La selección de Croacia es una de las tres que han conseguido pleno de victorias en la fase de grupos, junto con las selecciones de Uruguay y Bélgica. Parte de la culpa de la imbatibilidad de la selección de los Balcanes la tiene Ivan Rakitic, que ha sido hasta la fecha, de lo mejor del combinado que dirige el exfutbolista Zlatko Dalic.

Evolución fructífera

Ivan Rakitic ha terminado por encontrar su lugar en el campo. Comenzó siendo un habilidoso mediapunta con mucho juego de espaldas y siendo determinante en los espacios reducidos. Tenía además, jugando en esa demarcación, una enorme capacidad para llegar al área, dar asistencias y marcar goles. Cuando aterrizó en Sevilla tras unos buenos años en el Schalke 04, empezó jugando en la mediapunta y más adelante se decidió retrasar su posición, un cambio al que se adaptó muy bien pero cuando Unai Emery en la temporada 2013-2014 le devolvió a la mediapunta, el croata realizó una temporada espléndida, terminó despertando el interés del Fútbol Club Barcelona y se unió al equipo de la ciudad condal.

En el club blaugrana comenzó jugando de interior y realizó buenas temporadas aunque también estuvo algo cuestionado en algunos momentos. Pero ha sido esta temporada en la que el croata ha terminado por encontrar su forma de juego y su lugar sobre el césped. Al lado de Sergio Busquets, ayudando en tareas defensivas y también en la creación del juego, es donde se encuentra la parcela del balcánico. Este rol es el que está mostrando también en el Mundial de Rusia con Croacia.

Rakitic ha sido uno de los jugadores clave en el esquema croata. El hombre propiedad del Fútbol Club Barcelona comenzó el Mundial de Rusia 2018 formando en el doble pivote con Luka Modric y aunque en la primera parte del primer enfrentamiento de Croacia, el pasado sábado 16 ante Nigeria, no destacó especialmente, realizó varias combinaciones peligrosas con sus compañeros y se encargó de filtrar pases a los interiores y los hombres de ataque croatas. En la segunda mitad, tanto Rakitic como Modric, realizaron un buen trabajo sobre el césped, mejorando su rendimiento en el primer tramo del encuentro y consiguiendo la victoria para Croacia por dos goles a cero.

En el segundo partido de la fase de grupos, cuando Croacia se enfrentó a Argentina y venció por tres goles a cero, sellando además su clasificación para los octavos de final, Rakitic fue de nuevo titular en el doble pivote y disputó los más de 90 minutos del encuentro. Croacia fue muy superior y Rakitic mostró de nuevo sus habilidades tanto ofensivas como defensivas. Destacó sobre todo en ataque pues en los últimos momentos del choque realizó un disparo a puerta que terminó estrellándose en el poste y en el añadido marcó su único gol en el Mundial. Disparó a puerta pero su tiro no llegó a la red y tras un rebote y de que la defensa argentina y Willy Caballero no acertasen a despejar, Rakitic recibió en el borde del área pequeña y dio un pase a la red. La selección croata humilló a la albiceleste y provocó un cataclismo en su entorno, un cataclismo al que ayudó la aportación del centrocampista con el dorsal número siete.

La última participación de Rakitic fue en el partido de la tercera jornada de la fase de grupos, que se disputó el martes 26 ante Islandia. Saltó al campo en el minuto 80 en sustitución de Mateo Kovacic y terminó siendo clave en el devenir del encuentro. Aportó frescura al centro del campo croata y con los vikingos volcados, supo frenar sus acometidas y aportar pausa y seguridad a sus compañeros. El combinado balcánico terminó consiguiendo la victoria por un gol a dos con un tanto de Perisic en los últimos compases, un gol con el que Croacia consiguió mantener su pleno de victorias.