La progresión de Munir tomó un impulso sumamente importante a una velocidad atroz, en apenas cuestión de unos meses. El canterano, que pasó en 2013/2014 de jugar en el Juvenil A, con el que marcó un gol difícil de olvidar en la primera edición de la UEFA Youth League y se convirtió en campeón, siendo además el máximo goleador de la competición, a hacerlo en el Barça B de Eusebio Sacristán, con mayor asiduidad en la recta final de la temporada.

Del gusto de Luis Enrique

Tras renovar en enero, y conseguir su primera convocatoria con la selección española Sub'19 en febrero, el madrileño cerró una campaña muy enriquecedora, y comenzó en julio la pretemporada con el primer equipo. Gustó a Luis Enrique, que le hizo debutar en el Trofeo Colombino, el 19 de julio, en la victoria de los azulgranas sobre el Recreativo (0-1).

El delantero se destapó al mundo en Helsinki

El asturiano contó con el extremo en el stage de Inglaterra, y éste participó en varios amistosos, en el empate con el Niza, en la derrota con el Napolés, y finalmente llegó Helsinki, un día para recordar, en el que volvió a ser titular y marcó su primer gol con el primer equipo. Pero no conforme con eso, Munir firmó un doblete y puso una asistencia en el 0-6 del Barça, causando gran sensación y destapándose definitivamente del anonimato, siendo portada en la prensa deportiva al día siguiente.

Estreno con gol en el Camp Nou

Su estreno en el Camp Nou también fue especial: entró al descanso en el Trofeo Joan Gamper y marcó por partida doble, de nuevo, esta vez al León del ex azulgrana Rafa Márquez. Apenas días más tarde, el 31 de agosto, tuvo lugar su debut oficial con el primer equipo, en el feudo blaugrana, al ser titular ante el Elche, y marcó su primera diana oficial en la categoría máxima, en la primera jornada en Liga BBVA.

Munir figuró en el once inicial en las tres primeras jornadas, aunque sería sustituido por Pedro en una ocasión y Neymar en las otras dos. El 17 de septiembre se estrenó en Champions League, en el 1 a 0 del Barça sobre el Apoel y fue sustituido por Sandro, su compañero en el filial, que también tuvo ocasión de debutar esa noche que ni uno ni otro podrán olvidar.

Munir y Sandro debutaron en Champions el mismo día

El canterano siguió aportando su granito de arena al primer equipo, con el que trabajó con regularidad en el inicio de campaña, hasta conseguir el premio de su primera convocatoria con la selección española Sub'21, con la que debutó el 15 de octubre. Antes, sin embargo, se confirmó con la Roja, al debutar con la absoluta ante Macedonia el 9 de septiembre, en un partido clasificatorio para la Eurocopa 2016. El delantero fue reclamado de última hora por Del Bosque para suplir la ausencia de Diego Costa por lesión, mientras el madrileño se encontraba concentrado con la Sub'21.

Munir jugó todos los minutos de la Supercopa de Catalunya, en la que el Barça se impuso al Espanyol en la tanda de penalties, tras empatar a uno. Siguió contando para Lucho y vivió desde el banquillo un día histórico para el fútbol, a nivel mundial: Messi conseguía un hat-trick ante el Sevilla, y superaba a Zarra como máximo goleador en la Liga.

Regreso esporádico al filial

No fue hasta el 15 de noviembre que el extremo izquierdo participó con el Barça B, cuando fue titular ante el Numancia en el Mini Estadi, en la décimotercera jornada en Liga Adelante, aprovechando el parón en Primera División, debido a compromisos de selecciones.

El 3 de diciembre debutó en Copa del Rey, inició el encuentro, que ganó el conjunto azulgrana por 0-4 al Huesca, y dio paso a Sandro, que también ese mismo día se estrenó en la competición. Aunque Munir entrenó día sí, día no, bajo las órdenes de Luis Enrique, la posibilidad de contar con Luis Suárez restaba opciones al canterano.

Su gol al Elche fue el único con el primer equipo en partido oficial

El balance de la temporada de Munir con el primer equipo es de 463 minutos disputados en Liga BBVA, titular en siete ocasiones, sustituido en todas ellas, y tres veces suplente. Su gol al Elche, el segundo de los azulgranas en la primera jornada del campeonato, sería el primero y único que marcaría en la categoría máxima en 2014/2015.

En Copa del Rey jugó 239 minutos y figuró en el once inicial en 3 ocasiones, sin que llegase a ver puerta. En Champions, disputó un encuentro como titular y dos como suplentes, sumando un total de 121 minutos, sin obtener ninguna diana.

Entre el cielo y el infierno

Con la rapidez con la que se sucedieron los días, los entrenos de repente con el primer equipo, y al día siguiente, en víspera de partido, con el filial, y la inestabilidad psicólogica, al no poder formar parte de un grupo al cien por cien, fueron determinantes en el desarrollo de la temporada de Munir, a nivel de rendimiento. El jugador demostró en un principio su capacidad para competir y desenvolverse con naturalidad, jugando al lado de los grandes, pero el vaivén que experimentó le pasó mella, y en varias ocasiones que formó con el Barça B, pareció una sombra del futbolista que había sido la temporada anterior.

No era de extrañar tampoco, dado el tremendo contrarse entre las situaciones de un equipo y otro. Mientras los de Lucho, tras derrapar en varias curvas, lograron encontrar el camino ideal, que le llevaría a los títulos, el conjunto de Eusebio Sacristán se desmoronaba. Los malos resultados del filial propiciaron la marcha del vallisoletano, y la incorporación de Jordi Vinyals, un técnico que Munir conocía muy bien, y bajo cuyo mando había estado en su etapa en el Juvenil A.

El extremo firmó cuatro dianas con el Barça B

El canterano participó en 17 ocasiones con el filial, en Segunda División, quince de ellas como titular, acumuló un total de 1.347 minutos y sumó 4 dianas. Curiosamente, Munir perforó la portería contraria en la victoria por 1-4 sobre el Sabadell, con el que sería su primer tanto con el filial en 2014/2015, y el último partido con Eusebio en el banquillo; y volvió a marcar casi tres meses después, en la primera victoria con Vinyals como entrenador, en el 2 a 1 sobre la Ponferradina.

Partícipe del triplete

Munir se vio nadando entre dos aguas, pasó de celebrar tres títulos con el primer equipo a llorar el descenso del filial a Segunda División B, algo muy difícil de asimilar a sus 19 años. Si bien es cierto que pudo haber dado mucho más de sí, dadas sus extraordinarias cualidades como futbolista, también se han de entender sus circunstancias y todos los factores que han podido afectar su rendimiento. Con un futuro prometedor por delante, y contrato con el club hasta el 30 de junio de 2017, se espera que Munir siga progresando como azulgrana.