Parecía la visita del Getafe B una ocasión pintiparada para lograrlo, colista casi desahuciado del grupo, con pie y medio de retorno a la Tercera División madrileña. Pero estos encuentros suelen ser siempre un arma de doble filo ya que, por tener el cartel de favorito, tienes casi sin quererlo los puntos en disputa según todos los pronósticos, y eso indirectamente suele provocar un exceso de relajación. Además, los filiales son equipos “engañosos”, con gente joven, que sabe jugar bien al balón, y si tienen un buen día, te pueden amargar la existencia por menos de nada, como sucedió hace no muchas fechas, cuando destrozó a domicilio al Socuéllamos, venciéndole por 0-4.

Gol tempranero

Los pupilos de Larraz supieron y pudieron hacer buenos los pronósticos y se impusieron por la mínima diferencia, en un partido que empezó prometiendo mucho, pero que se acabó diluyendo cual azucarillo, hasta acabar deseando que se acabase lo antes posible para evitar males mayores. Los arlequinados empezaron poniendo el turbo, y en los diez primeros minutos ya disfrutaron de hasta tres aproximaciones a la portería rival, toda una declaración de intenciones. De todas ellas, fue la que disfrutó Maureta la que más cerca estuvo de haber hecho trabajar al luminoso. Fue en un saque de esquina botado por Edu García y cabeceado a placer por el central, que obligó a David Gil a lucirse con su pierna derecha. Unos minutos más tarde, llegó el gol que acabaría dando los puntos a los de casa, en la acción más bonita y brillante de la ventosa matinal. El balón que controló Txema Pan antes de la frontal, abrió con criterio a un Edu García que superó con habilidad a su marcador para centrar atrás y encontrar la oportuna cabeza de Kevin Lacruz, que de certero remate por el centro de la portería ponía el 1-0. Los mismos protagonistas del gol estuvieron cerca de volver a encontrarse nuevamente pero, esta vez, el remate de Lacruz no encontró el camino correcto. La superioridad era total ante un filial que quería apuntar buenas maneras, pero que demostró una bisoñez que para esta categoría te lleva a los puestos que ocupan. En los cinco minutos finales antes del intermedio se produjo un arreón de los getafenses, aunque de nuevo de manera inocente. Solo una internada por banda derecha de Juanjo, donde Maureta tuvo que hacer un buen trabajo, enviando a saque de esquina.

El Ebro no sentenció

Si el encuentro ya había tomado un peligroso derrotero de ir de más a menos, la segunda parte no cumplió las expectativas y fue de floja calidad. El Ebro controlaba con comodidad, y solo la renta de un gol hacía que el partido siguiera siendo, al menos, emocionante aunque con bajo nivel, entre dos conjuntos que lo intentaban aunque con poco éxito. Draman, que fue titular ocupando la plaza del sancionado Toni Gabarre, no tuvo su mañana, desaprovechando una gran oportunidad para dar un puñetazo en la mesa. El espigado delantero no fue capaz de acabar de manera correcta un acercamiento a portería en una contra vertiginosa iniciada por Kevin Lacruz. Aún a medio gas, el Ebro era mejor que su rival pero no terminaba de matar el partido con el segundo gol. Aunque lo tuvo muy cerca cuando, al cuarto de hora del segundo periodo, una falta escorada en la banda izquierda fue lanzara directamente a puerta con habilidad y picardía por Edu García, poniendo en serios apuros al meta del Getafe, que solo pudo despejar con muchos apuros, cayendo el balón a Txema Pan, que no pudo precisar con certeza.

Emilio Larraz quiso dar un aire nuevo al ataque, moviendo el banquillo y retirando de manera progresiva a los dos hombres que empezaron de inicio en punta, como Draman y Txema Pan. Ambos se fueron de camino al banquillo sin haber podido inaugurar su cuenta goleadora. Acabó como referencia ofensiva, Edu García, en una posición en la que apenas se le ha podido ver jugar este año. Desde la reserva, y a pesar de entrar en el tramo final, destacaron los minutos de Santigosa, que consiguió robar un importante número de balones, y algún destello de calidad de un Cana al que apetece ver, y mucho, con más minutos de juego, ya que aparenta tener brillantez en sus botas. El Getafe B, por su parte, fue un constante querer y no poder, y una jornada más se fue de vació, por lo que continua como colista. Por su parte, el conjunto aragones suma una nueva victoria que le permite soñas con cotas más altas.