La vida es simple... ¿por qué insistes en complicártela Atlético?

El Atlético de Madrid zanja un empate ante el Elche en el Martínez Valero después de un emocionante partido.

La vida es simple... ¿por qué insistes en complicártela Atlético?
Thomas encajó el tanto colchonero. FOTO: ATM.
marina-greciano
Por Marina Greciano

Este encuentro suponía un partido muy especial tanto para Saúl Ñíguez como para Fernando Torres: mientras que el primero volvía con ilusión a su lugar de origen para jugar contra el equipo que lo vio nacer -el cual tuvo el detalle de homenajearlo minutos antes del comienzo del encuentro-, el de Fuenlabrada jugaba el partido que lo iguala nada más y nada menos que al mismísimo Luis Aragonés, y en el que además, hizo las veces de capitán. 

Turno de los suplentes

En esta ocasión, se optó por prescindir de los titularísimos (Griezmann, Oblak y compañía) para poner en su lugar a suplentes como Moyá y dar paso a las "nuevas generaciones", el futuro del Atlético: jugadores de la cantera como Keidi, Toni Moyá y Sergi  tuvieron la oportunidad de demostrar su valía. Además, Augusto volvía a disputar un partido oficial después de 395 días de calvario. El marco inicial era complicado , ya que los indios no están atravesando la mejor de sus rachas, pero sin embargo, la actuación de estas incorporaciones al once inicial podría calificarse positivamente. 

Una primera mitad de las que gustan al Cholo

Un aplastante Atlético entraba en acción en los primeros minutos del encuentro. El cuero era suyo y al Elche le costaba horrores pasar de la mitad del campo, lo que reflejaba la amplia comodidad con la que eran capaces de jugar los colchoneros. No cesaban de generar ocasiones, una y otra vez: la tuvieron Thomas y Torres, aunque les faltó puntería. El positivismo en las filas de los de Simeone dio fruto con un gol de Thomas en el minuto 22: el esférico salió de córner, Giménez lo recogió y se lo centró al ghanés, que lo encajó de un cabezazo. Simeone lo disfrutó con los suyos; también él se metió de lleno en el partido, cabeceando al compás de Teye desde el banquillo. 

El buen juego del Atlético se prolongó durante toda la primera parte. Apenas dejaron que el Elche se aproximase a su área, y las ocasiones  en las que los locales lograron consumar este objetivo, fueron detenidas sin problema o bien por la defensa -área en la que Lucas y Sergi se mostraron acertados- o por Moyá, que cuajó un buen partido. Incluso Nico Gaitán pudo mostrar su mejor faceta, que se fue de hasta tres futbolistas en una jugada. 

La puntería sigue fallando

Los delanteros tuvieron numerosas ocasiones que no terminaron de cuajar. Las más destacables fueron los repetidos "mano a mano" que Vietto mantuvo con Vallejo, de los cuales no logró encajar ni uno solo. También Torres tuvo varias oportunidades que tampoco se transformaron en gol. Fue esto lo que le complicó la existencia al Atlético, ya que la falta de goles se ha convertido en un grave problema para los del Metropolitano. 

Segunda parte: "y al final, pues sufrimos"

El panorama dio un giro del que el Atleti salió malparado en los últimos 45 minutos del partido. En el minuto 52, Lucas le hace un penalti a Lolo Plá, que marca para el conjunto franjiverde. Poco después, comenzaron a producirse las primeras sustituciones: el autor del gol ilicitano se retiró del terreno de juego para dar paso a Benja. En el Atleti, entraron Saúl -muy ovacionado- y Toni Moyá por Keidi y Thomas. Fue también durante este periodo del juego cuando el árbitro amonestó con cartulinas amarillas a Verdú y a Diego Benito en cuestión de dos minutos.

De repente, el Atlético se relajó durante unos instantes. Vietto erraba constantemente las oportunidades que se le concedían y Giménez se hizo una brecha en un choque con Kaba. Gracias a esto, el Elche llegó a igualar a los visitantes en términos de posesión y esto desesperó profundamente a Simeone, que se dirigió al Mono Burgos para tratar de solventar los problemas que estaban teniendo los suyos. Los locales llevaron a cabo un nuevo cambio, metiendo a Samba por Manu Sánchez. Además, Golobart vio la amarilla.

En el 75, los ilicitanos tuvieron una oportunidad de oro por causa de una falta que le costó la amarilla a Saúl. El disparo, no obstante, fue detenido por Moyá, que se hizo daño en la mano pero pudo continuar sin mayor complicación. Un minuto después, entró Tekio por Javi Flores.

A pesar de que tenían el partido más que dominado, los rojiblancos empezaron a perder el cuero con facilidad y a desconcentrarse. Se complicaron un encuentro que era mucho más fácil que todo aquello. Tras una última ocasión colchonera que terminó en manos de Vallejo, el colegiado señaló el final del partido.

El Cholo se marcha esperanzado

Aunque es bien sabido que este partido no tendría por qué haber resultado embrollado, las sensaciones no son del todo malas. Sólo falta encontrar esa puntería que tanto ansía en Atlético. Las ocasiones necesitan convertirse en goles más a menudo para premiar el esfuerzo que implica construir cada una de las jugadas; quizás es cuestión de suerte, pero desde luego, no existen razones para no seguir trabajando en mejorar las capacidades de la plantilla  y en terminar de pulir los enredos que condenan al equipo.