Liverpool y Arsenal son dos de los más grandes clubes a nivel histórico de Inglaterra, tanto por palmares, como sobre todo por la gran cantidad de seguidores que tienen ambos conjuntos en todo el mundo. Es por esto, que un partido entre ellos siempre genera gran expectación entre los aficionados al fútbol a nivel mundial.
Cabe recordar, que, para este partido, y para lo que resta de mes prácticamente, Jürgen Klopp no puede contar con dos de sus estrellas como son Sadio Mané, y sobretodo, Mohamed Salah. Ambos jugadores están con sus selecciones disputando la Copa África de Naciones.
Para el partido de hoy, el Liverpool sacó la siguiente alineación: Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk, Robertson; Fabinho, Henderson, Milner; Minamino, Firmino, Jota. Por su parte, el Arsenal salió con: Ramsdale; Cédric, White, Gabriel, Tierney; Xhaka, Lokonga; Saka, Lacazette, Martinelli; Nketiah.
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Buen ritmo desde el inicio del partido
Desde que Michael Oliver hizo sonar su silbato para dar inicio al partido, el ritmo fue más parecido al que normalmente se ve en el intervalo de minutos entre el 20 y 45 de la primera mitad que de los diez primeros.
El nivel de ambos equipos era altísimo, pero, la lesión sufrida por Cédric Soares, nada más empezar, bajó las fuerzas de los Gunners, y claro, el Liverpool lo aprovecho y empezó a ser esa apisonadora que tantas veces se ha visto en Anfield.
Aún más se le complicó el partido al Arsenal, cuando, Granit Xhaka vio la tarjeta roja directa tras derribar de manera temeraria a Jota siendo prácticamente último hombre.
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Expulsión y gran dominio local
Si antes de la expulsión de Xhaka, el Liverpool ya estaba siendo muy superior con balón al Arsenal, tras ella, los de Klopp aumentaron una marcha más en su empeño para ponerse por delante en el marcador.
Centros y posesión de balón de los locales, qué, se frenaban siempre con la defensa visitante de mucha intensidad, provocando que se llegara con el 0-0 al descanso.
Para los Gunners, lo mejor el resultado, y para los Reds seguramente lo peor.
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El Liverpool no parece el mismo tras el descanso
Si al final de la primera mitad el Liverpool estaba siendo una apisonadora para la defensa del Arsenal, tras el descanso, los Reds no parecían los mismos, y esto, en gran parte, es gracias a que los jugadores de Mikel Arteta se atrevieron mucho más, buscando muchas más opciones tras las perdidas de los locales.
Pese a todo, cuando los de Jürgen Klopp entraron un poco más en el partido, la defensa Gunner volvió a colocarse delante de su área provocado por la insistencia de los de Anfield.
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El muro Gunner parecía imposible de derribar
Tras unos buenos minutos en los que el Arsenal intentó buscar tener más balón, el partido volvió a lo que estaba siendo hasta antes del descanso.
La posesión constante de balón estaba sirviendo de poco con el muro Gunner que tan difícil estaba siendo de derribar para los atacantes del Liverpool, para mostrarlo claro, el primer disparo a puerta fue en el minuto 91, los Reds aún no habían tirado a puerta.
Por su parte, los de Arteta seguían intentando aprovechar las pocas ocasiones que la defensa local le dejaba, incluso, obligando a intervenir a un Alisson que estaba jugando de líbero la mayor parte del partido.
Minamino la tuvo en el minuto 90, tras un error de Ramsdale al salir a despejar el balón, pero el remate del nipón ni siquiera encontró puerta.
Finalmente, el ejercicio de supervivencia el Arsenal dio sus frutos, y consiguió dejarlo todo por resolver en la vuelta de las semifinales en el Emirates Stadium.