Con la visita al Etihad Stadium en el horizonte, el Bayern Múnich afrontaba la séptima jornada de la Bundesliga con el objetivo de sumar una nueva victoria y seguir luchando, junto al Borussia Dortmund, por la primera posición del campeonato.

El Wolfsburgo realizó un buen encuentro en líneas generales y sus jugadores estuvieron muy concentrados durante casi todo el encuentro. Dieter Hecking estudió bien a su rival y cerró todos los pasillos interiores a los atacantes del Bayern. Así, a los cinco minutos de juego, llegó la primera ocasión clara para los visitantes con un excelente remate de cabeza de Luiz Gustavo, que volvía al Allianz Arena, obligando a Neuer a realizar una gran intervención.

Al Bayern le costaba crear juego y sentirse cómodo en ataque. En fase ofensiva, Lahm se incrustaba como tercer central junto a Boateng y Dante para facilitar la construcción del juego y, tanto Alaba como Rafinha, se situaban como interiores, dejando las bandas libres para Robben y Ribéry. La circulación del balón no era la idónea y al equipo bávaro le costaba encontrar la profundidad necesaria para poner en apuros a la defensa rival, que rindió a un buen nivel. Por su parte, la columna brasileña formada por Naldo, Luiz Gustavo y Diego, sostuvo a su equipo gran parte del choque.

Antes de que llegara el descanso, Arjen Robben tuvo una oportunidad muy clara dentro del área pequeña que no pudo rematar en dirección a la portería defendida por Benaglio. El balón acabó en saque de esquina cuando el Allianz ya cantaba el primer gol. 

Tras el descanso, el guión del partido no cambió en exceso. El Wolfsburgo, bien ordenado defensivamente y con las ideas claras concedía, muy pocas ocasiones al Bayern. En el minuto 60, un centro desde banda derecha realizado por Träsch puso el miedo en el cuerpo a los aficionados locales, ya que Schäfer remató alto tras forcejear dentro del área con Rafinha. El extremo del Wolfsburgo pidió incluso la pena máxima.

Pep Guardiola movió el banquillo, viendo que el juego de su equipo no mejoraba y Diego tenía un mayor protagonismo en el juego. En el minuto 62, Schweinsteiger y Robben dejaron su sitio a Kroos y Shaqiri. Precisamente este último fue el protagonista en el inicio de la jugada del único gol del choque. El futbolista suizo filtró un buen pase para la carrera de Ribéry, que centró al área pequeña para que Müller rematara el balón al fondo de las mallas.

El tanto recibido fue un duro golpe para las aspiraciones del Wolfsburgo, al que el paso de los minutos también le hizo perder condición física y no poner en mayores apuros al Bayern. A diez minutos para el final, Manzdukic tuvo una doble ocasión muy clara dentro del área, pero primero Naldo bajo palos y después Benaglio, evitaron el gol del delantero croata. Aún tuvo tiempo el mismo Naldo para conseguir el empate gracias a un certero remate de cabeza, pero Neuer se volvió a lucir con una gran parada. 

La mejor noticia para el Bayern es la obtención de tres nuevos puntos para seguir en la lucha por la primera posición. De momento, el juego mostrado por los de Guardiola no enamora, pero la tremenda calidad de sus futbolistas hace que partidos así caigan de su lado. En la próxima jornada, los bávaros visitarán el Bay Arena en un bonito duelo, y el Wolfsburgo recibirá al Braunschweig, último clasificado.