Nacho Fernández ha disfrutado de un año inolvidable en Chamartín. Dispuesto a marcharse del equipo de su vida el pasado verano por falta de protagonismo, su idea ha cambiado radicalmente tras esta temporada. La titularidad de Sergio Ramos, Pepe y Varane -que se habían ido alternando si uno de ellos causaba baja- le impedía jugar más y sentirse importante. Pero Zidane apostó por el canterano en vez del cental portugués, al que la edad le condena ya. No por su mal estado de forma, sino porque Nacho tiene más recorrido en el futuro madridista y también puede jugar en el lateral. 33 encuentros de titular entre todos los torneos le han servido para graduarse en este Real Madrid de jóvenes talentosos.
Cinco años de blanco con el primer equipo
El defensa llegó a la cantera madridista en 2001 para jugar con el Alevín A y fue progresando en las siguientes categorías inferiores del club. En 2009 ya cumplió su primera temporada con el Real Madrid Castilla, donde se mantuvo hasta ascender al primer equipo en 2012. Disputó solamente 13 partidos ese año y en las campañas posteriores no pasó los 22 encuentros jugados.
Nacho lo tenía complicado por la competencia con Varane, sobre todo. La pareja titular de centrales estaba bien asentada y el francés era el suplente preferido. En esta situación, el canterano salía al campo solo cuando la defensa se encontraba bajo mínimos de jugadores. Pocos minutos para un joven como él. Pero eso sí, cada vez que jugaba cumplía con nota.
Nunca se rindió para triunfar hoy en el Real Madrid. Sus características le permitían colocarse en la zona central o en cualquiera de las bandas. Eso le benefició para ser más utilizado por el entrenador, aunque hasta esta temporada no había logrado ganarse un hueco en el once.
Así es, en su quinto año con la camiseta blanca jugando al lado de los mayores, Nacho ha superado los tres mil minutos (ha disfrutado de 3.199, para ser exactos). Entre Liga, Champions, Copa y Mundial de Clubes ha disputado 39 encuentros en los que ha conseguido tres veces ver puerta y ha dado tres asistencias a sus compañeros. Antes era un suplente de lujo, ahora un titular de garantías.
Solamente ha salido desde el banquillo en seis ocasiones. En partidos importantes, Zidane ha confiado en él y el chaval ha actuado de sobresaliente.
Sus números en Liga
Aunque no comenzó jugando de manera regular en las primeras diez jornadas, su papel en los dos últimos meses de competición ha sido muy notorio. Las estadísticas reflejan el crecimiento de un futbolista que tenía la etiqueta de suplente, pero que este año se ha quitado por méritos propios. Nacho jugó los noventa minutos en 12 partidos de Liga. Desde la jornada 25 hasta la penúltima del campeonato, excepto contra el Atlético de Madrid que salió como sustituto.
También obtuvo el premio de la regularidad en otros tramos de la temporada, disputando incluso tres encuentros consecutivos de titular. Tuvo tiempo para descansar y para jugar tanto de central como de lateral cuando el equipo lo ha requerido. Para Zidane, Nacho es un defensa de muchas garantías para la zaga. Así lo ha demostrado.
En cuanto a los rivales, se ha enfrentado a importantes equipos con delanteros que son un quebradero de cabeza. Atlético, Valencia, Sevilla, Real Sociedad, Athletic, Málaga y por supuesto, Barcelona. El técnico francés le ha utilizado tanto para partidos más "débiles" (en teoría) como para los más trascendentales de la competición. Da igual quién tuviese delante porque Nacho siempre ofrecía un gran nivel.
Central y lateral veloz, rápido al corte (de cabeza o a ras de suelo), seguro atrás con un marcaje pegajoso y efectivo, así como su capacidad para proyectarse en ataque. Sus tres tantos no son una casualidad. Quizás el que más se le recuerde es el marcado ante el Sevilla, por su pillería. Un ejemplo perfecto de lo que ha sido y es el defensa madridista, que siempre se ha esforzado desde la sombra para triunfar de blanco.
Menos protagonismo en Champions y Copa del Rey
En la competición europea Nacho ha jugado tan solo cuatro encuentros: contra el Legia en fase de grupos, el Bayern en cuartos tanto la ida como la vuelta y su última aparición fue en el descanso de la semifinal contra el Atlético, cuando tuvo que sustituir al lesionado Carvajal.
La máxima responsabilidad se le presentó ante el equipo alemán, ya que enfrente tenía a Thomas Müller, Robben o Ribéry. En la ida se colocó de pareja de Sergio Ramos, en el Bernabéu igual pero con una amenaza mayor: Robert Lewandowski. El central rindió al nivel requerido en unos duelos de máxima exigencia.
Y en el trofeo de Su Majestad, cinco partidos disputados: contra la Cultural Leonesa por partida doble, donde marcó en la ida; frente al Sevilla en los dos encuentros jugados de octavos; y finalmente, en la última oportunidad del equipo en Balaídos, donde el Real Madrid acabó eliminado. Precisamente por terminar tan pronto el camino hacia el título, Nacho no pudo sumar más minutos a su cuenta personal.
Si nos fijamos también en el Mundial de Clubes, el central jugó de acompañante de Varane contra el Club América. En la final solamente disfrutó de unos minutos tras reemplazar al capitán madridista Ramos.
En conclusión, una temporada simplemente de ensueño para el canterano español. Zidane cuenta con él para el próximo año como pareja del camero o del francés. El ex futbolista ya ha demostrado que en este Real Madrid no existen ni titulares ni suplentes, sino que "todos son importantes". Nacho lo es y ante la salida confirmada del portugués Pepe, tendrá un rival menos por el que competir.
Eso sí, la llegada del joven Jesús Vallejo -cedido este año en el Eintracht Frankfurt- hará que no se duerma y siga peleando por su sueño: continuar levantando títulos con el club de su vida, siendo un jugador determinante en el esquema.