El domingo se jugará un partido que dejará múltiples saludos especiales sobre el césped. El brasileño Guilherme Siqueira llegó al Atlético antes de comenzar la temporada 2014/2015. Con la marcha de Filipe Luis al Chelsea, el lateral solo tenía a Ansaldi como competencia directa, por lo que pudo disfrutar de muchos minutos sobre el terreno de juego. Posteriormente, Simeone comenzó a optar por reconvertir a Jesús Gámez para que jugara en la izquierda y, por esa razón, Siqueira comenzó a perder presencia en el equipo.

Esta temporada, la segunda de Siqueira como rojiblanco, el Atlético recuperó a un añorado Filipe Luis, que se asentó en la banda izquierda para que Siqueira pasara a un segundo plano. No iba convocado con el equipo y, en la mayoría de las ocasiones en las que Filipe no podía jugar, era Gámez quien le sustituía. En el mercado invernal de esa campaña comenzaron los rumores. Siqueira quería salir del equipo en busca de una mayor cantidad de minutos. Finalmente, el defensa se marchó cedido al Valencia.

Este contrato de cesión, de año y medio, no recogió la 'cláusula del miedo', por lo que se permite al brasileño jugar con su equipo actual a la hora de enfrentarse al Atlético. Eso pasará el domingo; Gayá, el habitual lateral izquierdo, está sancionado y no queda otra: esa posición tendrá que estar ocupada por el brasileño. Dos circunstancias que, en cualquiera de los casos, harán que el lateral pueda reencontrarse con el que fue su equipo hasta hace dos meses y saltar al terreno de juego al mismo tiempo que sus excompañeros.

Siqueira, ¿experto lanzador de penaltis?

Antes de llegar al Atlético, Siqueira ya era conocido para la afición española tras haber militado previamente en las filas del Granada. Fue en este club cuando ya se enfrentó en dos ocasiones a los colchoneros (en ambos casos, el Granada perdió el partido). En el equipo andaluz tenía una muy buena fama como lanzador de penaltis, y este es justo el asunto que ya le había relacionado con el Valencia incluso antes de que comenzaran los rumores de su salida.

La anécdota se remonta al partido que jugaron en Mestalla el Valencia y el Atlético en la temporada pasada. Siqueira saltó al césped como titular (con Gámez en la banda derecha), sin imaginarse el destacado papel que iba a tener en ese encuentro. Los rojiblancos iban perdiendo por 3-0 en el minuto 13. En el 29', Mandzukic puso el 3-1. Las esperanzas de llevarse los tres puntos por parte de los colchoneros estaba creciendo cuando un rayo de fe se interpuso en el minuto 45, justo antes del descanso. El colegiado pitó una mano de Gayá en el área y, por lo tanto, un penalti a favor del Atlético.

Fue aquí cuando, para la sorpresa de todos, el lanzador no iba a ser ninguno de los delanteros (Griezmann y Mandzukic). Tampoco recurrirían a los centrocampistas. El lanzador fue el mismo Siqueira, que tenía unas buenas estadísticas marcando penaltis cuando estuvo en Granada. Los atléticos ya estaban cantando el gol y confiando en con ese 3-2 se volvería a meter en el partido cuando el lateral brasileño golpeó el balón y, para empeorar la situación, este acabó despejado por Diego Alves.

Por todo lo vivido por Siqueira, el partido del domingo en Mestalla no será como otro cualquiera para el defensa. Ya sea porque es el tercer encuentro del brasileño ante el Atlético o porque este podría suponer su primera victoria contra los colchoneros. Por enfrentarse al que todavía es su club o por el reencuentro con los que eran sus compañeros hace prácticamente dos meses. Por vivir de nuevo el partido de su penalti fallado, pero esta vez desde el otro lado, o por el cúmulo de todo esto. Siqueira tendrá muchos recuerdos en relación a un partido que podrá disputar desde el primer minuto.