El fútbol estadounidense no para de crecer año tras año. Cada vez son más personas las que se aficionan a la Major League Soccer y cada vez son más los que disfrutan de un fútbol espectacular, lleno de altos y bajos para todos los equipos, y donde siempre hay una magia alrededor de los estadios que a muchos estadios europeos les gustaría.

Pasen y vean la demostración de que esto es algo cierto, de que el ‘soccer’ se ha ganado con todas las de la ley convertirse en un deporte seguido por los estadounidenses en particular y por los amantes del fútbol en general.

Seattle Sounders

Equipo revelación de la temporada para unos, expectativas cumplidas para otros. Seattle Sounders, el día 10 de diciembre, se erigió sobre los otros 19 equipos de la competición. Tras una temporada de altibajos y un punto de inflexión en el cambio de entrenador, el fútbol les consagró como campeones de la MLS Cup por primera vez en su historia.

El empate no desapareció del marcador en los 120 minutos que duró el espectáculo

Un final de liga trepidante en el que conocer al campeón costó llegar hasta el último suspiro. El empate no desapareció del marcador en los 120 minutos que duró el espectáculo. Gracias, en gran parte, a Frei. El guardameta se volvió una auténtica muralla infranqueable. Ni siquiera Giovinco, quien para muchos debería haber sido el jugador mejor valorado de la temporada, logró perforar la red del cancerbero.

Así se llegó a penaltis. Los lanzamientos desde los once metros acostumbran a estar cargados de tensión y sufrimiento, más si se viven en una final. Como habitúa, la suerte es la desestabiliza la balanza en este tipo de momentos. Al carrilero de Toronto, Morrow, la portería se le hizo pequeña y empotró el balón contra el travesaño. Seattle convirtió el último penalti y se coronó como rey del soccer.

El equipo del noroeste de Estados Unidos ha tenido una temporada un tanto irregular. El club hizo una buena inversión en fichajes para poner a punto la plantilla, pero las cosas no empezaron nada bien. No conseguían los resultados esperados. La directiva tomó una decisión drástica: destituir al entrenador para contratar a Brian Schmetzer. Un preparador sin apenas un currículum destacable, pero con lo que no contaba Sigi Schmid, el anterior jefe del vestuario. Eso era cultura esmeralda. Schmetzer es un hombre de la casa, un hombre que ha mamado de los Sounders. Con su personalidad y su carácter cercano tanto a los jugadores como a los aficionados, ha logrado una gesta histórica para el equipo de su ciudad.

En el mismo mes, llegó Nicolás Lodeiro, el salvador uruguayo. En la ciudad, acostumbrados a jugar con un esquema de 4-2-3-1 con un estilo ofensivo y de posesión, se necesitaba un crack en la mediapunta, un enganche que no sólo filtrara pases a los extremos y al delantero, sino que también metiera algún que otro gol. Lodeiro era eso y más y así lo demostró a base de auténticos recitales. En trece partidos anotó cuatro goles y repartió ocho asistencias.

Desde que Schmetzer y el mediapunta llegaron, Seattle sufrió una revolución en su juego que se vio plasmada en sus resultados. Pasaron de marchar penúltimos en la conferencia oeste a clasificarse en las últimas opciones a los PlayOff’s y luego...bueno, el resto es historia.

Dallas FC

De campeones en la conferencia oeste va la cosa. Dallas FC es el otro gran campeón de este 2016 en el fútbol norteamericano. El equipo de Tejas consiguió dos títulos que revalorizaron la franquicia y que entusiasmaron a miles de aficionados.

Este equipo del suburbio de Frisco parecía destinado a ser campeón de la liga y pasar a la historia como uno de los mejores vencedores del torneo. Desde el principio jugaron un fútbol espectacular y cautivador que hizo las delicias de sus aficionados. Nunca nadie había conseguido tres títulos en un año, pero muchos creían que este año se presenciaría tal hazaña. Pero la fortuna se cebó sobre los chicos de Nico Pareja cuando la estrella del equipo, Mauro Díaz, se lesionó para el resto de la temporada.

