El Espanyol B se lleva un punto de Mollerussa

Reparto de puntos entre Lleida Esportiu y Espanyol B. Un resultado que sabe a poco a los locales, que difícilmente podrán alcanzar sus objetivos sumando de uno en uno. Los de Gustavo Siviero han saldado con un empate (1-1) su primer compromiso de liga como locales y siguen sin conocer la victoria después de tres jornadas. Nuevamente en el Municipal de Mollerussa (el Camp d'Esports sigue en obras), los leridanos han llevado el peso del partido y han saboreado las mejores ocasiones. Sin embargo, ha sido el rival quien se ha avanzado y los azules sólo han podido rescatar un punto gracias a un gol de Fran Moreno en la última acción de la primera parte.

En un Municipal de Mollerussa completamente lleno, arrancaba un partido que no resultaría demasiado atractivo para el espectador. Aunque ambos equipos tendrían ocasiones de gol, el juego no se caracterizaría precisamente por su fluidez. Muy pronto, en el minuto 4, los ilerdenses reclamarían un posible penalti por manos de Glauder, pero el árbitro no lo señalaría. Sólo dos minutos más tarde, Doncel realizaría el primer disparo a puerta del partido, aunque sin ningún peligro para Rubén Ualoloca. En cambio, el portero visitante sí debería intervenir para rechazar un oportunista cabezazo de Guillem Martí tras una buena jugada del Lleida por la banda derecha.

El dominio era local, pero serían los de David Gallego los primeros en golpear. Aún no se habían cumplido los veinte minutos de juego cuando Rufo aprovechaba una indecisión de la defensa azul para batir a Álvaro Campos con un disparo potente y colocado. Todo un jarro de agua fría para los aficionados que se habían acercado a Mollerussa.

Fran Moreno firma las tablas

El Lleida Esportiu insistía, buscando constantemente penetrar por las bandas, pero su mejor juego resultaba infructuoso. Fran Moreno, uno de los jugadores más destacados en esta primera mitad, ponía el esférico en el interior del área pequeña, pero el remate de Guillem Martí se encontraba con las manos de Ualoloca. Y también debía aparecer Álvaro Campos para impedir que un disparo aislado de Marc Gual significara el 0-2. El Espanyol B empezaba a interrumpir el encuentro buscando perder el máximo tiempo posible y la impaciencia de los de Siviero crecía progresivamente. Hasta la última acción del primer tiempo, cuando una jugada de estrategia del Lleida restablecería el empate. Quintillà aprovechaba un despiste de la defensa perica para servir una falta rápidamente y dejar solo a Cristian Fernández, que asistía a un Fran Moreno que sólo tuvo que poner la punta de la bota para marcar el 1-1 justo antes de que el árbitro enviara ambos equipos a vestuarios.

Parecía que el Lleida Esportiu lo tenía todo a favor para darle la vuelta al encuentro. Sin embargo, en la segunda mitad fue de más a menos. Acusó excesivamente el desgaste físico y el partido se fue abriendo poco a poco, un hecho que hubiera podido propiciar incluso una victoria visitante. Una pérdida infantil de Miki Muñoz la tuvo que subsanar Max Llovera cuando el Espanyol B ya olía el gol. El propio Miki Muñoz probó suerte con un disparo desde fuera del área, pero se fue por encima del travesaño. También lo intentó Doncel, igualmente sin fortuna. Más clara, en cambio, fue la ocasión del visitante Carlos Soria, que tras una gran jugada personal se plantó ante Campos. Afortunadamente para el Lleida, cruzó demasiado el remate.

El Lleida lo siguió intentando hasta el pitido final, aunque cada vez con menos fuerzas. El disparo escorado de Quintillà en el minuto 69 no inquietó a Ualoloca, que tampoco tuvo que intervenir en un mano a mano con Òscar Rubio que el leridano envió fuera a unos diez minutos de la conclusión. Pudo volver a marcar el autor del gol espanyolista, Rufo, pero esta vez Álvaro Campos bloqueó su disparo raso. Mientras Siviero agotaba los cambios en busca de oxígeno para su equipo, el choque se fue endureciendo.

Así pues, ya en los últimos compases, incluso hubo una tangana entre jugadores de ambos equipos. Al fin y al cabo, una pérdida de tiempo que benefició a un Espanyol B que tuvo que sufrir hasta el final para arañar un punto de Mollerussa. Primero en un centro envenenado de Quintillà que se estrelló en el larguero y después en la última jugada del partido, una falta directa muy mal ejecutada por Indiano.

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