No habían terminado de bajar del autobús los canarios y el Atleti ya había encarrilado el partido. En un abrir y cerrar de ojos. Muchos aun en búsqueda de su asiento, de su butaca.  Sin dar ningún trago a su refresco. El equipo de Simeone había ya dejado al estadio congelado en pleno agosto. Sin tiempo para probar.  Sin tiempo para especular. Para planear. Para intentar. El Atlético de Madrid, en cinco minutos había reventado el partido.

A los cinco minutos, el Atleti ganaba 0-2

Saúl inicia, Koke rompe con un pase perpendicular al trazado por el ilicitano para encontrar un tercer hombre de nombre Luciano Vietto. El resto es firma de Correa. El argentino se revolvió, en media baldosa demostrando su juego de piernas, su habilidad y su regate. También su definición: disparo tímido pero ajustado. El Atleti  se adelantaba a los tres minutos y recorría más de la mitad del camino para conseguir el botín canario.

Algún aficionado con exceso de dioptrías buscaba en sus smartphones quién era el autor de ese sorprendente y temprano gol, y se perderían el segundo. Otro zarpazo cuando aún escocia el primer bofetón.  Ahora, a los cinco minutos, sería el belga Yannick Carrasco el que culminaría una contra para constatar el shock, con desborde dentro del área y disparo cruzado.  Recuperación previa  y dirección de un  Saúl imponente en el centro del campo.

Las Palmas propuso su juego pero el Atleti estuvo realmente afectivo en los robos y especialmente vivo en los ataques

El de Elche capitaneó desde la zona defensiva, hasta la zona ofensiva, un centro del campo que estuvo marcado por la dictadura y el atrevimiento del juego en corto de los de Manolo Márquez, pero superados por los incontables robos en zona de creación canaria por parte de los rojiblancos. El Atleti se nutrió de las muchas recuperaciones, del buen hacer tanto en ataque como en defensa de los Thomas, Koke, Vietto o Correa, y de la ligereza que, hoy sí, tuvo el Atleti en ataque.

El equipo local no conseguía elaborar su fútbol de pase corto y pase filtrado. Tan solo los chispazos de Jonathan Viera y las entradas por banda izquierda, con Castellano y Momo muy presentes, pudieron inquietar al Atleti durante los primeros sesenta minutos. En la llegada de la hora de partido, precisamente por parte izquierda, llegaría el gol. El balón colgado desde el lateral, error de Godín y remate atinado de Calleri. Había partido, o eso se creía en el Gran Canaria.

El partido tan completo del Atleti deja además de golazos y grandes sensaciones,  un penalti parado de Oblak

Nada de eso. El Atleti estaba por la labor de no dejar asomar la cabeza de Las Palmas y en el siguiente minuto, los de Simeone pusieron otra banderilla en la moral canaria.  Llegaría con el tercer gol rojiblanco el momento Koke Resurrección. Otra contra bien llevada que acaba con un balón en la frontal para que el canterano ponga el balón con mimo en la escuadra lejana. El guante del 6 salió a relucir.

Pocos minutos después y como puntilla final para los de Márquez, el propio Koke “mataría” a la UD Las Palmas.  El centrocampista sacó su repertorio defensivo pero también llegador y ahora, para completar su doblete, Koke se sacó de la chistera una tijereta dentro del área tras un rebote que llevaba consigo el título de mejor gol de la noche. Tras el momento “Koke” quedaría, todavía, momento para otros protagonistas principales de esta goleada madrileña.

Jan Oblak, metido en el papel de villano y en el de no dejar sacar la cabeza al rival, detendría un penalti a Viera para ni siquiera dejar acercarse en el marcador al equipo canario.  Todavía tras este nuevo revés amarillo llegaría un quinto gol que completaría la “manita” obra de Thomas. El ghanés, una de las sorpresas en el once al entrar por Gabi en el centro del campo, con un disparo ajustado dejó el 1-5 final en un partido muy completo del Atleti y un querer y no poder de Las Palmas.