El Atlético de Madrid pretende continuar prolongando este fin de semana su racha de imbatibilidad como local en la competición doméstica. Ya son 21 los partidos en los que ningún equipo de Primera ha viajado al Calderón y ha conseguido llevarse los tres puntos ante el equipo de Simeone, quien añade así otro récord a su brillante trayectoria. Son los mejores números como local desde el año en que se logró el ascenso.

La unión de sentimientos entre la hinchada, jugadores y cuerpo técnico, provoca una alianza que se hace más fuerte partido a partido. Ya es habitual en el preparador argentino que levante los brazos para espolear a una afición que jaleando a los suyos los lleve a la victoria. Los futbolistas rojiblancos sienten una dosis extra de energía, un hálito que hace que no decaigan las fuerzas y puedan dar un punto más de intensidad.

La temporada pasada, únicamente cuatro equipos consiguieron arañar puntos en el feudo del Manzanares: Barcelona, Sevilla, Real Madrid y Málaga. Batió la mejor marca como local en el campeonato liguero con 49 puntos y sólo 10 goles encajados. Este año tiene como objetivo superar estos registros para poder mantener la corona de campeón de Liga.

La grada del Vicente Calderón siempre ha respondido con fervor ante su club. En las buenas y en las malas acude al estadio para que no cesen las victorias del equipo, y puedan seguir disfrutando de las alegrías que estos colores provocan en el corazón. Son buenos tiempos para ser hincha del Atleti. El respetable lo sabe, y de esta comunión de objetivos y sensaciones entre aficionados y futbolistas, surge un campo en el que nadie desea jugar, una fortaleza cerca del río que se ha convertido ya en inexpugnable.