Pese a una etapa de incomodidad por la repentina e inesperada partida del colombiano Fabián Castillo al fútbol turco, el equipo se repuso. Primero llegó el título de la Lamar Hunt US Open Cup por cuatro a dos frente al New England. El primer título que ganaban en 20 años. Eso se mereció una gran celebración, pero con reservas. El equipo apuntaba alto y no se podía interrumpir la gran racha que se estaba cuajando.  La concentración fue máxima, las puntos seguían sumándose al casillero de los Cowboys. Así hasta que se afianzaron como el mejor equipo de la temporada regular entre las dos conferencias. Como no podía ser de otra forma, se les otorgó el título de la Supporter’s Shield.

El momento complicado vino cuando el centrocampista, director de la orquesta ofensiva del equipo, Mauro Díaz, se lesionó su tendón de aquiles. Lastrado y desde la grada, el argentino vio cómo su equipo se alejaba del sueño del tricampeonato al caer por 3-0 en el CenturyLink Field de Seattle. El dos a uno con el apoyo de su gente sureña no sirvió para dar la vuelta al marcador y les apearon los que acabarían siendo campeones. Quién sabe si con el 10 sobre el terreno de juego otro gallo hubiera cantado.

Por otro lado, en la Liga de Campeones de CONCACAF sus resultados también fueron excelentes. Quedaron ganadores de su grupo y en febrero tendrán la oportunidad de rivalizar contra el Árabe Unido por una plaza en semifinales.

Colorado Rapids

El equipo de Colorado se quedó con la miel en los labios. Una temporada sólida no le valió para añadir algún trofeo a sus vitrinas. El equipo acabó segundo en la temporada regular a dos puntos de Dallas y en los PlayOff’s fue eliminado por Seattle también.

Esto no es fruto de la casualidad ni mucho menos. Pablo Mastroeni elaboró una escuadra con una defensa a prueba de bombas. Da fe de ello el hecho de que hayan terminado la temporada liguera sin haber concedido ninguna derrota con su gente. Once victorias y seis empates en Dick’s Sporting Goods Park aportaron una catedralicia cantidad de puntos que les dejaron a punto de conseguir ese título que a todo el mundo le gusta ganar, pues para muchos el equipo más regular es el mejor equipo.

Llegada la parte eliminatoria del año, Colorado Rapids siguió en su salsa, eso sí, pasando graves apuros ante los Galaxy. Primero uno cero en casa de sus rivales y después en la suya la eliminatoria se saldó con victoria de los Rapids en penaltis.  La motivación y las ganas estaban por las nubes, daba igual que su próximo rival hubiera batido al campeón de la copa de los aficionados.

Un pase a la final de la conferencia conquistado tras una tanda de penas máximas a la final de la conferencia  da mucha confianza. Pero los sentimientos a veces son efímeros. Los cantos de sirena se cebaron con el equipo y finalmente sucedió lo que jamás había ocurrido en todo el año: la derrota en casa. En la vuelta, donde un uno cero para los de granate habría valido, Jordan Morris puso el 0-1 que destrozaba cualquier aspiración local. Ya solo podían irse a los picos de las Montañas Rocosas a clamar al cielo por qué tan dura derrota.

No obstante, en la entidad son conscientes del buen trabajo de esta campaña. El conjunto ha crecido en gran parte a Mastroeni y eso está claro. La recompensa por parte de la directiva no ha tardado en llegar y se le ha extendido un nuevo contrato que caducará a finales de 2019. Tres temporadas más en las que se esperan grandes cosas del entrenador estadounidense.

