Cádiz CF VAVEL

Otra cara, la misma derrota

El Cádiz juega un partido serio, marcado por dos acciones donde la defensa erró y el rival supo aprovecharse. Los gaditanos recuperan su identidad, pero no consiguen empatar ante un buen Betis.

Otra cara, la misma derrota
Villanueva se lamenta tras encajar el segundo gol  - Foto: LaLiga
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Por Manuel Rodríguez Agrafojo

Por fin, después de más de un mes, volvió la lucha. Esta vez, no se negoció la pelea, aunque de poco sirvió. El Real Betis manejó en muchas fases del encuentro el balón a su antojo, y el Cádiz no conseguía más que perseguirlo a lo largo del campo, sin ver la pelota ni tan siquiera de cerca. Un fútbol para muchos espectacular, pero que en ocasiones llega a ser profundamente tedioso.

Álvaro Cervera, que veía el partido desde un palco de tribuna al estar sancionado, planteaba un nuevo sistema para enfrentarse en esta eliminatoria de ida contra los sevillanos. Un centro del campo conformado por tres hombres: José Mari, Abdullah y Álex Fernández. Por delante, otros tres atacantes intentarían llevar el peligro al marco bético: Moha Traoré, Dani Romera a las bandas, y en punta, David Barral.

La consecuencia del primer fallo

Con tan solo seis minutos transcurridos en el marcador, un balón largo de los visitantes a la espalda de los centrales, era incapaz de ser despejado por parte de Servando. Esto provocó que Sergio León se hiciera con el esférico, que conectó el disparo y lo mandó a la escuadra.

El Betis, celebra el primer gol | Foto: LaLiga

Curiosamente, el gol encajado resultó ser lo que necesitara el conjunto local para que reaccionara de una vez por todas. A partir de entonces, se pudo observar aquel Cádiz aguerrido, intenso, fuerte (aunque también despistado por momentos) que enamoró a la afición el curso pasado.

Pasaban los veinte minutos cuando Álex Fernández robaba y cedía en banda a Moha Traoré, que centró raso desde la banda derecha a Barral, este la dejó de nuevo a Álex, quien remató a puerta. Su disparó lo rechazaría el guardameta Dani Giménez, pero el rebote golpeó otra vez en el jugador, haciendo que el balón entrase. El júbilo era patente, la grada festejaba el tanto como si se tratase del gol más importante del año. No era para menos, pues veían a su Cádiz despertar, y materializarlo en el luminoso contra el Betis. Ahí es nada.

Álex Fernández marcó por parte del Cádiz | Foto: LaLiga

Segundo error y de nuevo el lamento

El partido llegó al descanso sin más ocasiones reseñables. Los amarillos, buscaban esperar al rival atrás, replegados y manteniendo un cierto orden que les permitiera robar y lanzar contras rápidas y efectivas. Los blanquiverdes, por el contrario, querían mantener la posesión de la bola y llegar a puerta a través de largas y elaboradas combinaciones.

A los nueve minutos de comenzar la segunda parte de la contienda, Nahuel conseguía llegar hasta la línea de fondo, dejando atrás a Carpio, y pasaba a Sergio León. El cordobés controló, engañando a Villanueva, quien se venció demasiado pronto y fácil, y envió el esférico a la red. La alegría bética, personalizada por los numerosísimos seguidores visitantes desplazados a la Tacita de Plata; contrastaba con la decepción cadista.

Es una lástima que el equipo tan solo sea capaz de reaccionar y dar todo lo que puede de sí cuando se ve en circunstancias adversas. Esto es lo que diferencia al Cádiz de esta temporada del de la anterior.

Servando no estuvo acertado en el primer gol bético | Fuente: LaLiga

Una vez más, con el marcador en contra fue cuando los jugadores, animados por una hinchada que la gran mayoría no merecen; se lanzaron a por el partido. Cervera introdujo a Álvaro García, Carrillo y Garrido. Fue entonces cuando llegaron las mejores ocasiones para el cuadro gaditano.

Primero sería Dani Romera, que tras una buena jugada combinatoria con Álex Fernández y Álvaro García, remataría pegado al poste izquierdo. Más adelante, Abdullah metería un balón a Álvaro García, dejándolo solo frente al portero, pero la definición del utrerano se marchó por encima del larguero.

El Betis controló los minutos finales con posesiones eternas que no conllevaron peligro alguno. Para colmo, a falta de algo más de cinco minutos para el final, Garrido se marchaba del campo acusado por unas molestias, dejando al equipo con diez jugadores.

Otra derrota más al casillero, otra oportunidad perdida para ilusionar a una afición que no falla nunca a su cita. La Copa del Rey volverá a finales de noviembre con el encuentro de vuelta, en el Benito Villamarín.