Del balón parado a la verticalidad

El Atlético de Madrid de esta temporada propone un juego elaborado y vertical. La efectividad a balón parado dejó de ser el sello identificativo de un equipo que ha evolucionado en su estructura y su propuesta. Los goles provienen de la parte de arriba por lo que los defensas no tantean el gol con hábito. Diego Godín no marca desde diciembre de 2015 y Savić aún no se ha estrenado con la camiseta rojiblanca.

Del balón parado a la verticalidad
Diego Godín remata un balón ante el FC Barcelona en su último enfrentamiento | Foto: ATM
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Por Gonzalo Barquilla

La llegada de Simeone al Atlético de Madrid trajo consigo la consigna del partido a partido, el sacrificio en el campo y un rasgo muy destacado en las primeras plantillas colchoneras de las que ha disfrutado el técnico argentino, la efectividad en el juego aéreo y a balón parado.

Los goles caían del cielo, llegaban con remates de grandes especialistas en las alturas. Jugadores como; Falcao y sus remates acrobáticos; Miranda, que dio una Copa al Atlético de cabeza ante su eterno rival; Raúl García y su gol de espuela en el Bernabéu; o Diego Godín y su gol de cabeza en el Camp Nou para brindar una Liga colchonera. Los últimos acontecimientos de mayor escala en el club rojiblanco han llegado por el aire.

El Atleti, desde la llegada de su guía, ha experimentado una gran evolución, tanto en el juego sobre el terreno como en la renovación y confección de la plantilla. El sello de la efectividad a balón parado se ha ido perdiendo a medida que el equipo mejoraba en otras facetas ofensivas. La estructura del equipo rojiblanco giraba en torno a una referencia en ataque, Diego Costa o Mario Mandžukić, y las ocasiones de estrategia eran aprovechadas al máximo sumando jugadores al ataque de gran envergadura.

El progreso del equipo diseñado por Simeone ha transformado la dinámica de juego y ahora la propuesta sobre el campo se relaciona más con la velocidad y la pegada. El Atlético de esta temporada cuenta con futbolistas muy rápidos como Carrasco, Griezmann, Gameiro o Correa entre otros. El bloque es sólido y plantea un fútbol más vertical y vistoso.

Las ocasiones de peligro son generadas por medio de jugadas elaboradas, triangulaciones o individualidades. Las jugadas a balón parado quizá ahora sean una faceta por mejorar, no el sello con el que se identifica este Atlético. Los duelos aéreos esta temporada reflejan defectos por corregir, la media en las diez jornadas ya disputadas muestra 50 balones perdidos por el aire (83/134). No es una mala cifra pero exponen el cambio sustancial que ha sufrido el cuadro colchonero en la materia.

Los centrales rojiblancos en busca del gol

El porcentaje de centros colgados al área con éxito dista también con los números de años anteriores. Esta temporada el Atlético registra 51 centros buenos de 184 intentos, más de la mitad con impuesto negativo. La cifra goleadora de Diego Godín sirve de ejemplo para manifestar que el cuadro rojiblanco ahora se caracteriza por la verticalidad y ya no por el ensayo al detalle del balón parado. El uruguayo no anota desde diciembre de 2015, cuando marcaba gol en la jornada 14 del pasado curso ante el Granada en el Vicente Calderón. El 'Faraón' solamente ha anotado un gol en las dos últimas temporadas, cifras muy alejadas de sus 12 tantos cosechados en las temporadas 2013/14 y 2014/15.

Savić anotó de cabeza en el último encuentro que jugó con Montenegro pero aún no ha estrenado su casillero con la camiseta del Atlético. El juego aéreo debe cobrar de nuevo protagonismo en la orilla del Manzanares. El gol de Camacho el pasado sábado dio señales de las carencias en el balón parado de este regenerado equipo pero la repercusión también disminuye, los colchoneros cuentan este año con un amplio abanico de posibilidades en el juego.