Tras el partido que el Cádiz CF perdió por 3-0 contra La Hoya Lorca, el entrenador del conjunto cadista, Raúl Agné, reconoció que sentía "un poco de impotencia", pero dijo que estaba "claro que hoy (ayer), el de su equipo, había sido el peor segundo tiempo de la temporada", y señaló que ante el líder eso no te lo podías permitir ya que eran partidos en los que no puedes cometer errores, dijo, y ellos habían cometido algunos "muy graves".
Errores graves
Para Agné la primera parte había sido igualada, pero una acción puntual, una pérdida de marca había permitido a la La Hoya abrir el marcador, luego reconoció que cuando su equipo estaba jugando mejor, incluso con "aproximaciones para empatar ", otro error les había sacado definitivamente del partido y habían estado a merced del rival. Para él se había "visto un equipo con un estado de ánimo por las nubes", refiriéndose a La Hoya Lorca y otro que estaba "por los suelos", con un estado de ánimo muy bajo, en referencia al suyo.
Sobre la situación en la que estaba su equipo tras la derrota, Agné afirmó que lo que tenían que hacer era "levantarse" pero que este estado de ánimo no era el mejor y que esto no se arreglaba "llorando".
El entrenador del Cádiz dijo que ya había que pensar en el "próximo domingo con otro partido importante", para él estaba claro que a día de hoy contra los primeros no podían competir, aunque aún "queda mucha liga y no hay que olvidarse del objetivo", declaró.
Sobre si se sentía apoyado por la afición y la directiva, Agné dijo que él sabía cuál era su profesión y que entendía que la gente se quejara con razón y que los directivos estaban para tomar decisiones.
Con fuerzas para seguir
Al entrenador del conjunto gaditano lo que le preocupaba era que había visto a su equipo "muy tocado" y que ahora lo que tienen que "estar más unido que nunca", aunque prosiguió diciendo que eso no dependía de él, que él se encontraba con fuerzas y que su obligación ahora mismo era "levantar a sus jugadores".