La vuelta de la semifinal de la Champions League en el Estadio Santiago Bernabéu traia un resultado esperanzador pero a la vez peligroso para los madridistas, el 2-1 de la ida dejaba abiertas algunas puertas para el viaje a Berlin, pero antes los de Carlo Ancelotti deberían de hacer los deberes.

Ambiente caldeado en las inmediaciones de Concha Espina donde horas antes del partido el Cuerpo Nacional de Policia debió poner paz entre los Tifosi, una pequeña reyerta iniciada en la calle Concha Espina, hacia que la Policia la trasladase y pusiera paz unos metros más arriba en el parking de la Castellana.

Dentro, la alta humedad en el ambiente hizo que la tarde se convirtiera en calurosa de más, los equipos saltaban a calentar y el estadio poco a poco se iba llenando. Había ganas de Europa y necesidad de revancha.

Más de 4.000 tifosi `bianconeri´ se dieron cita en el fondo norte del Santiago Bernabéu.

Concentración y ánimos en el calentamiento de ambos equipos.

Saltaban al terreno de juego a la vez que sonaba el himno de la Champions, entre el clamor de la afición.

El mosaico del estadio Santiago Bernabéu volvió a estar una vez más a la altura de las grandes gestas en Europa.

​El once del Carlo Ancelotti posaba para los medios con: Iker Casillas; Sergio Ramos, Varane, Carvajal y Marcelo; Kroos, James Rodríguez, Isco; Bale, Benzema y Cristiano.

Los capitanes y amigos, Gianluigi Buffon e Iker Casillas, se saludaban e intercambiaban banderines antes del sorteo de campo.

El Madrid comenzó con fuerza y aupado por los suyos, a los 40 segundos ya entonaban en el área contraria. Marcelo llegó al pico del área, la puso al segundo y allí encontró la cabeza de Bale, aunque éste no acertó con la portería, y su remate se marchó alto.

El meta italiano, con la colaboración de la barrera, mandó a córner un poderoso golpeo de falta de Cristiano que volvía a levantar del asiento a los más alejados del fondo sur.

Cada vez que el Madrid culminaba sus jugadas, Buffon le daba un poso de calma dándole unos segundos al equipo para recolocarse en el campo.

Dominaba posicionalmente, aunque sin peligro, la Juventus, dada su superioridad en el centro del campo. Pogba por izquierda llegó un segundo después que Carvajal, para alivio de la hinchada.

Desde el suelo le sirvió Cristiano a James un balón franco en el área. El colombiano cayó derribado y el colegiado no dudó: penalti. El portugués recogió el guante, encaró a Buffon y esta vez no perdonó.

Por el centro, a media altura, Cristiano adelantaba a los suyos en el partido y también en la eliminatoria.

Enloquecía la grada, pero no los 22 protagonistas. La inercia del partido continuaba siendo la misma, con la Juventus con mayor cuota de balón y el Madrid con posesiones más peligrosas.

A la contra, Benzema, Isco y Cristiano no superaron a Bonucci, Chiellini y Evra, y el cuero terminó en saque de esquina. Tras dos consecutivos, media chilena de Ramos mediante, Benzema remató a los guantes de Buffon para poner fin al agobio merengue.

Al contragolpe, el Madrid consiguió generarle dudas a la Juventus con dos cabalgadas de Cristiano y Benzema, a las que el lateral de la red y una providencial mano abajo de Buffon respondieron con acierto para evitar el 2-0, y poner así al cuadro merengue en una posición más cómoda para sus intereses.

Segunda mitad:

Los mismos protagonistas que entraron en el túnel de vestuarios al descanso partieron para retomar el encuentro. Un paso por adelante el Madrid de partida, que dio atrás rápidamente, tratando de llevar el peso del encuentro, tocaba el equipo de Ancelotti de un lado al otro con la Juventus siguiendo el balón sin lograr alcanzarlo más que para despejar los centros que una y otra vez servían los laterales al corazón del área.

El cuadro turinés, al contragolpe, encontraba sus oportunidades. Condujo Morata de uno a otro campo hasta servir a Tévez, en izquierda. Éste encontró a Marchisio desmarcado en la frontal y ensayó un disparo que se marchó desviado.

Inquietantes minutos en el Real Madrid con el incomodo marcador 1-0 que daba esperanzas a una `bequia signora´tranquila a sabiendas que un gol le podría dar el pase, y en estas apareció Morata, recogiendo un balón muerto tras un saque de esquina que le dio tiempo a controlar, orientar y dirigir hacia la portería de Casillas, que nada pudo hacer para repeler el tiro a bocajarro del canterano merengue, que tampoco celebró su gol pero que sí lo hicieron por él sus compañeros.

El madrileño no quiso celebrar el gol, de sus piernas salia el chut del empate y la eliminación del equipo de sus amores, con las mismas enloquecian aficionados y resto de jugadores que veían cerca el viaje a Berlín.

De nuevo la 'maldición' de los ex jugadores merengues ante el Madrid. De nuevo, a un gol para, esta vez, nivelar la eliminatoria en busca del tiempo extra. La Juventus, con el gol, empezó a sentirse aún más cómodacon un conjunto blanco algo en la lona, sin capacidad de respuesta inmediata.

Morata hacía estragos en la defensa, y un balón que ganó el madrileño se lo sirvió Tévez ante Marchisio, que no pudo superar a Casillas en el mano a mano gracias a una gran estiradaabajo del cancerbero madridista, lanzando un contragolpe que no pudo culminar el cuadro merengue.

Más pasión que efectividad. Más fe que ejecución. Menos acierto del deseado. Se escapa la posibilidad de repetir gesta y hacerse con la Champions para los blancos; 12 años después la Juventus volverá a disfrutar de una final.

Así lo vivimos en VAVEL