No pasaron de las tablas Cádiz y Lugo (1-1) en el encuentro que midió a ambos en la trigesimotercera jornada de LaLiga 1|2|3. Ambos equipos tuvieron opciones de ampliar su casillero pero finalmente los goles de Marcelo Djalo para los lucenses y de Ortuño para los cadistas rubricaron una igualada más bien justa y trabajada por los dos contendientes.
Álvaro Cervera repitió el equipo titular que empató en Murcia hace siete días a excepción de Rafidine Abdullah, que tras recuperarse de su lesión ocupó el lugar de Eddy Silvestre y acompañó a José Mari en la medular. Luis César Sampedro, por su parte, sí pudo alinear a los once que salieron de inicio y vencieron ante el Reus, desde el meta Roberto hasta el punta Joselu.
Reino de la igualdad
Daba inicio el encuentro con una clara superioridad gallega sobre el terreno de juego. El Lugo salía muy enchufado al duelo y ya en la primera ocasión que tenía, a los dos minutos, no perdonaba. La contemplativa defensa amarilla no lograba sacar del área un saque de esquina para los visitantes, y el central Marcelo Djalo cazaba el esférico y desde muy cerca le pegó con fuerza para levantar el 0-1.
La acción iba a ser el premio para un conjunto que, a sabiendas de que el empate le servía de bien poco, salió a dominar el partido y a ganar. Los hombres de Luis César Sampedro se movían por el verde del Carranza con una soltura digna de admirar y fácilmente superaba una a una las líneas de presión cadista. Triangulaban y se asociaban, y con no excesivo esfuerzo se plantaba en el balcón del área una y otra vez, en unos primeros diez minutos nefastos para los de casa.
El gol de Ortuño iguala el marcador y el dominio del juego
No obstante, tras la tempestad llegaba la calma y pasado el mal trago el Cádiz iba a lograr entrar en el partido, rompiendo con ello la absoluta comodidad en la que estaba instalado el Lugo. José Mari y Abdullah comenzaron a tener más presencia en el medio y las bandas empezaban a activarse en el cuadro cadista, al que parecía que nadie, ni siquiera el fuerte viento, podría lograr frenarle a partir de ese momento. Ortuño era el que se encargaba de reinstaurar las aguas a su cauce original (1-1), empujando libre de marca un fantástico centro procedente de Aketxe en el saque de una falta en el lateral derecho del ataque gaditano. Toque sutil pero efectivo del de Yecla, ante el que nada pudo hacer Roberto y que valía un empate y su decimosexto gol de la temporada.
Restablecida la igualada, llegaron, hasta prácticamente el término del primer tiempo, los mejores minutos del Cádiz en el partido. Los de Cervera lograban conectar mucho mejor que al principio y consiguió impedir que su oponente llegase con la asiduidad con la que lo estaba haciendo. Parecía tener controlada la situación el conjunto de Cervera, que además iba a disponer de ocasiones claras para hacer el segundo. Roberto debía emplearse a fondo para despejar un centro envenenado de Álvaro García, y luego Salvi no llegaba en buenas condiciones al remate y su intento se iba por línea de fondo.
Más peligroso para el cancerbero lucense fue un golpe franco a los 34 minutos, que Aketxe decidía golpear directamente a puerta y el de Chantada debía reaccionar para despejar lejos el potente chut del bilbaíno. Y tampoco llegaba el gol tras una carrera de Álvaro García, que tras recibir una gran apertura de Abdulhah, enviaba un centro-chut que se paseaba ante la mirada de atacantes amarillos y defensores albirrojos. Con ello finalizaba el primer período y Carranza aplaudía el desempeño de los suyos.
El Lugo roza el tanto tras el intermedio
El segundo acto iniciaba y lo hacía de una forma similar al primero, con un Lugo con las ideas más claras ante un Cádiz dubitativo, al que le costaba un mundo bajar el balón al piso y cuando lo hacía rápidamente lo perdía a manos de los de Sampedro. El lateral diestro Jordi Calavera iba a llevar la voz cantante de la ofensiva gallega en los compases iniciales, primero con un potente golpeo que se marchó arriba por poco y después culminando una gran jugada de tiralíneas con una asistencia hacia Campillo que casi caza el "10" cuando andaba solo ante Cifuentes.
Luis Ruiz, a los 63 minutos, despejaba por línea de fondo un cuero peligroso en el área después de que Joselu lograra superar por alto al portero cadista. Y un minuto después, una pérdida de Salvi en zona defensiva permite a Joselu probar un golpeo colocado desde la frontal y que lamió el palo izquierdo de la portería. Cuatro acciones de peligro en apenas diez minutos, en los que el Lugo solo sufrió la mala noticia de la lesión de Kravets, que debía ser reemplazado por Leuko.
La cosa pintaba bastante mal para los intereses cadistas y Cervera metía dos cambios. Gorka Santamaría entraba por Aketxe para acompañar arriba a Ortuño y fortalecer ofensivamente al equipo, mientras que Nico Hidalgo daba aire al costado derecho sustituyendo a un Salvi que, aunque lo intentó, no tuvo su mejor día.
El Cádiz se quedaba en inferioridad numérica, pero logró aguantar para llevarse un punto
Y lo cierto es que los cambios no le sentaron mal al Cádiz, que obtenía su primera llegada de peligro del segundo período a los 66 minutos. Nico Hidalgo ganaba la espalda de su marcador pero su disparo cruzado se perdía lejos de la portería. Sin embargo, en el 75 llegaba la acción que definitivamente cortaría la progresión cadista: Campillo se zafaba de su par en el centro del campo y luego Aridane se cruzaba en su camino. El canario se llevaba por delante al centrocampista con una dura entrada levantando mucho el pie y que de hecho lesionó al jugador albirrojo, que era sustituido por Pita. Alberola Rojas no se lo pensaba y mostraba la roja directa al de Fuerteventura ante las airadas protestas del respetable, que no daba crédito ante la decisión del colegiado.
Con ello llegaban unos diez minutos muy intensos en los que los de Sampedro buscaban el gol frente a un Cádiz que debía aguantar el aluvión para salvar el punto, dando entrada Cervera al central Servando por el delantero Ortuño. Caballero manda arriba un centro hacia el punto de penalti y Sergio Gil tenía la oportunidad más clara al cabecear fuera, y con todo a favor, un fantástico centro en el segundo palo. Y ya el final iba a ser de infarto con un último intento de Pablo Caballero que terminaba siendo atajado por Cifuentes e incluso con una última pincelada amarilla a cuenta de Nico Hidalgo, que disparaba muy centrado desde la frontal a las manos de Roberto.
Así finalizaba un auténtico combate que tuvo que todo, pero que no sirve ni a uno ni a otro porque al Cádiz le complica acercarse al ascenso directo, mientras que al Lugo le deja aún lejos del playoff, sobre todo si el Real Oviedo venciese al UCAM en su compromiso del domingo (la distancia en ese caso aumentaría a seis puntos). Por suerte y por desgracia, en esta ocasión el viento sopló en contra de todos y a favor de ninguno.
Resumen del partido