El Real Madrid afronta este domingo la séptima jornada con un objetivo claro: conseguir la primera victoria de la temporada liguera en el Santiago Bernabéu. En frente tendrá a un Espanyol cuyas visitas al estadio blanco no son del todo agradables. Los precedentes de los enfrentamientos ante el conjunto catalán invitan al optimismo para el madridismo. Se cumplen ya 21 años de la última derrota del Madrid como local ante los pericos. Fue en la temporada 1995/96 cuando dos goles del ahora director deportivo blanquiazul, Jordi Lardín, le dieron la victoria por 1-2 al Espanyol.

Desde entonces, 29 victorias para el Real Madrid (18 en el Bernabéu), seis empates y tan solo cinco victorias espanyolistas, todas ellas en tierras catalanas. Además, contando únicamente los partidos disputados en el estadio madridista, han sido 63 los goles encajadas por los catalanes, por solo 17 marcados.

No obstante, desde el año 2000, el conjunto perico ha sido capaz de cosechar cuatro empates en el feudo blanco. La primera, en ese mismo año en la ida de las semifinales de la Copa del Rey que más tarde acabaría ganando el propio Espanyol.

Los dos siguientes tuvieron lugar en el 2001 y 2008. Este último un empate a dos con goles de Tamudo y Luis García que conseguían igualar el doblete conseguido por el capitán blanco Raúl.

Por último, la ocasión más reciente en la que los blanquiazules fueron capaces de no irse de vacío del Bernabéu fue en la temporada 2012/2013 con el técnico mexicano Javier Aguirre en el banquillos. Lo hizo además con un empate a dos goles también. Desde ese momento, la racha es absolutamente negativa. Cuatro partidos y 14 goles recibidos por tan solo uno anotado.

La estadística no sonríe al Espanyol y delante tendrá a un Real Madrid que parece haber cogido aire tras ganar convenciendo en su partido europeo ante el Borussia Dortmund. Además, está necesitado de una victoria para volver a recuperar la confianza en su estadio y demostrar a la afición que la remontada en Liga aún es posible. A pesar de ello, no será nada fácil frente a un Espanyol que desea romper esa inercia en el estadio madridista.