Los Ángeles Galaxy

El equipo de Los Ángeles ha pasado por una temporada algo complicada. Muchos altibajos se sufrieron los de California. Han forjado un grupo en el que el talento ha sido la mayor baza para llegar hasta las semifinales de los PlayOff’s de la conferencia oeste. Pero el fútbol es un deporte de equipo, juegan once jugadores y si la coordinación es de nivel cadete a poco se puede aspirar independientemente de la enorme clase de los jugadores con los que cuentes en tu plantel.

Es indiscutible que el ya ex-entrenador (más adelante comentaremos la situación en el banquillo) ha muchos éxitos al equipo, pero este año no ha bastado con lo que se ha hecho. Quizás sea porque dos jugadores con galones como son Robbie Keane y Steven Gerrard solo tenían este último año firmado en sus contratos, quizás sea porque el entrenador Bruce Arena también se encontraba en la misma situación, pero la realidad es que Los Ángeles Galaxy cuajaron una pobre semifinal en la que los solventes Colorado Rapids se lograron imponer tras la tanda de penaltis.

No vimos nada de lo previsto en los jugadores, el tiempo causó estragos en los Gerrard y compañía. Bruce Arena tuvo que tomar decisiones estratégicas y cambiar el clásico esquema de 4-4-2 que tantas alegrías le ha dado.Comenzaron las pruebas. La pólvora quedó mojada. Por si fuera poco, De Jong se iba en el periodo estival.

El final llegó tras una eliminatoria donde las defensas fueron las protagonistas. Solo dos tantos entre la ida y la vuelta. La tanta de los penaltis es un sorteo en cualquier rincón del mundo. La suerte la tuvo Colorado, aunque quizá no tanto teniendo en cuenta que merecieron una victoria más holgada en el segundo choque.

No cabe duda de que esta temporada se recordará porque dos personalidades del club abandonan el hogar. En primer lugar, Bruce Arena. El técnico fue ofrecido para el puesto de seleccionador de Estados Unidos. Ni un minuto tuvo que pensárselo para coger un avión y firmar allá donde fuera. El entrenador del filial, Curt Onalfo, tratará de dirigir ahora la primera plantilla de la mejor manera posible para encadenar una nueva etapa también cargada de éxitos. Por otro lado, los aficionados despiden a su referente ofensivo durante tantos años. Nada más y nada menos que Robbie Keane. El irlandés finalizó ya su contrato y decidió no extenderlo y colgar las botas a sus 36 años.

Sporting Kansas City

Sporting Kansas City fue otra de las víctimas que el campeón dejó a su paso en su camino a la gloria. Uno más a la lista de los que tuvieron un final ajustado en el que por poco no consiguieron salvarse de caer a los leones. Después de Toronto, pues no hay nada peor que perder una final en los penaltis, los aficionados de Kansas han debido sufrir como los que más. Un gol de Nelson Haedo Valdez en supuesto fuera de juego y a solo unos pocos minutos del pitido final, puso el marcador a favor del conjunto esmeralda. Las ilusiones del equipo se destruyeron cuando menos lo esperaban. Por tercer año consecutivo han caído en la ronda del KO.

Un equipo que han conseguido una buena regularidad. Solo un punto por detrás del transformado Seattle, Kansas ha quedado muy satisfecho con el resultado de la temporada. Gracias en parte al renovado Peter Vermes, quién ha logrado dar con la tecla en el esquema de inicio. El equilibrio lo otorgó el 4-3-3, ya que la plantilla contaba con jugadores afines a esa formación. Se edificó una base en el mediocampo que con Sony Mustivar, Benny  Feilhaber, Paulo Nagamura y en numerosas ocasiones Roger Espinoza también mantenía al equipo rocoso en una zona fundamental para controlar el juego.

El gran problema con el que lidió Vermes fue la inestabilidad de su crack en la delantera, Dom Dwyer. Uno de los mejores ‘nueve’ que se pasean por suelo estadounidense que no ha podido terminar su despegue este año porque las lesiones no le dejaron carburar como es debido. Pese a ello, sacamos la conclusión de que hizo un gran año gracias a sus 16 dianas. Otro motivo por el que estar de enhorabuena o de luto, según se mire, es que el mediocentro Brad Davis ha decidido retirarse este pasado mes de octubre tras 15 años de carrera en la competición.

