó el 9-12 con el que se llegó al descanso.

Tras el paso por vestuarios, el Vardar aclaró las ideas y puso la directa hacia Colonia, consiguiendo empatar el encuentro imprimiendo un ritmo frenético (16-16, min.38). Xavi Sabaté, temeroso de que sus pupilos tiraran por la borda el buen trabajo de la primera mitad, paró el partido e intentó que el Veszprém volviera a imponer su ritmo; y lo consiguió. La escuadra magiar recuperó la tranquilidad y poco a poco volvió a despegarse en el marcador (18-23, min.46) con un Ilic desatado. Raúl González trató de revertir la dinámica sustituyendo a Sterbik por Milic y pasando a una defensa 5:1, pero el Veszprém estaba intratable.

Sin embargo, el Vardar no tiró la toalla y por fin encontró la manera de superar la pesada barrera magiar. Shishkarev colocó el 24 a 25 y provocó los dos minutos de Schuch. Además, Sabaté hizo saltar a pista a Mikler buscando un revulsivo. Cuando peor lo estaba pasando el conjunto húngaro, apareció Nagy con dos goles en inferioridad para salvar los muebles y mantener a los suyos arriba en el marcador. Palmarsson se encargó de finiquitar el encuentro en los últimos minutos con dos cañonazos y de instaurar el definitivo 26 a 29.

SG Flensburg-Handevitt 28 28 KS Vive Tauron Kielce
Foto: EHF.

El equipo teutón era ligeramente superior, pero la estrategia de Talant Dujshebaev consiguió neutralizar el potencial del Flensburg y otorgó la batuta del encuentro al Kielce. El primer tiempo estuvo marcado por la igualdad (8-8, min.14), pero fue el equipo polaco el que impuso su ritmo de juego, consiguiendo que el Flensburg no se sintiera cómodo. Andersson salvó a los suyos en varias ocasiones y un gran Lauge permitió que el partido se fuera al descanso con todo por decidir (13-14).

Al poco de comenzar el segundo tiempo, el Kielce se vio contra las cuerdas tras sufrir una doble inferioridad, pero el brazo de Lijewski mantuvo a los suyos en el partido. De hecho, cuando el equipo polaco recuperó a los dos excluidos, aún mandaba en el marcador (17-18, min.36). Sin embargo, el Flensburg aumentó la intensidad y llegó a ponerse tres goles arriba (23-20, min.43). Glandorf fue el único jugador teutón al que la defensa del Kielce no consiguió detener, y el gigantón no dejó de soltar el brazo para mantener a su equipo a la cabeza del partido. De hecho, el zurdo terminó el choque con once tantos en su haber.

La defensa 5:1 volvió a carburar y el ataque local se espesó, de manera que el Kielce aprovechó para volver a empatar el partido (24-24, min.48). La igualdad fue máxima en los últimos minutos del encuentro y ningún conjunto fue capaz de despegarse, hasta que a falta de treinta segundos para el final Talant pidió tiempo muerto para preparar la última acción del partido (28-28). El Kielce perdió el balón y a punto estuvo de pagarlo muy caro, pero Glandorf incurrió en pasos y el marcador no se movió. De esta manera, la eliminatoria queda totalmente abierta, pero al ser Polonia el escenario donde se decidirá el ganador, el equipo amarillo es ahora el favorito.

           HC PPD Zagreb            20 28 Paris Saint-Germain Handball
Foto: EHF.

La eliminatoria entre croatas y franceses era a priori la más desequilibrada, y aunque los de Vujovic intentaron por todos los medios revertir el pronóstico, el equipo galo selló prácticamente en Zagreb su presencia en Colonia. El partido comenzó muy tosco, con ambas defensas poniendo el listón muy alto, tanto que a los cinco minutos de juego cada equipo contaba con una exclusión. El PSG no tardó en demostrar que acudía a Croacia con la intención de sentenciar la eliminatoria, y a los diez minutos Vujovic se vio obligado a pedir tiempo muerto (3-7). La tónica del encuentro no cambió hasta el descanso y, aunque el Zagreb fue capaz de reducir la diferencia en los últimos compases aprovechando una exclusión visitante (13-16 al descanso), el Paris Saint-Germain fue el claro dominador del primer acto.

Aunque el desarrollo de los primeros 30 minutos no dejaba mucho margen a la imaginación, el pase por vestuarios cambió totalmente la dinámica del encuentro. El Zagreb salió en tromba y apenas siete minutos después ya había empatado el encuentro (16-16, min.37). Tal fue la desconexión de los parisinos que tardaron ocho minutos en estrenarse en la segunda mitad. La defensa local estaba causando estragos y Noka Serdarusic no dudó en pedir tiempo muerto al ver cómo el choque se les complicaba en cuestión de minutos. El partido entró en los últimos diez minutos y los croatas comenzaron a acusar el desgaste físico de la remontada. Se sabían inferiores y eran conscientes de que la única manera de plantarle cara al PSG era corriendo más que ellos, de manera que, cuando las fuerzas flaquearon, los balcánicos se quedaron sin argumentosHansen -que finalizó el encuentro con nueve dianas-, Karabatic y Vori acabaron con las ilusiones locales y permitieron que su equipo se llevase a Francia una elocuente renta de ocho goles (28-20).

            THW Kiel      29 24 FC Barcelona Lassa
Foto: EHF.

El equipo zebra sabía que sus opciones de clasificación pasaban por el Sparkassen Arena. Batir al actual campeón de Europa en el Palau se antojaba imposible, por lo que los de Alfred Gislason tenían que echar el resto en Alemania. El Barcelona inició el partido muy enchufado, manteniendo a raya al equipo teutón durante casi toda la primera parte. El Kiel trató de imprimir un ritmo muy alto a su juego, y el equipo de Pasqui contestó con la misma técnica haciendo que el partido entrara en una dinámica fulgurante hasta que las defensas poco a poco se fueron ajustando. Landin comenzó a entonarse y a Jallouz y Jicha se les hizo de noche, chocando el ataque blaugrana una y otra vez contra el muro teutón. A eso se sumó un Klein brillante que acabó el primer tiempo con siete dianas y que lideró un parcial de 4-0 en el borde del descanso. El Barça se quedó sin argumentos y el resultado al descanso fue de 16 a 12.

En la segunda parte el equipo culé quiso remendar el apagón de la primera mitad y no tardó en volver a meterse en el partido, provocando el tiempo muerto de Gislason (18-17, min.40). La reacción de los zebras fue instántanea y con parcial de 3-0 volvieron a poner tierra de por medio y a volver a sentirse cómodos en la pista (22-18, min.44). El Barça volvió a la carga, pero el Kiel levantó un muro impenetrable y el lanzamiento exterior culé no consiguió poner en aprietos a un espectacular Landin, de manera que la renta alemana no se vio amenazada. Cañellas, que estaba dirigiendo a los suyos como no lo hacía desde hacía mucho tiempo, terminó de condenar a un Barcelona que llegó a verse seis abajo en el marcador (27-21, min.54). El Kiel supo administrar su renta y el 29-24 final obliga al Barça a apelar a la magia del Palau para intentar conseguir otra remontada histórica.