Un saque de banda, una prolongación, un balón largo con intención, un mal despeje, una carrera hacia el área y un disparo sereno y colocado. Así se gana un partido en Segunda B, esa categoría que poco a poco agoniza pero que quiere morir matando y llevándose por delante a los enfermos del bronce del fútbol español.

Porque lo de esta tarde en Bahía Sur ha sido un encuentro repleto de tensión. De primavera. De saber que cualquier movimiento en falso puede hacerte perder tres puntos y, lo que es peor, alejar un poco el objetivo propuesto por tu equipo. El Villanovense sacó petróleo de la nada. Tiró de oficio y ganó un duelo que te hace grande, que te llena de moral para los partidos restantes.

El Villanovense tiró de oficio para llevarse los tres puntos de Bahía Sur

Y que, dicho sea de paso, complica la vida a un San Fernando que ve frenada en seco su buena dinámica. El equipo de Antonio Méndez tenía marcada en rojo esta fecha en el calendario para dar carpetazo a los fantasmas de la zona de peligro. Pero no pudo ser.

Y eso a pesar de que fueron los azulinos los que empezaron mandando, comandados por un Bruno Herrero que demuestra tener calidad a raudales y por un Zelu que empezó poniendo en apuros a Candelas en los primeros compases.

Sin embargo, no encontró el gol. Iván Bazán fue incapaz de ganarle la partida a los corpulentos Javi Sánchez y Morgado, por lo que las ocasiones tuvieron que llegar obligatoriamente por fuera. Por la derecha, el propio Zelu trataba de inquietar a Wilfred por medio de centros laterales y Luque, en una de sus arrancadas por la izquierda, probó fortuna con un disparo que se marchó excesivamente desviado.

Un lobo como pez en el agua

El choque, no obstante, tenía alternativas por ambos bandos. El equipo de Sanlúcar buscaba salir al contragolpe con la rapidez de Carlos Valverde y la presencia arriba de Carlos Fernández. De hecho, un pase en profundidad hacia este último fue cortado providencialmente por Salva de la Cruz, que abandonó sus dominios para evitar el 0-1.

El mismo guión, con distinto protagonista, siguió la jugada que precedió a la diana decisiva. El guardameta castellonense se anticipó al jerezano Adri Cuevas. A pesar de la igualada, el Villanovense mostraba sus cartas.

Valverde aprovechó un error defensivo para anotar el gol de la victoria visitante

Una especie de ‘deja vú’ recorrió la mente de isleños y serones en el minuto 36. Un aparentemente inofensivo saque de banda en el área verde provocó el único gol de la contienda el pasado mes de noviembre. En esta ocasión solo cambió el escenario: del Romero Cuerda a Bahía Sur. Reposición manual prolongada y pelotazo que se convierte en asistencia mortal. Antonio Luque, que cerraba en defensa, erró en su despeje forzado y Carlos Valverde acudió relamiéndose a su cita con el esférico. En el mano a mano frente a Salva no tembló. 0-1 y delirio serón.

Foto: Salvi Reyes
Foto: Salvi Reyes

De ahí al descanso fue Dani Martínez quien tiró del carro con un disparo alto desde la frontal. El San Fernando acusó el golpe y a punto estuvo de desconectar por completo del choque. Valverde se topó esta vez con la salida desesperada de Salva en el minuto 43 y, justo antes del intermedio, el arquero despejó un cabezazo de Morgado en respuesta a un saque de esquina.

Poco tardó Méndez en retocar su alineación. A los diez minutos de la segunda mitad, tras una salida no muy positiva, Espinar y Carralero salían al ruedo en detrimento de Iván Bazán y Zelu. Curiosamente, ambos jugadores fueron protagonistas de una de las ocasiones más claras del partido.

Sin gol no hay paraíso

Y es que el extremo isleño se encontró, nada más salir, con un esférico dentro del área que se encargó de patear con la izquierda. Wilfred taponó, pero el rechace fue recogido por Espinar en la frontal del área pequeña. El empate parecía un hecho.

El delantero controló y, con todo el tiempo del mundo, lanzó un certero chut a puerta vacía. No había oposición a la vista. Era gol. Hasta que el caprichoso Errejota se topó con la espalda de Carralero, que trataba con impotencia de desmarcarse de la trayectoria del cuero. No lo consiguió y el Club Deportivo perdió en ese instante parte de sus opciones de puntuar.

Espinar disparó de esta forma desde el área pequeña, pero el balón se estrelló en la espalda de Carralero | Foto: Salvi Reyes
Espinar disparó desde el área pequeña, pero el balón se estrelló en la espalda de Carralero | Foto: Salvi Reyes

Todavía restaba media hora. El San Fernando se volcó con mucho tiempo por delante. Méndez se contagió del ambiente y retiró a Bruno Herrero del encuentro para dar entrada a Javi Trujillo. Otro ariete, más leña al fuego.

Espinar estuvo a punto de empatar, pero su disparo lo taponó Carralero en la línea de gol

Bahía Sur empujaba, pero se encontró con un gran guardameta en estado de gracia y con una zaga curtida en mil batallas. Wilfred fue un seguro aéreo en las intentonas azulinas. Dani Martínez por la derecha y Espinar por la izquierda bombeaban con más corazón que cabeza en busca de la igualada. En la recta final, Trujillo se encontró con un gran pase de Carralero, pero su zurdazo fue bien atajado por el portero.

Sin ideas, gracias en parte a la buena labor defensiva del Villanovense,  Lolo Garrido  realizó el canto del cisne de los locales. Un disparo desde la frontal que Wilfred blocó sin problemas fue el final. Manolo Sanlúcar administró correctamente los cambios para cortar el ritmo (Juanjo, Rojas y Álvaro González) y celebró por todo lo alto un triunfo que le deja en una posición excelente (tercero) para lograr un billete para los playoffs.

Wilfred volvía a Bahía Sur y cuajó un gran partido evitando el empate azulino | Foto: Salvi Reyes
Wilfred volvía a Bahía Sur y cuajó un gran partido evitando el empate azulino | Foto: Salvi Reyes

Por su parte, el San Fernando tendrá que seguir remando. Cuenta con un colchón de tres puntos con respecto al Extremadura, equipo que ocupa el puesto de playout y en Jumilla buscará ese gran paso adelante que significaría un triunfo con el que alcanzar 43 puntos.