Richie Porte está con ganas. El de BMC Racing Team ha conseguido una contundente victoria en la cuarta etapa del Critérium Dauphiné merced a su gran contrarreloj, superando a todo un campeón del mundo en la especialidad, Tony Martin (Team Katusha-Alpecin), por doce segundos y a un Alejandro Valverde (Movistar Team) que sigue en plena forma, por 24. Del resto de favoritos, destacar la igualada contienda entre Alberto Contador (Trek-Segafredo) y Chris Froome (Team Sky), a 35 y 37 segundos, respectivamente.
Por su parte, el líder Thomas de Gendt (Lotto Soudal) tiró de pundonor para retener un liderato que quiere saborear todo cuanto pueda. Lo que queda claro es que Porte es ahora el rival a batir durante el fin de semana, cuando la montaña haga acto de presencia.
Crono para especialistas
La cuarta etapa de este Critérium de Dauphiné supondría la primera prueba de fuego para los favoritos con una crono de 23,5 kilómetros con salida en La Tour-du-Pin y llegada en Bourgoin-Jallieu. Su perfil casi llano, a excepción de unas pocas ondulaciones y cortos repechos, otorgaba el favoritismo a los especialistas más puros, aunque se daba por hecho que los tiempos de los gallos no andarían demasiado lejos de los mejores.
Tony Martin defrauda
Tal y como cabía esperar, las primeras dos horas de contrarreloj sirvieron para que los ciclistas más retrasados en la general fueran mejorándose los registros: Cyril Lemoine (Cofidis, Solutions Crédits), Daryl Impey (ORICA-Scott), Chad Haga (Team Sunweb), etc. La salida del gran favorito, el campeón del mundo Tony Martin, animó la jornada, pues el alemán mejoró a todos sus rivales con un tiempo de 28:19 que, sin embargo, no resultó tan superior como se esperaba, especialmente su segunda parte de la crono.
Cuando el contrarrelojista de Katusha cruzaba la meta, el primero de los favoritos ya se encontraba en pista: Alberto Contador marcaba registros más que aceptables en el punto intermedio y terminaba a 23 segundos de Martin, habiendo realizado el mismo tiempo que el alemán en la segunda mitad de la crono. Algo que hacía presagiar que el campeón del mundo no había rendido bien en los últimos diez kilómetros.
Porte se pone primero
Una situación que acabó demostrando un excelso Richie Porte, que se mostró intratable desde el principio, para acabar batiendo el tiempo de Martin en 12 segundos con un tiempo que nadie superaría (28:07). Toda una sorpresa pues, sobre el papel, el aussie era inferior al alemán, que declaró en meta lo pesada que se le hizo la etapa en los últimos kilómetros, con sus constantes cambios de ritmo.
Mientras tanto, favoritos como Romain Bardet (AG2R La Mondiale) y Fabio Aru (Astana Pro Team) se dejaban más de un minuto con Porte, mientras Alejandro Valverde y Chris Froome luchaban codo con codo y marcaban tiempos muy parejos en el primer punto intermedio. Finalmente, el británico se desinfló en la segunda parte y terminó dos segundos por detrás de Contador, dejándose 37 con Porte, el gran triunfador del día. Por su parte, un fantástico Valverde se colocó tercero, a 24 segundos del australiano y metiendo varios segundos a Contador y Froome.
De Gendt se defiende
Con los favoritos ya bajados de su bici, quedaba por ver si el líder Thomas de Gendt sería capaz de aguantar su preciado maillot amarillo en la primera jornada complicada. Y no lo hizo nada mal el belga, mejor que Contador en el primer punto intermedio y doblando a su predecesor (Domont) bastante temprano. Con la motivación que siempre otorga el maillot jaune, De Gendt se dejó todo en la etapa para finalizar en un notable noveno puesto, a 42 segundos del ganador. De esta manera, el de Lotto Soudal retiene el liderato un día más, mientras Porte se convierte en el rival a batir en la montaña.
Mañana, última ocasión para los velocistas
Ante la inminente llegada de la montaña, la jornada de mañana se presenta como la última oportunidad para los hombres rápidos del pelotón con una etapa de 175,5 kilómetros entre La Tour-de-Salvagny y Mâcon. Hasta seis puertos puntuables han de superarse (la mayoría de 4ª categoría) en la que, a pesar de todo, es la etapa en línea más llana del Critérium. Todo lo que no se traduzca en un sprint masivo sería una gran sorpresa.