La pelota está a punto de comenzar su intenso periplo sobre el parquet, y en el Grupo A, será objeto de anhelo por parte de seis selecciones que aspiran a todos. Están en juego cuatro puestos para los cuartos de final, y tendrá gran importancia la manera en que se distribuyan estas cuatro plazas. Con Corea del Sur y Francia en el otro grupo, la confluencia de la anfitriona, Brasil, la gran favorita al título, Noruega, y la siempre batalladoras guerreras españolas, da lugar a un escenario tan apasionante como impredecible.
Noruega: ampliación de la triple corona
Victoriosas en las citas olímpicas de Pekín 2008 Londres 2012, en el Europeo y en el Mundial. Así de florido fue el ciclo olímpico para un país en el que el balonmano ostenta una gran importancia, siendo las mujeres deportistas muy valoradas y que pueden ganarse la vida con su actividad deportiva. No son pocas las jugadoras españolas que tuvieron que buscarse las habichuelas en territorios nórdicos y conocen bien la estructura logística que ha permitido estas hazañas.
Con ese aval, Noruega no aspira a más que a alzarse con el oro. Su victoria ante Holanda en el Mundial, dio la posibilidad a España de participar en los Juegos Olímpicos al confirmar su hegemonía. Velocidad, mucho físico, juego con los extremos y gran circulación de pelota. Eso son los secretos de un combinado cuyo gran activo es la capacidad para jugar en equipo y anteponer el bien común al lucimiento individual.
Brasil: quieren ser profetas en su tierra
Las campeonas del mundo en el torneo disputado en Serbia en 2013, llegan con tantas ganas como presión mediática. Decepcionó en la cita mundialista de 2015, donde al igual que España, cayó en octavos de final. Una derrota que habrá de intentar dejar en anécdota, en pos de satisfacer las muchas expectativas puestas en esta selección por parte de todo los estamos deportivos y sociales del país anfitrión.
Brasil tuvo la opción de elegir en qué grupo quería verse encuadrada, lujo del que solo puede disfrutar la selección anfitriona. Sorprendió que eligieran el A, ya que un tropiezo ante España o Montenegro podría dejarlas en una situación compleja para luchar por las medallas.
España: guerreras al poder
Nada puede darse por hecho con un grupo de jugadoras tan talentosas como encorajinadas. La selección nacional no llega con las mejores expectativas posibles, después de un ciclo olímpico marcado por el éxodo masivo de jugadoras de nuestro país a otras ligas europeas, así como por la decepción mundialista al caer en octavos de final contr Francia.
Montenegro apeó en semifinales a España en Londres 2012
Sin embargo, las españolas se crecen en los momentos clave, y aspiran a revalidar el bronce cosechado en Londres 2012. Eli Pinedo liderará a una selección que mantiene el bloque de la anterior cita olímpica, como también lo hace con sus posibilidades de alcanzar presea. Las discípulas de Jorge Dueñas serán un hueso muy duro de roer para cualquiera con su juego polivalente.
El calendario de la selección nacional es el siguiente:
6 de agosto. Montenegro - España (21:40)
8 de agosto. España - Noruega (19:40)
10 de agosto. Brasil - España (14:30)
12 de agosto. Rumanía - España (19:40)
15 de agosto. España - Angola (00:50)
Montenegro: elemento desequilibrante
Es ese equipo que puede hacer saltar por los aires todos los pronósticos. Equipo competitivo como todos los balcánicos, y con experiencia en grandes torneos. Su sentimiento identitario les convierte en un conjunto que hace gala de un carácter competitivo difícilmente igualable, y han demostrado saber jugar y ganar en situaciones límite.
Subcampeonas olímpicas en Londres 2012 y cuartofinalistas en el Mundial 2015 poniendo en aprietos a Noruega, las balcánicas no contemplan la opción de no meterse en cuartos de final. Sus duelos contra Noruega, Brasil y España marcarán el devenir del grupo, aunque su cierta irregularidad puede ser un arma de doble filo.
Rumanía: evolución meteórica
Fue la gran sorpresa en el Mundial 2015, al eliminar a Brasil en octavos de final. Alcanzó las semifinales, donde apretó las tuercas a las que a la postre se alzaron con el título: las noruegas. La progresión de Rumanía es más que notable, teniendo en cuenta su ausencia en Londres 2012. Las inversiones estatales en esta disciplina se han hecho notar con una generación de jóvenes talentos muy destacable.
Cualquier victoria sobre alguna de las cuatro favoritas puede generar un seísmo en el grupo
Su falta de experiencia en Juegos Olímpicos puede ser una gran desventaja para ellas, pero si son capaces de canalizar bien la novedad, pueden ser una selección llamada a dar alguna campanada y romper con los pronósticos. Su aspiración es meterse en cuartos de final gracias a algún despiste de las favoritas ante ellas.
Angola: la cenicienta del grupo
Velocidad y potencia se dan cita en un conjunto con gran potencial pero que sigue pecando de cierto desorden táctico y técnico. Las angoleñas son siempre un outsider de lujo pero les cuesta mucho dar un salto cualitativo ante la solidez del balonmano europeo. Octavofinalistas en el Mundial 2015 y convidadas de piedra en Londres 2012, sus aspiraciones no van más allá de dar lo mejor de sí mismas y evitar goleadas.