Real Salt Lake

Real Salt Lake se despidió de la temporada con una dura derrota en la ronda del Knockout (solo partido de ida) de los PlayOff’s de final de año. 3-1 en el estadio de los Galaxy y para casa. La temporada de los de granate y amarillo cobalto tuvieron una temporada irregular que les bastó para llegar a un importante puesto de la liga regular. Sin embargo, su andadura no dio para más y no acabó bien. La ronda eliminatoria puede pasar cualquier cosa y es por eso que los grandes equipos se ponen el mono de trabajo y no están dispuestos a pasar ni una oportunidad. LA Galaxy les apabulló.

El equipo dirigido por Jeff Cassar comenzó realmente espectacular la temporada regular. Casi nadie se lo podía imaginar ni en sus mejores sueños. Pero es que quedaron invictos en sus primeros seis partidos. Y no es que fueran contra rivales de menor envergadura ni mucho menos, pues consiguieron salir vivos de su batalla contra Dallas y contra Colorado.

Al final de año el equilibrio natural quedó restaurado. Para cerrar el año la calidad de juego descendió brutalmente y así lo reflejaban los marcadores. Siete partidos y ninguna victoria. Agosto fue un mes genial para el club de Utah pues vencieron a los ya mencionados Dallas y Colorado con el apoyo de su afición. Pero llegó septiembre y con ello el exceso de confianza y una racha negativa de la que no cualquiera tiene la suficiente potestad de escapar. Derrotas y empates contras rivales directos que al menos les valieron para llegar a los PlayOff.

Una temporada de mejunje entre victorias dignas de cantares de gesta y rachas negativas que bien haría el conjunto real de borrarlas de la faz de la Historia.  

Por si fuera poco, la temporada se tornó aún más negra al conocer que Javier Morales no renovaría con la entidad. El argentino de 37 años deseaba poder retirarse en el club tras más de 10 años residiendo allí. Se despidió emocionado del gentío de la grada. No es para menos, será recordado como una de las claves de RLS para ganar el campeonato en 2009.

Portland Timbers

La temporada de Portland ha sido una auténtica decepción, nadie en la ciudad de Ohio esperaba semejante esperpento. Después de ganar el torneo el año pasado, como mínimo lo que espera de cualquier equipo es que logre acceder a los PlayOff’s. Los Timbers no lo lograron. Normal. No vencieron ni una sola vez fuera de casa. Los aficionados debían estar que echaban humo. Aunque de todas formas no se pueden quejar mucho después de la enorme alegría que le dieron el año pasado. No era un campeonato cualquiera, era el primero.

Las cosas comenzaron positivamente, pues su primer partido lo disputaron como locales. Era una mini revancha para Columbus Crew que dio como resultado otra victoria del campeón. Desde ahí entraron en una espiral de decadencia. Desde el principio ya se podía percibir que no saldrían del atolladero.  

Quizás esto estuviera siendo una visión sesgada de la realidad, pues muchas veces ocurre que tras la victoria viene la disgregación para dejar la situación en lo más alto. Pero lo cierto es que no se puede decir en esta ocasión. El equipo se reforzó a base de bien con tres defensas, un mediocentro y un delantero. Tan solo dos bajas en el medio centro. No se puede decir que la calidad de la plantilla del equipo hubiera decaído. 

Vancouver Whitecaps

A los Whitecaps de Vancouver este año les ha pasado algo muy parecido a los Timbers. Tras un gran año pasado, no tan bueno como Portland lógicamente, han caído fuera de los PlayOff’s. De quedar segundos con nada más y nada menos que 53 a quedar octavos con 39.

Esta tremenda variación, si se observa la plantilla jugador por jugador, es inefable. Cinco caras nuevas para sustituir a los que marcharon. Realmente buenos son estos tres futbolistas (Beitashour, Mauro Rosales y Gershon Koffie) de hecho se fueron a ciudades con grandes clubes (Toronto, Dallas y New England respectivamente), pero eso no quita que la pobreza futbolística haya invadido los aledaños del BC Place.

De la boca de muchos escuchamos que el equipo sufrió un calvario en la defensa. Y es que los canadienses han sido el segundo equipo de la conferencia oeste que más goles ha recibido en su contra consiguiendo un agregado de menos siete goles. Con tales cifras se antoja tarea imposible desempeñar un rol significativo en la competición. Si faltaba Kendall Watson, la defensa se derretía sobre el césped como un helado en un horno microondas a toda potencia.

San Jose Earthquakes

Los terremotos han sufrido de nuevo un calvario durante la temporada regular. El entrenador Dominic Kinnear aún sigue con dolores de cabeza por la nefasta actuación. Tanto suya y de su staff técnico como de los futbolistas. Por cuarto año consecutivo, el que bicampeón, no participará en la ronda eliminatoria. Son tiempos movidos para San José.

Todo auguraba un buen año para los californianos, pero a veces las predicciones quedan en agua de borraja. Ganaron en pretemporada a Sacramento Republic FC y al Cosmos de Nueva York. Llegó entonces lo que de verdad importa, la fase regular de la MLS. La cosa siguió igual, con victorias. Triunfos sobre rivales de una gran calidad como el defensor del título Portland Timbers, donde se vio un gol candidato a gol del año anotado por Quincy Amarikwa, y como el rocoso Colorado Rapids. El equipo estaba prosperando en la liga hasta que llegó el verano. Dicen que la primavera la sangre altera. En este caso fue el verano. Lo que estaba siendo una temporada magnífica comenzó a derrumbarse como un edificio dinamitado desde los cimientos con los mejores explosivos.

El equipo resintió la falta de gol arriba tras la marcha del delantero estrella, Chris Wondolowski a la Copa Centenario conmemorativa de la Copa América. Unos junio y julio desastrosos sirvieron a otros equipos para adelantarles en la carrera por una plaza en el PlayOff. Ya en la última etapa del año, el equipo desmotivado, cayó estrepitosamente. San Jose ganó uno de los últimos once partidos. Ahora toca replantearse las cosas de nuevo para que en 2017 no suceda lo mismo que este año que dejamos atrás.

Houston Dynamo

Owen Doyle prestaba sus servicios a Houston por segundo año consecutivo y su proyecto parecía prometedor: jóvenes jugadores con una tendencia positiva que muchos creen que se convertirán en estrellas. El bombo y expectativas que se formaron alrededor del equipo eran mayúsculos. Otra vez, las opiniones, erróneas. Desde el principio el juego fue soso, sin ingredientes que dieran un sabor especial a sus encuentros. En la jornada dos consiguieron un abultado 5-0 contra el campeón de la fase regular, pero no existió mayor logro en ningún momento a lo largo del año. Pese a la ignorante palabra de aquellos que dicen que en la Major League Soccer no hay nivel, el talento de esta liga es grande y aumenta año tras año. Por esto, esa irrisoria categoría futbolística les colocó en el último puesto de la clasificación de la categoría. Un desastre.

Houston jugó fatal esta temporada. El mánager escocés no ha sido capaz de transmitir las ideas sobre cómo manejar cada encuentro a sus jugadores. Pese a ser un entrenador que ha tenido éxitos, especialmente el que ganó con el Burnley en Inglaterra, lleva dos años a cargo del club de Tejas y no ha ejercido su función como se esperaba. Poca disciplina en la parte de atrás y sin ideas en ataque definen a The Orange esta edición de la MLS. Ya va siendo hora de hacer un balance sobre el equipo y de quién hay que prescindir y a quién es necesario contratar para evitar el desastre año tras año en una ciudad que se ha coronado campeona hasta en dos ocasiones.